A esta cifra se suma otro 10% que tiene algún trabajo pero busca empleo y otro 15% que están subocupados; es decir tienen trabajos parciales por debajo de las 35 horas semanales. Más de la mitad de estos subocupados están buscando un empleo adicional para mejorar sus economías.
En el acumulado entre desempleados y quienes buscan empleo a pesar de tener algún ingreso, Concepción refleja un índice que supera el 25% de la población económicamente activa que está buscando trabajo. Es decir, 1 de cada 4 uruguayenses en condiciones de trabajar está detrás de conseguir un trabajo. Las cifras se midieron durante el primer trimestre de 2021 a través de un relevamiento domiciliario impulsado por la Directora de Producción, Victoria Giarizzo.
Un golpe de nocaut
La situación del empleo se ha agravado con la caída de actividad que representa la pandemia y las restricciones impuestas por la política. Los sectores más afectados (hotelería, gastronomía) se han desprendido de trabajadores y la actividad comercial ha reducido al mínimo la vigencia de los contratos laborales. El cierre de locales en las principales calles céntricas y los candados en salones de fiesta, peloteros, servicios de catering y otros tantos dan cuenta de un golpe de nocaut para estos emprendimientos que ya no volverán a abrir sus puertas. En el medio queda una masa de dinero que representa alrededor de unos 500 millones de pesos al mes en la economía local que dejaron de circular hace tiempo y que costará varios años recuperar.El paraguas del Estado
A diferencia de otras tantas ciudades, Concepción del Uruguay tiene una doble red de contención. La siempre generosa e interminable fuente de empleo estatal, y la mano de obra intensiva de los frigoríficos.Los cálculos proyectados por la Dirección de Producción Municipal dan cuenta que en Concepción hay alrededor de 35 mil personas en condición de trabajar, como parte de la población económicamente activa. De ese total, casi la mitad está a resguardo por el empleo público que incluye el personal y los funcionarios municipales, los empleados públicos, docentes y funcionarios provinciales que reportan en la ciudad, y las numerosas dependencias nacionales que también funcionan en Concepción.
A diferencia de otras ciudades, Concepción cuenta con cargos en la Justicia Federal, fuerzas de seguridad nacionales como Prefectura, Gendarmería, Ejército y Policía Federal y varias dependencias como Anses, Pami, Migraciones, entre otras.
Una red que se rompe
A este “colchón” estatal que alberga a un alto número de personas que perciben un ingreso fijo y cuentan con un empleo estable, se suma el aporte de los frigoríficos avícolas locales que emplean a más de 1000 trabajadores por cada planta y pagan un salario que está por encima de la media. Es una actividad que no ha parado en toda la pandemia y que mantiene estable su planta de personal.Muy a pesar de estas condiciones extraordinarias que generan envidia en tantas otras ciudades entrerrianas, el panorama es preocupante en Concepción del Uruguay. Las oportunidades de empleo hace tiempo que no progresan y a ello se agrega esta brutal caída de actividad que amenaza a los que aún preservan un empleo o alguna forma de ingreso económico.
Los trabajos informales y los cuentapropistas están al tope de la lista de las actividades afectadas, que buscan con desesperación no caerse del mapa y evitar engrosar la nómina de desocupados que crece como consecuencia de las medidas adoptadas.
