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Comercios cerrados por la cuarentena
Comercios cerrados por la cuarentena
Comercios cerrados por la cuarentena
A propósito o no, seguimos envueltos en la lógica del falso dilema que nos plantea el gobierno nacional en la figura de Alberto Fernández. No se trata de elegir entre vidas humanas y la economía como nos ha sugerido, sino de preservar vidas mientras luchamos por no terminar de matar del todo a la economía. Es que frenar a una economía, sobre todo una tan débil y frágil como la nuestra, es tarea fácil pero volver a ponerla de pie una tarea mucho más compleja.

Fue sentido común poner esta cuarentena en marcha en tiempo y forma, pero es sentido común también evitar alargarla demasiado con el riesgo de que el remedio sea peor que la enfermedad. Con la economía hecha pedazos, lo conveniente sería volver gradualmente a la normalidad pero con testeos masivos que lamentablemente hoy no tenemos. A la fecha Argentina sigue testeando unas 600 personas por día, lo que en la práctica significa que - y a pesar de todo lo que se dice- estamos volando ciegos en la oscuridad.

Mientras anhelamos por una normalidad que tardará en volver, -a pesar de que parece se ha logrado el objetivo de achatar la curva y evitar el colapso de nuestro sistema sanitario-, seguimos conviviendo con ciertos gaffes del estado nacional que no varían demasiado aun cuando la bandería política cambie. Aunque casi siempre evitables, ahora nos toca lidiar con el escándalo de las compras de alimentos por parte del Ministerio de Desarrollo sin licitación y a precios harto inflados. También con la genial idea del kirchnerismo duro de proponer cobrar más impuestos a contribuyentes exhaustos cuando la norma en el resto del mundo es cobrar menos -no más- y con la expectativa cierta de que el sector privado sea la llama que vuelva a encender la economía.

“El desafío es salvar vidas sin terminar matando del todo a una economía que ya estaba moribunda”

Y ni hablar del desastre que significa tener al sector bancario cerrado durante semanas. Es bien sabido que el sistema financiero es el aceite y también la grasa que hace que el motor de la economía se lubrique y funcione como corresponde, de ahí que en todo el mundo, salvo aquí, porte el rótulo de servicio básico esencial, con puertas abiertas a lo largo y ancho del mundo durante esta crisis. Devolución de favores al sindicalista bancario Sergio Palazzo dicen algunos, difícil saberlo pero algo hay. Y ya que hablamos de este personaje, bien vale la pena recordar que los dos diputados nacionales- y discípulos suyos- que vienen de La Bancaria son los que han impulsado precisamente el recién mencionado proyecto de ley para subir impuestos.

En cuanto a Entre Ríos y en referencia a estos dos temas un par de reflexiones. En primer lugar, debe decirse que la lentitud del sistema financiero a nivel local es casi exasperante. En todas las localidades de la provincia las sucursales bancarias han estado poco menos que de vacaciones, con muy pocos reflejos frente a la crisis. Mientras en la ciudad y la provincia de Buenos Aires las pymes han tenido disponibles desde hace ya unos cuantos días una línea de préstamos en pesos al 24% para pagar sueldos y salarios, aquí recién este martes la provincia anunció, luego de que ministros de Bordet se reunieran con funcionarios del Bersa, que habría mil millones de pesos a disposición y con ese mismo propósito. Demasiado poco y demasiado tarde, con muchas empresas en la provincia que todavía no han podido abonar los sueldos de Marzo. No cuesta imaginarse que será aún más cuesta arriba para todas ellas pagar los de Abril cuando los ingresos son cero o poco más que cero.

”En Entre Ríos no hay que dejar que con la excusa de la emergencia volvamos al descalabro institucional. Afortunadamente, Bordet parece entender la cuestión”

La otra tiene que ver con el anuncio del gobernador Bordet el otro día a esta página, cuando se manifestó firmemente en contra de la posibilidad de que nuestra provincia emitiera cuasimonedas. Aunque pasaron algunos años, todavía está fresca en la memoria de la mayoría de nosotros esos tiempos de descalabro institucional que terminaron con Entre Ríos emitiendo federales, una suerte de moneda que era poco menos que papel pintado.

Más allá de lo que hagan otros, como podría ser el caso de Santa Fe donde sí se está discutiendo seriamente esa posibilidad, aquí el sentido común debería indicar que ese es un camino que no queremos ni debemos recorrer. Ordenado y celoso de los números, algo que todos debemos reconocer en el gobernador, Bordet seguramente opte por abordar el problema con prudencia fiscal, muy posiblemente y aunque suene antipático por el lado de los gastos considerando que los ingresos se han caído en picada, y manteniendo al mismo tiempo un diálogo abierto con el presidente para que el estado nacional nos asista como corresponde y echando mano aunque sea a una pequeña parte de la gran emisión monetaria que el Banco Central instrumenta por estos días. Si vamos a sufrir más inflación, sería lógico poder disfrutar de su casi único y exiguo lado positivo.

Finalmente, será interesante ver cómo las autoridades provinciales se las arreglan para impulsar en nuestro territorio una salida algo más rápida de la cuarentena que en el promedio nacional, considerando sobre todo que en nuestra provincia no tenemos los problemas de aglomeración que sí sufre Capital Federal, conurbano bonaerense, y en menor medida Córdoba capital y Rosario. Superada la crisis sanitaria, es sabida que la crisis económica, -que ya venimos sufriendo desde hace un buen rato-, promete tomar dimensiones relevantes, y esto apelando a un adjetivo suave.
Fuente: El Entre Ríos

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