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Correr al aire libre es una actividad que practican muchas personas en diferentes partes del mundo. Para cada uno tendrá un significado diferente este deporte. Lo que seguramente no se imaginan en que existen partes del mundo donde practicarlo es dañino para la salud. Sí, porque el aire de la calle está tan contaminado que lastima el cuerpo.

No se trata sólo de un riesgo para quienes deciden estirar las piernas a distintas velocidades, sino también para todos aquellos que decidan ejercitarse al aire libre. La verdad es que incluso trasladarse por estas ciudades es perjudicial para la salud. La diferencia es que el ejercicio agrava la situación.

Entre los extremos se encuentran ciudades como Pekín y Nueva Delhi donde no es poco común ver a sus ciudadanos utilizar máscaras para salir a la calle. En Dakar, los deportistas son los principales perjudicados. Es que el aire durante horas pico de tráfico puede llegar a contaminarse tanto que algunos de ellos pueden terminar vomitando*.

Se puede pensar que es una realidad lejana para la Argentina el tener ciudades donde respirar el aire de la calle sea nocivo para la salud pero sin embargo no es así. De hecho, 85 niños mueren cada año como consecuencia de enfermedades relacionadas con la contaminación del aire según confirma la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Para concientizar sobre los efectos dañinos de esta contaminación, la OMS junto a la Coalición Clima y Aire Limpio (CCAC) lanzaron una campaña mundial “Respira la Vida” en Quito, Ecuador, con el objetivo de disminuir, para 2030, a la mitad el número de muertes que se producen por la contaminación atmosférica*(1).

Sólo 1 de cada 10 personas respira a nivel mundial lo que se podría determinar un aire seguro. Los datos del país no se salvan de esta realidad global: “El aire en Argentina tiene una media anual de 13 µg/m3 de partículas PM2,5. Es 30% más del nivel considerado seguro por la OMS” (…) “El aire de en Buenos Aires tiene una media anual de 14 µg/m3 de partículas PM2,5. Es 40% más del nivel considerado seguro por la OMS”.

La esperanza radica en que aquellas ciudades que tomaron medidas al respecto han logrado obtener mejoras significativas. Así lo manifestó el experto en salud de la OMS Carlos Dora para la agencia AFP: “La mitad de las ciudades de países de altos ingresos que llevan un control de la contaminación atmosférica disminuyeron en un 5% los niveles de contaminación entre 2008 y 2013. Y lo mismo pasó para un 1/3 de los países de rentabilidad baja y media que llevaron controles”.

Todavía estamos a tiempo de reducir la contaminación del aire. No hay necesidad de llegar a ser Dakar donde las personas que se ejercitan al aire libre terminan sacando grumos negros de sus narices luego de realizar ejercicio. Tampoco tenemos que permitir que lleguemos a niveles de ciudades de países vecinos como San Pablo, con un índice 60% arriba del nivel seguro.

¿No será mejor aspirar a convertirnos como Sídney, Australia, que se encuentra 20% debajo del nivel seguro? Si se toman medidas se puede hacer una diferencia. Respirar un aire seguro no es sólo un derecho es indispensable para nuestra supervivencia. No lo olvidemos.

*Para leer más sobre la situación en Dakar, recomiendo la nota del New York Times en Español En Dakar, ejercitarse al aire libre se vuelve un riesgo a la salud. Link: https://www.nytimes.com/es/2019/03/08/contaminacion-aire-ejercicio/?rref=collection%2Fsectioncollection%2Fnyt-es

*(1) Para enterarte más sobre esta campaña y la contaminación del aire en las principales ciudades del mundo ingresa a http://breathelife2030.org/
Fuente: El Entre Ríos Edición Impresa

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