todas las cosas tienen música
del sol de los hombres
(Toda la vida tiene música hoy Luis Alberto Spinetta)
Silvina: ahí te paso los teléfonos de Julián Presas, musicoterapeuta.
Yo: ok, muchas gracias. ¿Y qué le pregunto? ¡¿Qué es la musicoterapia?!
Silvina: jaja y sí. Preguntale todo así nos informamos.
Palabras más, palabras menos, fue la charla de producción que tuvimos en vísperas de un nuevo programa de radio.
Entonces, ¿qué es la musicoterapia? Hasta el día de hoy no hay un común acuerdo, aclaró Julián Presas, concordiense, primero; musicoterapeuta, después. Es el uso de todo lo que conforma a la música. Hay gente que dice que en realidad debiera llamarse sonidoterapia porque es el uso del ritmo, la melodía, todos los parámetros musicales en busca de mejorar la salud de las personas, ya sea en tratamiento, prevención, rehabilitación y promoción de la salud.
Posiblemente la mayoría de nosotros tengamos una idea aproximada de lo que es la música. ¿Quién no ha disfrutado de una buena canción? Pienso en el Negro Rada cantando Malísimo, en Los Redondos tocando Juguetes Perdidos o en León Gieco interpretando Pensar en Nada y sé lo mucho que me gusta la música. Pero hasta ahí llegan mis conocimientos. Si hasta he confundido un violonchelo con un contrabajo.
De terapia tengo menos noción que de aeromodelismo. Me consuelo, casi tontamente, de saber que en Concordia pocos se interesaron por profesionalizarse en esta perfecta combinación entre la música y la terapia. En rigor, Presas es el único musicoterapeuta (egresó con el título de Licenciado en Musicoterapia en la Universidad de Buenos Aires) que hay en la ciudad.
¿Herramientas? Se necesitan dos cosas: primero, el deseo de la persona para llevar esto a cabo y, en segundo lugar, espacio y tiempo. Nada más. Los musicoterapeutas trabajamos con instrumentos, pero si hay espacio y tiempo ya podemos trabajar. Muchas veces apelamos a los sonidos internos, aquellos que están en la memoria del ser humano.
Una de las tareas que más frecuentemente le he tocado realizar a este entrerriano es la de aplicar sus conocimientos en zonas de catástrofes, como Haití, países del África y en el reciente terremoto que afectó a Chile.
Lo que intentamos haces es reconstruir el vínculo del ser humano con la tierra que, de repente, un día se abre y se come un hijo, un padre, detalló en una entrevista con Club de AMIGOS, de Oíd Mortales Radio.
Reconstruir el vínculo, aún sin desastres naturales que afortunadamente afecten a nuestra provincia, puede aplicarse casi a diario por estas tierras. ¿Cuántos malos entendidos o verdaderos problemas se generan en un ambiente (familiar, laboral o de otro tipo social) por la rotura del vínculo entre las partes? ¿Qué puede ser tan grave para que la distancia entre unos y otros sea más grande que la grieta en la tierra producto de un terremoto? ¿Cuán fuertes pueden ser los intereses y las mezquindades que dividen a los dirigentes elegidos para conducirnos?
Y si le sugerimos un poco de musicoterapia a todos ellos. De seguro, encontrarán, varios puntos de conexión en esa materia.
Las rivalidades y la sensación de bandos enfrentados en la sociedad argentina es real, pero insignificante si por caso las comparamos con lo que sucede en Nicaragua donde, en plena zona de guerra, habrá una tregua entre dos facciones que están enfrentadas a muerte y eligieron a un musicoterapeuta para que haga de mediador.
Trabajando con la música, veremos de qué manera hacerles entender que pueden mantener un diálogo, explicó Presas y admitió que es un desafío para mí, nunca trabajé en zona de guerra. Por supuesto que pedí las máximas medidas de seguridad, yo tengo familia y no es que esté haciéndome el Rambo, ni nada, aclaró y sonrió.
Entre Ríos tiene el Primer Colegio de Musicoterapia de Latinoamérica. Es, además, la sexta provincia del país en tener Ley de Musicoterapia, por lo que sólo pueden ejercer los que tienen el título otorgado por alguna de las 4 universidades que tienen esa carrera en Argentina.
Somos 11 musicoterapeutas en Entre Ríos, dice el concordiense que preside el Colegio y regresó a su ciudad tras 15 años de estar afuera. Estamos en la vanguardia de lo que es la musicoterapia en la Argentina, resaltó e invitó a los gurises a que se sumen a esto, hasta los acompaño a inscribirse si quieren.
Soy el único en Concordia y siempre hay campo de acción. Podría haber 20 musicoterapeutas y los 20 tendrían trabajo, los 20 se los inventan al trabajo, repitió.
