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Como hemos planteado en la columna anterior, para cualquier tipo de organización es imprescindible definir objetivos y los correspondientes planes de acción para el alcance o la concreción de los mismos. Ahora bien, esa definición de objetivos y su consecución requieren de un presupuesto necesario para su realización.

La primera definición que debemos tener en cuenta es que la elaboración del presupuesto no es una tarea exclusiva del área financiera-contable; por el contrario, es responsabilidad de todos los responsables que deben alcanzar determinados resultados.

El presupuesto es el mejor instrumento que facilita organizar lo planificado y las tareas o trabajos requeridos. Permite además comenzar a conocer realmente el negocio o el fin de la organización en la que se actúa, principalmente a quienes recién se inician como líderes o gestores; es el mejor camino para comprender cuales son los factores y recursos claves del negocio o del fin de la organización.

Con la elaboración del presupuesto es posible integrar de manera anticipada las actividades y la contribución de una unidad y de la empresa o institución como un todo.

El Profesor Malik plantea en uno de sus libros que adicionalmente el presupuesto es la mejor herramienta para la integración de los colaboradores. Como bien sabemos, es un deseo permanente de las organizaciones que todos sus integrantes formen una gran familia y por ello sostiene que para saber cómo y dónde deben revisarse lo planificado, los desvíos de lo previsto y los supuestos o premisas que no se dieron en la planificación, es necesario contar con un presupuesto elaborado previamente.

La integración y compromiso de los colaboradores se cristaliza cuando se comprende cuál es el aporte individual y colectivo del grupo al cual se pertenece. Por otro lado favorece el proceso de comunicación entre los miembros de la organización.

Por esta razón debemos asumir que la elaboración del presupuesto no es solo una responsabilidad de los financistas o contables.

Muchas veces ocurre que la elaboración del presupuesto es una proyección actualizada del pasado, del año o años anteriores y no de un planteo que abarque no solo los objetivos del próximo año sino que también es necesario contemplar el largo plazo.

Peter Drucker sostenía que:

“LA PLANIFICACIÓN A LARGO PLAZO NO ES PENSAR EN DECISIONES FUTURAS SINO EN EL FUTURO DE LAS DECISIONES PRESENTES”

Es imposible ser efectivo si antes no se decide qué es lo que se quiere lograr, aún cuando esa respuesta por naturaleza contenga un importante grado de incertidumbre, tema que ya hemos planteado cuando nos referíamos a Los Cisnes Negros.

El humorista catalán Jaume Perich alguna vez describió la ejecución del presupuesto con la construcción de las pirámides:

“EL PORQUÉ DE LAS FORMAS DE LAS PIRAMIDES ES MUY SIMPLE, A MEDIDA QUE SE IBAN CONSTRUYENDO, SE ACORTABA EL PRESUPUESTO, SE ACORTABA EL PRESUPUESTO…”

La definición de una estrategia, de los recursos humanos, de los desafíos del mercado, de la innovación y de la creatividad aplicada, de los impactos ambientales, son elementos ineludibles a considerar en la planificación y en la consecuente elaboración del presupuesto.

Acompaña a este proceso la decisión de qué es lo “que hay que dejar de hacer”, muchas veces olvidada pero trascendente para la existencia y continuidad de la organización de que se trate.

Las organizaciones son construcciones legales que por sí mismas no resuelven ni hacen nada. Son las personas o colaboradores que la integran las que hacen a una organización, de allí la importancia que adquiere el recurso humano en la era del conocimiento, para ser eficaz y contribuir a la calidad de vida de la sociedad.

En nuestro país y en nuestras circunstancias, no puedo dejar de relacionar la definición anterior y la calidad o educación de nuestros gobernantes. Lo que se ha visto en los días previos y posteriores a las elecciones primarias ha sido muy triste y doloroso.

En estas semanas debe definirse el presupuesto nacional para el próximo año. Cuesta imaginar un presupuesto que contemple, además del año 2022, qué será necesario hacer en los próximos 15 o 20 años para transformar la realidad actual.

Para quienes gobiernan es determinante que asuman la responsabilidad para la cual fueron elegidos y recuperen la autoridad desde lo ético y moral y no desde el poder mismo.

“QUIENES MÁS SUFREN EN UNA CRISIS SON QUIENES NO JUGARON NINGUN ROL EN CREARLA” - Joseph Stiglitz Premio Nobel en Economía año 2001
Fuente: El Entre Ríos

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