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Una temática nada habitual que nos incomoda

Lo expreso de ese modo, por cuanto su contenido está necesariamente cargado de referencias personales, ya que las mismas vienen a servir para ilustrar un estado de cosas que lo trasciende, y cuyo análisis objetivo es en realidad mi propósito.

Por Rocinante

Es que mi intención es procurar avanzar en un análisis referido a la situación del peronismo, considerándolo como un conglomerado complejo; (sin que deba verse en esa descripción una calificación peyorativa) ya que en lo que sigue se hace abstracción de principios y doctrinas y también de su historia, para referirme a como lo veo hoy y aquí en nuestra provincia.

Por otra parte, considero que el mismo -a pesar de ser un ejercicio circunscripto a la situación provincial- que sus conclusiones pueden ser extrapoladas, más allá de que en cada una de las otras provincias se pueden registrar diferencias en función de la presencia de factores y peculiaridades locales, a todo el resto del país.
Los peronistas no son todos una misma cosa
De esa manera debo dejar sentada mi posición donde frente a los avances en el amontonamiento que pretende culminar en un amuchamiento total de grupos con posturas contradictorias y conductas éticamente opuestas, que lo único que tienen en común es la marca con la que se presentan, se ha comenzado a escuchar machaconamente que todos los peronistas son una misma cosa.

Máxime teniendo en cuenta que más allá de las variaciones que se pueden dar en su presencia, entre segmentos etarios, culturales económicos y sociales, segmento este último que incluye a casi todos, lo cierto es que el peronismo corta de una manera vertical y no horizontal de la sociedad.

Inclusive para corroborar lo afirmando, no solo es hasta cierto punto acertada la afirmación que los argentinos somos todos en medidas diversas peronistas, sino que pasa inadvertido que hasta los antiperonistas más recalcitrantes participan de esa condición. Ello así, en cuanto al ser su contracara, su supervivencia está radicalmente unida a la de aquellos que son su razón de existir.
Notas que estimo distintivas en el peronismo entrerriano en la actualidad
La primera de ellas tiene que ver con la circunstancia que a la pretensión de amuchamiento a la que se asiste va más allá de tratar de hacerlo con los del mismo palo, sino que se han echado las redes para buscas pescas en un espacio más amplio.

A ese respecto debe tenerse en cuenta que el Frente Justicialista Creer Entre Ríos está conformado por el peronismo oficialista de Entre Ríos, además del Partido Justicialista (PJ), integrarán la alianza el Movimiento por Todos que preside Javier Schnitman; el Frente Grande, cuyo titular es Nelio Calza; el partido de la Cultura, la Educación y el Trabajo que preside el ex titular de Camioneros, Antonio Alizegui; el Frente Entrerriano Federal que responde a Jorge Busti; el Partido Compromiso Federal presidido por Alejandro Jacobi; Unión Popular, cuyo titular es Ricardo Carelli y el Partido del Trabajo y el Pueblo, encabezado por Carlos Retamoza. Este armado contaría además con el respaldo de la Unión Ciudadana, que no es una fuerza política autónoma reconocida en Entre Ríos, pero que representa a los sectores peronistas más identificados con la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner.

A lo cual debe tenerse en cuenta, el hecho grave que en ese amuchamiento no se ha puesto como límite para incorporarse al mismo, la ausencia de toda sospecha de venalidad en quienes son admitidos. Se podrá decir que soy pato de otro charco, dado lo cual no tengo derecho a meterme en los que sería cuestiones internas de ese amuchamiento.

Es que considero que lo que cabría denominar el caso Urribarri es una situación que nos interesa a todos, en cuanto abochorna a todos los entrerrianos.
El caso Urribarri
Al referirme a él, me circunscribo al último episodio de la larga zaga que tiene por protagonista a nuestro comprovinciano, al que fue ungido por los diputados provinciales de nuestra provincia como Presidente reelecto de la Cámara que integran.

Es que como hecho reciente habría que mencionar, lo señalado por la revista paranaense Análisis, la que recuerda que entre el 2012 y el 2015 hubo un intenso movimiento de dinero, en la recaudación para la campaña de "Urribarri presidente", pero también fue el período donde, por lo menos durante dos años, se instaló la mesa de dinero del Senado, que incluso se está investigando en la Fiscalía Federal de Paraná y que tiene como denunciados a Juan Pablo Aguilera y al ex ministro de Gobierno, Mauro Urribarri, que eran quienes manejaban las partidas presupuestarias y los contratos "legales" y los "truchos".

Tan grave como eso resulta el hecho señalado también por la mencionada revista que, desde la justicia, siguen esperando a que se dignen a cumplimentar los requerimientos y no solamente hablen de la necesidad de transparencia, sino que, además, la lleven adelante.

Se trata de la circunstancia de que la fiscal Anticorrupción del Poder Judicial entrerriano, Cecilia Goyeneche, solamente recibió menos del 30 por ciento de la información requerida al presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Urribarri, hace cuatro meses, en el marco de la investigación judicial por la causa de los contratos legislativos truchos. Según la misma fuente, Urribarri solamente ordenó que se envíe información del segundo semestre de 2013 y todo 2014. Por ende, pese a los reclamos, adeuda detalle de contratos de 2012, medio período de 2013, 2015, 2016, 2017 y 2018.
Urribarri y Bordet
Nadie ignora los estrechos vínculos que unieron a nuestro gobernador Bordet con Urribarri a lo largo de una trayectoria política que en muchos tramos puede considerare común. Pero se suponía que, de una manera elegante, Bordet había comenzado a deshacer esa relación en principio asimétrica que los vinculaba, y que aquel iba invirtiendo sin estridencias a su favor. Inclusive, cabe señalar que la única razón que justificaba el desdoblamiento de las elecciones provinciales frente a las nacionales, era buscar una alternativa que le permitiera despegarse de Urribarri y de Cristina.

Ahora esa estrategia ha perdido su razón de ser, a un costo económico que tenemos que soportar todos los entrerrianos, ya que se trata de fondos públicos los invertidos en esas elecciones anticipadas a las nacionales.

A la vez no acaban aquí las concesiones, porque además de que se lo vio a Bordet yendo al pie, al visitar a Cristina, tiene que negociar (!!) el número de candidatos para diversos cargos con Urribarri, que incluye la candidatura a senador nacional de este último, a través de la mediación de un Alberto Fernández reciclado, que ha venido como embajador de Cristina.
El pecado original del peronismo
Soy consciente que a lo largo de la vida nadie está exento de la necesidad de tragarse uno o varios sapos. Pero todo tiene un límite. Límites a los que el peronismo le cuesta más que a otros respetar, ya que parece no hacerle asco a nada ni a nadie a la hora de efectuar reclutamientos, mantener los reclutados en su seno y readmitir a los que por algún motivo han dejado de serlo. Y ese es su pecado original. Y al respecto no entro a ejemplificar, porque buscando ser respetuoso, intento que nadie se considere tocado.

Y se trata de una cuestión no menor, no solo porque todo pecador puede enmendarse y es en este caso lo que se desea y se espera, sino porque no se puede soslayar que, como consecuencia del ingrediente de ejemplaridad que contiene el peronismo, ese pecado es una explicación del alto nivel de tolerancia a la corrupción que resulta evidente en la sociedad argentina.
Fuente: El Entre Ríos

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