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Colón, Buenos Aires, Frankfurt, Ginebra, Sion y Savièse… El recorrido.

Aunque el avión partía a las 17:50 desde Ezeiza a Frankfurt, Sara, Maira y familia prefirieron salir con tiempo desde Colón, a las 7 de la mañana… Es sabido que en Argentina las manifestaciones y los cortes de ruta son moneda corriente y pueden retrasarte todo un día. Pero llegaron bien. Temprano. Tranquilas. El primer viaje en avión de Maira y Sara.

Después de varias horas de espera, realizaron el check-in y despacharon las maletas… Momento que casi infartó a Sara al ver con la violencia que caían desde la cinta transportadora (su termo iba ahí dentro).

Luego, besos y abrazos, y un ¡hasta pronto! (okey, después de cruzar la puerta que las llevaba hacia el control de seguridad, sin que nadie las viera, dejaron escapar algunos lagrimones… de emoción, de alegría, de nervios, de expectativas, de nostalgia, de “no lo podemos creer”, de largos etcéteras).

El control de seguridad

Desde la fila veían a los guardias abrir valijas, palpar a los pasajeros, y en repetidas ocasiones se escuchaba sonar el timbre.

Esa situación las puso un poco nerviosas. Tanto que la persona que estaba delante de Sara levantó los brazos al pasar el arco detector de metales, y ella, en un acto reflejo hizo lo mismo (y Maira también)… más que un control de seguridad parecía un asalto.

No sé qué caras habrán puesto estas dos argentinas que los de seguridad terminaron a las risas y preguntándoles hacia donde iban y demás yerbas.

Sala de embarque. Avión. Gigante, monumental. Ventanilla. Sonrisa de oreja a oreja.

Despegue progresivo… vuelo tranquilo, pocas turbulencias. Y una vista inolvidable.

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Después de 13 horas de vuelo, de las cuáles habrán dormido 3 o 4 (los asientos eran realmente incómodos), llegaron a Frankfurt.

Tensión

Alemania las recibió con un día frío y gris. Con un aeropuerto gigante, tanto que los trabajadores se desplazaban dentro del mismo en bicicletas y pequeños autitos.

Para viajar hacia Ginebra había dos horas de espera. Sólo debían pasar el control de seguridad y llegar al avión.

Primer control: una funcionaria policial pidió pasaportes, boletos, motivo del viaje y la invitación al país (por escrito, por supuesto). Después de varios minutos de estudiar minuciosamente toda la documentación, pasaron al siguiente nivel.

Segundo control: migraciones. Una fila muy larga, tanto que tardaron más de una hora allí.

El detector de metales sonaba sin parar. Había muchas personas siendo inspeccionadas al mismo tiempo. Los de seguridad ya no se veían simpáticos.

Aunque Sara pasó el detector de metales sin problemas, al final tuvo que desarmar su bolso de mano delante de un agente para poder pasar el control.

Y Maira, parece, era la más sospechosa de las dos: cuando pasó, sonó el detector de metales. La llevaron a una casilla reservada para inspecciones manuales y la palparon minuciosamente de arriba a abajo: terminó sentada en el suelo, sin zapatillas y esperando a que se las devolvieran, porque debieron pasar por un escáner.

Aunque hacía mucho frío, las dos continuaron su rumbo, muertas de calor, en remeras mangas cortas… Menos mal, ¡porque sólo quedaban 10 minutos para ir al avión! Luego de correr olímpicamente (literalmente hablando) por dos pasillos interminables, dos ascensores y una escalera mecánica, llegaron al tercer y último control.

Una agente muy simpática, la única que hablaba francés (todos los otros sólo hablaban inglés y alemán), chequeó los pasajes, pasaportes y recomendó, amablemente, abrigarse.

Lo siguiente fue tomar un colectivo que llevaba a todos los pasajeros al avión.

Ahora sí, ¡chau Frankfurt, hola Ginebra!

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Una hora después, llegaron al aeropuerto suizo. Con ansias esperaron a sus valijas, que en cuestión de minutos estuvieron allí (milagrosamente, ¡el termo sobrevivió!). Y luego, la bienvenida.

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Gracias!

Un rato en auto hasta Sion, café con “panetonne” para reponer energías y minutos más tarde, llegaron a una casa bellísima, en Granois (Savièse),
donde las esperaba la anfitriona con una cena exquisita, para darles la bienvenida a su nueva casa, por los próximos tres meses.

Próximo post: Suiza!!!!!!!!!!

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