Atención

Esta imágen puede herir
su sensibilidad

Ver foto

Compartir imagen

Agrandar imagen
Darwin y su encuentro con Rosas
Darwin y su encuentro con Rosas
Darwin y su encuentro con Rosas
En la nota anterior me referí al trabajo de Darwin sobre las lombrices, su último libro publicado. Las teorías y vida de este sabio no eran mencionadas en nuestro secundario en la década del 50, tampoco en la generación de mis hijos. Sin embargo, más allá de la adhesión a sus propuestas, es de interés destaca que Darwin llegó a nuestro país en un momento clave la historia argentina. Con 23 entusiastas años y en un viaje que fue pagado por su tío, Charles Darwin, desembarcó del Beagle, un barco de guerra de 10 cañones, en agosto de 1832 en Carmen de Patagones .Venía como naturalista, su pasión primera era la geología, en un viaje comandado por Fitz Roy, destinado a estudiar las costas orientales y occidentales de Sudamérica, con un fin que probablemente iba más allá de la mera geografía. A llegar a tierra se encontró con el campamento de Juan M de Rosas en el Río Colorado, en plena campaña contra los indios. La impresión que hizo este encuentro al naturalista no fue precisamente favorable. "Yo diría que un ejército compuesto de gentes con tal apariencia de forajidos y bandoleros jamás podría haberse reunido en época alguna. En su mayor parte mestizos de negro, indios y español. No sé cuál será la razón, pero la gente de esa raza rara vez tiene buena catadura, pero entre las mujeres llamadas 'chinas' hay algunas que merecen ser llamadas bellas". Darwin se alojó en un rancho, propiedad de un viejo soldado de Napoleón en la campaña a Rusia. De los indios al servicio de Rosas dijo que eran una "raza grande y hermosa". Conversó dos horas con don Juan Manuel, no notó que sonriera en momento alguno, pero tuvo una impresión óptima: "un hombre magnífico, rubio, fornido, semejante a un granjero inglés. En su conversación, entusiasta, pero lleno de buen sentido y gravedad, llevado ésta última hasta el exceso". "Un carácter extraordinario, que ejerce una notable influencia en el país, al que probablemente terminará gobernado, ha obtenido una popularidad sin límite, y en consecuencia un poder despótico". Ese aspecto de granjero inglés que señala fue casi profético. Los largos y finales años de Rosas los pasó trabajando duramente como granjero, en tierra extraña.

Rosas lo ayudó mucho: caballos y guías que lo llevaron -a Darwin- a Buenos Aires y luego hasta la ciudad de Santa Fe y luego a explorar "nuestro" río Uruguay hasta la desembocadura del rio Negro. De regreso a Buenos Aires se encontró con la revolución contra el Gobernador Balcarce, pero pudo apreciar la belleza de las porteñas. "El general, los oficiales y los soldados, todos parecían y creo que en realidad lo eran, grandes villanos"," pero "los gauchos son muy superiores a los que residen en las ciudades. El gaucho es invariablemente servicial y cortés y hospitalario. Es modesto, se respeta y respeta al país, pero es también un personaje con energía y audacia".

Dos acotaciones. Uno de los bufones le había advertido a Darwin que cuando el "general reía, no perdonaba a nadie". En 1845 corrigió en su diario su opinión sobre Rosas: "los acontecimientos han desmentido esta profecía", en realidad sólo parte de ella.

Cuando estuvo en Mercedes, Uruguay, preguntó "a dos hombres por qué no trabajaban. Uno me respondió, muy serio que los días eran demasiado largos, y el otro que por ser demasiado pobre. Para colmo hay una gran cantidad de días feriados. La policía y la política totalmente ineficientes". Quizás haya aquí toda una teoría de la holganza: la pobreza en sí misma, y el exceso de feriados, conspiran contra el trabajo.

Darwin pasó el estrecho y visitó la costa chilena. Allí, en el pueblo de Los Andes", "donde me alojé por un par de días, conocí en una escuela a un profesor excepcionalmente lúcido, valiente de ideas, claridad expositiva y una profunda sencillez de alma. En el año y tanto que llevo en Chile por primera vez tengo la certeza de estar frente a un gran hombre. Me dejó su tarjeta: Domingo Faustino Sarmiento". Así dice en una carta dirigida a su prima Emma, que sería luego su esposa. Tengo mis dudas sobre esa carta, guardada en un museo chileno. De ser cierta, no sé cómo Darwin no asoció el nombre Sarmiento, con el del famoso explorador Sarmiento de Gamboa, cuyo libro sobre los canales australes llevaba en el Beagle. Tal vez Darwin realmente no sabía juzgar a la gente: dudo que Sarmiento tuviera un alma sencilla, debía tenerla como su famoso adversario, y sobre todo en la conferencia que Sarmiento pronunció el 30 de mayo de 1882,en el teatro Nacional, en la que hace un formidable repaso sobre las teorías evolutivas , reconoce dos cosas: haber conocido al Beagle en Valparaíso, pero no menciona entrevista alguna con el naturalista, y reconoció que nunca" se mostró muy celoso sobre nuestras posesiones australes, pueblos que todavía esperan 'El Dorado', una guerra en rescate de aquel Santo Sepulcro de las ilusiones tradicionales".(Y Vaca Muerta sigue siendo nuestro El Dorado).

¿Conoció Rosas en su exilio inglés los libros de Darwin donde relata su viaje alrededor del mundo (y su estancia entre las provincias del Plata)de 1839, y el escándalo "Sobre el origen de las especies" publicado en 1859 y su 6° edición en 1872? Vivían relativamente cerca, y Rosas estuvo vinculado y se consideró amigo de Lord Palmerston, ministro de la reina Victoria, en la cumbre de su poder Imperial. ¿Supo Darwin lo que le ocurrió a aquel carácter extraordinario que conoció en la pampa? En su exilio Rosas decía escribir tres libros, que no fueron encontrados en la revisión de sus papeles que hiciera Saldías; sí el diccionario sobre el lenguaje de los Pampas, que el mismo Saldías mostró a Renán, quien se ofreció a escribir el prólogo, pero la muerte frustró estas páginas. Darwin intercambió correspondencia científica con dos argentinos: Francisco Javier Muñiz y William Hudson, y los estancieros ingleses siempre le dieron apoyo.

Darwin visitó las Malvinas en dos oportunidades mientras merodeaba estas tierras, que habían sido invadidas recientemente. Cabalgó con los gauchos, podían ser entrerrianos y santafesinos, y valoró mucho el asado con cuero. Pero todo esto hace a la pequeña historia. Para su gran teoría de la evolución, que según algunos fue ´´la mayor y probablemente única evolución antropológica y cultural derivada de una teoría científica¨ encontró en nuestras provincias dos datos valiosos: los fósiles que recuperó en Punta Alta y la distribución de los ñandúes, Faltaba el viaje a las Galápagos donde lo abruma la enorme variedad de las especies.

Cuando desde Chile cruza a Mendoza, además de imaginar el océano golpeando las laderas de los Andes, fue picado por una vinchuca. No es imposible que adquiriera así la enfermedad a la que Chagas más tarde dio su nombre. Su salud fue muy mala en las décadas finales y no faltaron quienes sostuvieron un origen culposo: su teoría había golpeado creencias religiosas muy profundas. Después de todo en su adolescencia su vocación primera fue la Iglesia Unitaria.

Su último encuentro con Fitz Roy ocurrió en la famosa conferencia de Oxford en la que presentó sus teorías, secundado por Huxley, que fue un entusiasta defensor. Furioso,Fitz Roy se aferró a su Biblia gritando: "Ésta es la única verdad". Se suicidó años más tarde. Además de labor de notable cartógrafo Fitz Roy fue un adelantado de los informes meteorológicos, hidrógrafo y creador de una cadena de unidades costeras, que con señales luminosas indicaban a los barcos el pronóstico del tiempo.

Creencias y destinos mezclados: un futuro pastor anglicano convertido en un revolucionario naturalista y ateo; un militar preciso y cruel devenido en granjero en tierra extranjera; un cristiano ferviente que se suicida; un soldado de la campaña napoleónica en Rusia, que construye un rancho en la frontera patagónica; gauchos que parecen aristócratas y generales que parecen delincuentes: como en la vidriera de.....
Fuente: El Entre Ríos

Enviá tu comentario