Los accidentes de auto son un problema en todos los países del mundo. En algunos suponen directamente una situación de emergencia vial, como podría decirse de Argentina, mientras que otros han logrado reducir de forma considerable la cantidad de accidentes. ¿Puede alguna innovación ponerles freno?
En Europa se ha puesto foco en facilitar un mecanismo de respuesta rápido frente a estos siniestros viales. Por lo tanto, se ha vuelto obligatorio desde ahora que todos los autos sean producidos con un botón de emergencia, conocido como e-Call (“botón salvavidas”). El llamado puede activarse de forma manual por el usuario o de forma automática frente a un airbag que se despliega, una reducción drástica de la velocidad o el vuelco del vehículo.
La señal de alarma será enviada entonces a una plataforma informática que distinguirá entre alertas automáticas y manuales antes de remitirlas a los operadores, quienes serán los que establecerán contacto con los ocupantes del auto y en caso de corresponder derivaran el caso a los servicios de emergencia que haga falta (primeros auxilios o asistencia técnica).
Desde hace varios años que se vienen probando diferentes soluciones para los incidentes viales. Por un lado, se han mejorado los mecanismos de seguridad de los nuevos autos, como airbag, frenos ABS, entre otros; además se han masificado ciertas restricciones en el manejo para evitar que se produzcan accidentes (controles de velocidad, restricción de circulación en zonas con condiciones climáticas que dificultan el manejo como en cerros, y muchas más).
Por otra parte, dado que el factor humano es la principal causa de los accidentes, se está probando desde hace muchos años a los llamados autos autónomos. Sin embargo, dos recientes accidentes de estos vehículos vuelven a poner en duda su eficacia.
En América Latina, los accidentes de autos se cobran la vida de más de 85 mil personas por año. A nivel mundial, según la Organización Mundial de la Salud, se estima que mueren 1.300 millones de personas por año como consecuencia de estos, equivalente a 3500 muertes por día. En Argentina, según la Organización Luchemos por la vida, en 2017 se registraron 7.213 muertos, con un promedio diario de 20.
Es claro que hay que frenar esta matanza en rutas y calles. La inseguridad vial no es algo nuevo y en términos de medidas preventivas nuestro país sigue muy atrasado.
No obstante, no se trata sólo de los vehículos, sino también de la educación de los usuarios de estos. Desde el uso del cinturón de seguridad o el caso al uso de teléfonos celulares, la problemática nos afecta a todos.
Cada vez que subimos un avión se nos recuerdan las medidas de seguridad a tener en cuenta. Cada vez que subimos al auto deberíamos repasar cada una de ellas como abrochar el cinturón de seguridad y colocar de forma correcta el apoyacabezas (debe colocarse entre el borde superior de la cabeza y la altura de los ojos y a debe mantenerse una distancia de 4 centímetros como máximo entre la cabeza y el reposacabezas). Lo mismo va para las motos: sin casco correcto no deben ser utilizadas.
Así como el hombre es el principal factor causante de accidentes también puede serlo para evitarlos. Empecemos por nosotros mismos. Las medidas a veces las sabemos, a veces no. repasémoslas y comencemos a manejar de forma segura. Vos mismo y todas nuestras familias y las de otros nos lo están pidiendo.
