Comenzaba diciembre de 2009.

Al igual que ahora, Concordia estaba inundada no sólo por el río Uruguay sino también por las miserias de su dirigencia, que flotaban sobre la superficie de las turbias aguas embravecidas.

Bordet se enojaba con Busti


"No es momento de hacer elucubraciones de café sino de aportarle soluciones a la gente" le contestaba el entonces intendente Gustavo Bordet a Jorge Pedro Busti, en aquella época presidente de la Cámara de Diputados de Entre Ríos.

Bordet tradujo a palabras su enojo de aquel momento con Busti: "Mi lugar es el de trabajar por los problemas de la gente y dedicarme a eso. Para eso me eligieron, no para hacer elucubraciones de café que realmente no corresponden".

También el gobernador de aquella época, Sergio Daniel Urribarri, le salió el cruce a su mentor, haciendo gala de otro estilo, más directo: "En las crisis siempre alguien muestra la hilacha".

Busti, que en 2009 estaba enfrentado al kirchnerismo, había cuestionado a los "técnicos de CTM" porque "les importa generar energía, quizá priorizan eso y no los seres humanos que viven y habitan aguas abajo de la Represa".

El argumento ya no era una novedad en aquel 2009 y mucho menos lo es en 2017. Se trata de una cantinela tan trillada, tan calcada de una creciente a la otra, tan desgastada como las promesas de que algún día Concordia logrará adaptar su planta urbana a las inundaciones de manera tal de que no haya más evacuados.

Palos porque desembalsas y palos porque no desembalsas


Una rápida consulta al archivo digital permite hilar aún más fino y ver qué le reprochaba Busti en 2009 a la CTM dependiente de Cristina Fernández de Kirchner. "¿Por qué no se hizo una operación de desembalse, de bajar a 32 metros el lago, para tener margen de maniobra?", cuestionaba.

¿Y qué le recrimina Busti hoy, en 2017, a la CTM que depende de Mauricio Macri? Lo contrario: "Se ha hecho una operación de desembalse muy grande, a pesar de que la represa puede jugar hasta los 37 metros, conteniendo el agua. Lo primero que se hizo fue largar agua e inundar todo Concordia".

Además de la respuesta política, en 2009 a Busti le contestaron los técnicos. Por ejemplo, el jefe de Hidrología de la Comisión Técnica Mixta de Salto Grande, Manuel Irigoyen, que aún sigue en su cargo: "Quienes realizan críticas tendrían que tener un poco más de conocimiento sobre cómo funciona este sistema porque carecen de fundamentos. Cuando estamos en situación de creciente, priorizamos la vida de las personas por encima de los requerimientos energéticos. Así se trabaja".

Irigoyen remataba: "Ya es sabido que cuando llueve los ríos crecen, y alguna atenuación hicimos. Si no estuviera la represa el río crecería sin que uno supiera a dónde está yendo. Las ciudades tienen un reporte nuestro, y tienen como 24 horas como para moverse. Cuando el río está creciendo lo hacemos crecer durante el día, a la noche lo dejamos estable de manera que no haya evacuados, lo que no sería posible sin represa. No tenemos más remedio que tener evacuados, pero por lo menos se puede hacer la evacuación en forma más o menos ordenada".

Siervos inútiles


En 2009 aún vivía el cura Andrés Servín, que junto a los vecinos había luchado incansablemente para lograr que se construyera la Defensa Sur, la obra de infraestructura más relevante que encaró Concordia para enfrentar el flagelo de las crecidas del río, y que desde su inauguración protege a aproximadamente 25 mil habitantes.

En aquella ocasión, 8 años atrás, Andrés confesó que los vecinos de las barriadas de la Gruta de Lourdes siempre pensaron que luego de que se concretara la obra se iba a crear la necesidad de defender toda la ciudad con distintas formas de defensa. "Acá se hizo un terraplén en toda la zona porque evidentemente la defensa va por afuera, por la zona de campo. En otras partes de la ciudad habrá que estudiar cuál es la mejor forma", decía.

Consciente de que los dirigentes, una vez que bajan las aguas, se olvidan pronto del asunto, Servin insistía en que sólo la movilización de los vecinos podía dar como resultado que aparezcan las soluciones definitivas: "la gente que ha sufrido tiene que pelear una solución al problema".

El curita no disimulaba su malestar ante los gestos demagógicos que proliferaban especialmente en medio de las inundaciones. Su prédica intentaba taladrar las conciencias, como en la inauguración de la Defensa, cuando atajó a los políticos que se peleaban por salir en la foto con la bíblica sentencia: "Siervo inútil, no has hecho más que cumplir con tu deber".

En este triste, gris y lluvioso junio de 2017, viene bien recordar a Servin a manera de contrapeso, ante tanta chatura, ante tanta bajeza, ante tanta ligereza. Si nos dejamos inspirar por su ejemplo, tal vez llegue el día en que una creciente nos encuentre habiendo hecho las obras que aún restan para que nunca más haya evacuados, no sólo en Concordia sino también en todas las demás localidades costeras.

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