La información emitida agrega que esa financiación tiene como objetivo el desarrollo de un programa de integración regional, con componentes de infraestructura aeroportuaria, productiva y turística para la misma.
Luego del anuncio se escuchó al secretario de Planeamiento de nuestro gobierno provincial señalar que el mismo significa posibilidades de financiación “no solo en la terminal y nuevo aeropuerto de Concordia, sino también en un componente muy importante para la provincia como es el desarrollo de la región de Salto Grande en el área turismo y producción, como en el paso de frontera”.
Luego de lo cual insistió en el hecho que en relación a los aspectos productivos ello significará la posibilidad de un mayor desarrollo en el sector frutícola y hortícola, sin entrar en mayores detalles. Sucedió lo mismo cuando hizo referencia a que el crédito anunciado significaba la posibilidad del fortalecimiento del turismo regional.
Luego de lo cual insistió –utilizando lo que es de suponer que en la gacetilla respectiva se tradujo en el empleo de un lenguaje rebuscado y hasta casi incomprensible- que el crédito abría la posibilidad de una optimización en el uso de la obra del aeropuerto.
Toda la información transcripta da la impresión –que puede ser errónea- que al machacar con el hecho que el objetivo del programa es contribuir al aumento de la competitividad de los sectores productivos y de servicios turísticos de la Región de Salto Grande, se está diciendo la verdad pero… no toda la verdad.
Es que se hace presente la sospecha de que en esa enunciación global cabría la posibilidad de que se buscara minimizar el hecho –por otra parte incierto- que el destino del crédito se focalizaría de una manera prioritaria en la reconstrucción del aeropuerto de la ciudad de Concordia, de manera de adecuarlo no a las necesidades de la región sino al programa de desarrollo del transporte aéreo, en cuya ejecución está empeñado el gobierno nacional.
Es que de ser así las cosas, nada de lo que se ha dicho seria inexacto, aunque lo único que restaría es de una manera explícita conocer el núcleo del plan que de esa forma se financiará, ya que, en concreto, que en nuestra región se cuente con un aeropuerto en condiciones de que se efectúen vuelos de cabotaje e internacionales significará no solo la promoción del turismo regional, sino también la posibilidad del envío al exterior de cargamentos de fruta y verduras de producción local, como es el caso del arándano.
De cualquier manera, no está demás preguntarse para qué momento quedan las programadas obras desde el mismo inicio de la planificación del complejo de la Represa de Salto Grande, de una “escala para peces” y de un canal anexo a la represa que permitiría hacer posible la navegación por el río Uruguay hasta mucho más arriba de Concordia.
Y también el objetivo del desarrollo ictícola del agua del embalse, como del empleo de esa misma agua para la irrigación de tierra productiva del interior de nuestra provincia, tema respecto al cual han existido hasta ahora varios intentos fallidos.
