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“Para destruir una Nación no se requiere de bombas atómicas o misiles de largo alcance. Solo se necesita bajar el nivel de educación y permitir que se copie en los exámenes… El colapso de la educación es el colapso de la Nación”.

Por Roberto Trevesse (*)

Entre Ríos se ha convertido después de la inauguración del túnel subfluvial en una provincia unitaria y verticalista, gobierne quien gobierne en democracia, así de sencillo, aunque muchos –por no decir casi todos- lo nieguen.

Perdimos a límites impensables nuestra formación federal, por la cual reinaba la horizontalidad en la mayoría de los ciudadanos de esta tierra de Urquiza, López Jordán y Ramírez, tanto en los debates públicos como partidarios.

Una cosa es el respeto a la autoridad política, gubernamental, educativa, o a la investidura misma y otra realidad es someternos como un rebaño manso e ignorante ante el Poder de turno en todos sus estamentos, que nos conduce de arriba hacia abajo en forma piramidal.

Durante estos 35 años de Democracia definitiva hemos elegido gobernantes y legisladores, ya sean mayorías o minorías que nos gobiernan a su arbitrio, sin cumplir sus promesas y sus proyectos para los cuales lo hemos elegido.

Por supuesto que cada uno de nosotros, junto a las entidades profesionales, a los sectores empresariales, de la industria y el comercio, cooperativas y productores rurales, no supimos o no quisimos involucrarnos para exigir otra manera de conducir el país y la provincia.

A mí no me molesta que se desdoblen las elecciones y haya que ir a votar 5 veces en un año en Entre Ríos y en otras 16 provincias más. Sí me molesta que los partidos políticos no tengan plena actividad cada año de sus vidas, que no elijan sus autoridades por el voto de los afiliados como hace pocos meses no lo hizo la UCR, que el peronismo no permita a las minorías partidarias integrar sus listas para cargos electivos.

También me molesta la falta de formación de cuadros políticos, el maldito consenso, el uso del dedómetro. Hay que debatir ideas y propuestas entre matices de un mismo partido y luego que las urnas decidan quiénes son los mejores para representar a los afiliados.

Además me molesta escuchar a posibles candidatos a Gobernador o a diputado nacional o a intendente, que Cristina Kirchner quiere que ellos sean. O el caso de Cambiemos cuando varios dirigentes responden a la prensa que es decisión del Presidente Mauricio Macri, si Rogelio Frigerio es o no candidato a Gobernador de Entre Ríos. La verdad que es inaudita tamaña respuesta.

¿Qué más me molesta? Que tanto en los partidos mayoritarios como en los de bajo caudal electoral se repitan casi siempre los mismos nombres y apellidos.

En una interna de Cambiemos en Entre Ríos, hay una dirigencia radical temerosa de perder los puestos que han conseguido, por eso dudan tanto y días pasados discutieron bastante. Es que decenas de ellos saben que si pierden la interna, el 10 de diciembre de 2019 se quedan sin “trabajo” y vuelven al llano, sin saber qué hacer o de qué vivir. Esta es la realidad. No creo equivocarme, pero en esta provincia, en una interna de Cambiemos, la UCR derrota cómodamente al PRO.

Por primera vez en más de 60 años, un hombre se impuso a un aparato político. Esa persona significó para el votante en 2015, quien podía representar a millones de argentinos para derrotar al kirchnerismo ultrapopulista. Otro no lo hubiera logrado.

El hartazgo era tan inmenso que se creyeron las promesas de Pobreza 0, derrotar la inflación, lluvia de inversiones extranjeras, triplicar las exportaciones, trabajo para todos y ser felices. Nada de eso ocurrió.

Ese hombre se llama Mauricio Macri, pero no es el mismo de hace 3 años, por eso mantiene la grieta bien abierta para intentar llegar a una segunda vuelta enfrentando a Cristina Fernández y tratar de lograr la reelección.

A todo esto Entre Ríos retrocedió en el plano socioeconómico nacional al puesto 15, cuando históricamente, casi siempre estuvimos entre las 6 provincias más importantes de la Argentina, pero de esto no se habla, es como que no nos interesa, seguimos mirando para un costado. Pensar que geopolíticamente estamos en un lugar privilegiado. Claro que duele y mucho, al menos a mí.

Bienvenido sea ir a las urnas el 14 de abril para las PASO y el 9 de junio para las generales, donde se elegirán autoridades provinciales, legislativas y municipales.

Después, el 11 de agosto volveremos a votar para las PASO nacionales y el 27 de octubre para las presidenciales. En caso de haber ballotage se realizaría el 24 de noviembre.

Hace unos días se publicaron los padrones provisorios para revalidar datos de los votantes y el día 23 de febrero de 2019 deberán presentarse las listas que competirán en internas.

No queda tiempo para armar listas y esto beneficia al establishment de la dirigencia política actual.

¿Qué dicen las encuestas y sondeos de opinión? ¿La gente participa? ¿Se escucharon propuestas de los partidos políticos? ¿Quiénes son los anotados para la contienda electoral? Todos nos preguntamos ¿Habrá caras nuevas? Casi nada de nada.

Diciembre estuvo movido en términos políticos, mientras los entrerrianos se preparaban para celebrar la noche buena, la navidad y el año nuevo.

En Villaguay se realizó el encuentro del espacio que lidera CFK a nivel nacional que contó con distintos sectores políticos, gremiales y sociales, más la presencia del presidente del PJ nacional José Luis Gioja y el ex dos veces gobernador Sergio Urribarri.

Se trata de lo que se denomina hoy Unidad Ciudadana (cristinismo) que irá a las PASOS por afuera, salvo que el PJ provincial modifique la carta orgánica partidaria, dándole representatividad en los cargos a la minoría.

Si van con boleta propia, no dudo que obtendrán diputados provinciales, además de concejales en numerosos municipios.

Mientras tanto, el gobernador y presidente del PJ provincial, Gustavo Bordet -quien intuye que será reelegido- encabezó un encuentro "para el diálogo", en el estadio del Atlético Echagüe Club de Paraná. La foto muestra que lo acompañaron dos ex gobernadores como Mario A. Moine y Jorge P. Busti, aunque hay que destacar la reaparición pública en este acto, de uno de los hombres más lúcidos del peronismo entrerriano como lo es el ex senador nacional Augusto J. M. Alasino, otrora presidente del bloque de senadores nacionales del PJ, cargo que hoy ocupa Miguel A. Pichetto.

Se afirma que el actual gobernador es un hombre de gestión prolija, correcta y transparente, lamentablemente no tiene presupuesto para encarar grandes obras públicas, casi todo va a ayuda social. En cuanto a la corrupción sostiene que está actuando la justicia.

También se reunió el congreso provincial del radicalismo, que en un acalorado congreso, no libre de críticas, ni de acusaciones cruzadas, aprobó su alianza con el PRO en Cambiemos.

En efecto por 171 votos el congreso aprobó sobre el final, cuando ya se habían retirado varios congresales, una moción que ratifica la alianza Cambiemos y dispone que el presidente del Congreso (Gustavo Cusinato) y el presidente del Comité provincial (Leandro Arribalzaga) serán los representantes del radicalismo en Cambiemos al momento de inscribir el frente electoral.
Lo llamativo y positivo es que a la alianza se le agrega el término “transitoria”, una formalidad que, a pedido de Sergio Solari, buscó poner el acento en la idea de que Cambiemos no es una coalición estable sino más bien un acuerdo electoral que debe ratificarse periódicamente por el partido.
Los cuadros políticos de la UCR que forjaron la primavera democrática trabajando en la primera línea y ocuparon los principales cargos se fueron alejando a partir de la debacle nacional de diciembre 2001 y aquí en Entre Ríos de diciembre de 2003.

Los que vinieron después conocieron la derrota gubernamental del 2003, 2007 y 2011. También la del 2015, pero esta vez como socios de lo que se denominó Cambiemos, resignando el candidato principal de la fórmula, perdiendo por alrededor de 22 mil votos.

A los dirigentes radicales le cuesta entender que son poco conocidos públicamente y que no tienen peso específico sobre la opinión de la ciudadanía entrerriana, sin embargo en 2015 con el arrastre de la boleta que encabezaba Mauricio Macri ganaron infinidad de intendencias en municipios de gran importancia y que ahora deben revalidar por sí mismo o con el apoyo de un candidato atrayente para gobernador que hasta el momento no aparece.

Hay que señalar también que la sociedad ha cambiado, antes se privilegiaba la “honestidad” de la clase política, pero en los últimos lustros, el votante elige su “bienestar económico”.

Hoy los más humildes, comen menos y la clase media, no se va de vacaciones.

Por necesidad o no, el diálogo es la base de un sistema democrático que se transformó en aprietes del poder central y en boicot por parte de las provincias que no permite salir para adelante de un pantano interminable.

Si las conversaciones hubieran sido sinceras, desnudas, diría más crudamente, no estaríamos bien, pero no estaríamos tan mal como estamos. Queda claro que las mentiras y las omisiones en los diálogos entre Nación y Provincia, para cualquier estudioso de la política, se ven claramente.

El que tiene que reaccionar es el votante, pero ¿Qué opciones tiene? Entre Ríos ni siquiera ha logrado conformar una tercera fuerza estable en el tiempo.

Termino con una frase del destacado escritor y periodista italiano, Alberto Moravia (1907-1990) quien dijo una vez “Curiosamente los votantes no se sienten responsables de los fracasos del gobierno que han votado”.

(*) Licenciado en Periodismo y Comunicación (UNL)
Fuente: Revista N° 47 X-MÁS

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