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El intendente con dos hijos que cobran IFE
El intendente con dos hijos que cobran IFE
El intendente con dos hijos que cobran IFE
Sierra Colorada es una localidad de la provincia de Río Negro. La misma tuvo su origen en 1911, al llegar al lugar el Transporte Ferro-carretero a San Carlos de Bariloche. En 1939 obtuvo el reconocimiento oficial como tal, por parte de las autoridades del entonces territorio nacional. Cuenta en la actualidad con aproximadamente 1500 habitantes y su actividad económica se basa en la cría de lanares y en minería de piedra pórfido para baldosones y revestimientos. Su actual Intendente, de ascendencia indígena, es Fabián Pilquinao.

¿Cuál es la razón de que todo lo hasta aquí dicho, venga a cuento? Lo es porque al filo de la semana, se hizo pública la información que dos hijos del intendente, veinteañeros ambos, eran beneficiarios del Ingreso Familiar de Emergencia (IFE), dispuesto en el marco de la emergencia sanitaria por el gobierno nacional, para trabajadores informales y monotributistas de las primeras categorías.

En su defensa pública, en entrevistas por canales televisivos mediante, Pilquinao reconoció que sus hijos, quienes carecían de trabajo formal, efectivamente estaban acogidos a ese beneficio, destacando que su sueldo como intendente era apenas superior a los 60.000 pesos mensuales.

Debemos admitir que no conocemos concretamente el cuadro de situación de Sierras Coloradas, pero hecha esta salvedad, atendiendo a la denuncia y la explicación que ella obtuvo por respuesta, se nos ocurre que nada se puede decir contra Pilquinao, en relación a la situación descripta. Y que, inclusive, existe por lo menos una cosa que cabría decir a su favor.

Es que debe advertirse que en la situación mencionada, al menos en apariencia, procedió en la forma totalmente opuesta a la que es tan frecuente, que hasta se ha vuelto común, en la materia. Con jefes comunales que llenan la administración no solo nombrando amigos y allegados, sino incorporando a esa misma administración a familiares en distintos grados.

A lo que no es disparatado suponer que se sume también algún o alguna “ex”, como forma de alivianar la carga del pago de cuotas alimentarias. Al tiempo que, por supuesto, se incluye a las esposas o esposos de esos funcionarios o funcionarias, apelando a motivaciones varias, entre las cuales no falta el apego, preñado de confianza, que para su cónyuge sienten.

Quiere ello decir que es casi un hecho hasta encomiable el proceder de ese alcalde, que pudo apelar –y no lo hizo- a ubicarlos a ambos hijos en un cargo municipal. En las antípodas de la manera de proceder del ex presidente Menem, quien cobra un beneficio contemplado legalmente por haber ocupado el cargo de primer magistrado, por ser ese emolumento mayor al que ha renunciado a percibir, como dieta de senador. Y como cuestionablemente ese beneficio a los que fueron presidentes se trasmite a su cónyuge a su muerte, posiblemente no están mal rumbeados quienes sospechan que su anunciado matrimonio con la madre de sus dos primeros hijos, de la que no solo se había divorciado, sino que había efectuado “su lanzamiento” de la residencia presidencial en la que ambos vivían, sin convivir, es la de tranquilizar su conciencia con una reconciliación tardía, la que provoca sospechas. O de no ser así se estaría, según los que así especulan, ante una muestra de generosidad, ya que daría a Zulema Yoma la posibilidad de empezar a percibir el beneficio del que ahora goza su esposo y que hemos antes mencionado, en el caso de convertirse de esposa reincidente en viuda.

Todo eso en el caso que antes de que fallezca el político riojano, no hayan sido rechazados por la Suprema Corte de Justicia de la Nación los recursos por él interpuestos contra sentencias por las que se lo condena penalmente por su autoría de delitos graves; recursos frente a los cuales ese tribunal “descansa”, y que ante esa circunstancia no se proceda como en el caso del vicepresidente Amado Boudou, que ahora nos despachamos con la novedad que sus días de prisión por condena judicial firme han sido en realidad jornadas en las que, día a día, estuvo acumulando las cuotas impagas del mismo beneficio. Una forma de ahorro, que en algún momento se puede transformar en un beneficio similar, para sea quien fuere su última esposa.

Nada que pueda sorprender, si se tiene en cuenta que según un reciente recordativo, “el Adolfo” Rodríguez Sáa cobra el mismo estipendio por haber ocupado la presidencia por el término de dos semanas.

Un caso muy parecido al de Enrique Bacigalupo, ex ministro de Héctor Cámpora, durante los 43 días de su presidencia, y que después de ello siguió cobrando un beneficio por haber sido ministro, engordando su bolsillo en medio millón de dólares, hasta el momento en que… “le cortaron el chorro”. Dicho lo anterior sin dejarle de reconocer su brillante formación jurídica, la que le permitió, con el añadido de contar con doble nacionalidad, llegar a integrar una Cámara de Justicia en España.

Aunque por lo menos en forma pasajera, lo tendremos seguramente muy pronto de vuelta al país, en su carácter de miembro del “comité de sabios” que ha designado el Presidente Fernández, con el objeto de elaborar un proyecto de “reforma integral” de nuestro sistema judicial, comité al que un agudo periodista le ha dado el nombre de “comisión Beraldi”, teniendo en cuenta la circunstancia que Carlos Beraldi es el abogado de la ex presidenta y actual presidenta del Senado, en los numerosas procesos en los que se la juzga por la comisión de delitos varios.

Por lo que se ve no se puede negar el “carácter asistencial” de nuestro Estado nacional, que muestra la particularidad de que los “mayores asistidos”, son los que es de suponer cuentan con mayores “posibilidades” en materia económica.

No podemos entre tanto dejar de mostrar nuestra sorpresa, al no ver incluido en ese número de beneficiarios a María Estela Martínez de Perón, a la que suponemos en su lugar de retiro madrileño. Cobrando en dólares, libres del impuesto solidario y convertido al cambio oficial su mensual emolumento.

De donde paradojalmente viene a compartir con argentino o familiares suyos que durante su presidencia mandó “aniquilar”, un beneficio, el cual, pensando en estos últimos, ha dispuesto nuestro Banco Central al exceptuar del pago del impuesto solidario que el Gobierno creó para grabar y desalentar la compra de dólares a los descendientes de desaparecidos y personas que hayan percibido indemnizaciones por ser reconocidas como víctimas del Estado argentino. De donde, de esta manera, suponemos que ella tampoco pagará el tributo de 30% que se paga a la hora de comprar divisas extranjeras al cambio oficial.

Indudablemente es para ponerse a pensar en “las vueltas que da la vida”.

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