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En su conjunto, todas las provincias argentinas deben unos 20.500 millones de dólares, lo que equivale a un 73% de su deuda total. En el caso de Entre Ríos, la deuda en dólares alcanza los 740 millones de dólares, un 80% de la deuda total de la provincia. De esos 740 millones, 500 corresponden a un bono en dólares que paga un cupón de 8.75%, emitido durante el gobierno de Bordet, y con vencimiento en el 2025 cuando el actual gobernador ya debería haber dejado su cargo.

En concepto de intereses, y solo en lo que corresponde a ese bono, nuestra provincia tiene erogaciones anuales de unos 44 millones de dólares o sea unos 2.500 millones de pesos al tipo de cambio oficial de hoy.

La posición financiera de Entre Ríos, como la de casi todas las demás, mejoró significativamente durante los años de Macri, fundamentalmente producto de un importante aumento en la coparticipación. También fue un momento propicio, sobre todo en los dos primeros años, para refinanciar y consolidar deudas previas, sobre todo en moneda dura. Urribarri había dejado a Entre Ríos en una situación harto delicada, coyuntura que Bordet logró corregir gracias a la ayuda del gobierno nacional, a la apertura de los mercados de deuda, y a cierta vocación por el orden fiscal, inmensamente superior a la de Urribarri, pero insuficiente sin embargo para resolver el importante agujero financiero que aquejaba y aqueja la provincia.

"Entre Ríos, solo por el bono en dólares que tiene vencimiento en 2025 tiene que pagar anualmente 44 millones de dólares o 2.500 millones de pesos al cambio de hoy en intereses"

En este año, del cual ya ha transcurrido una buena parte, nos queda una situación de creciente desequilibrio, compartida por casi todas las provincias, resultado de una importante caída real en los ingresos, y que ha comenzado a repercutir en la capacidad de gasto operativo de la administración provincial. Tampoco contribuye la carga que los pagos de intereses representa, sobre todo habida cuenta de la devaluación de estos meses, y que también dispara el monto de capital que debe abonarse medido en pesos, aunque aquí la urgencia quede para otro día, otro año en realidad.

Situación complicada por cierto. Presos de la recesión económica, los ingresos por recaudación de impuestos suben por la escalera mientras la inflación lo hace por el ascensor. Y más allá del cambio de expectativas que la llegada de un nuevo gobierno pueda significar, el círculo vicioso en el que estamos apresados resulta casi imposible de romper. Para empeorar aún más las cosas, ya han comenzado las restricciones para que empresas y gobiernos provinciales puedan comprar dólares y así atender sus obligaciones externas. Esa imposibilidad, las provincias generan solo pesos y no tienen forma de hacerse de los billetes verdes, vuelve aún más incierto el panorama.

Atendiendo a todas estas cuestiones, un especialista en bonos provinciales nos comentaba que los bonos de Entre Ríos, que fueran emitidos a la par, hoy cotizan a una paridad de aproximadamente 46 centavos por cada dólar. Esto equivale a un rendimiento superior al 33%, lo que nos indica que quien compra los bonos de Entre Ríos hoy a unos 46 centavos con la esperanza de recuperar un dólar al vencimiento obtendría una ganancia de 33% anualizada considerando capital e intereses. Nada mal, suponiendo claro que la provincia -cuando llegue el día- va a estar en condiciones de cancelar esta obligación.

"El bono de Entre Ríos, por un total de 500 millones de dólares, cotiza hoy a 46 centavos por dólar, lo que indica las dudas de que se pueda pagar en tiempo y forma"

Ante tamaño nivel de rendimiento, que debe aclararse no es privativo solo de Entre Ríos sino de la gran mayoría de las provincias argentinas con vencimientos similares, el mercado parece interpretar que lo más probable es que el bono no se pague en tiempo y forma. Esto es que Entre Ríos no tendrá otra opción que -como se dice ahora- reperfilar en algún momento su deuda, muy posiblemente extendiendo los vencimientos hacia años más alejados en el tiempo.

Vale aclarar también, que a pesar de lo pujante que parecemos ser, Entre Ríos no figura entre el lote de provincias al que se le atribuye una chance cierta de pagar sus deudas si es que la situación mejora. En ese club sí figuran Mendoza, Córdoba, Santa Fe, la ciudad de Buenos Aires y Neuquén. Lo que nos indica, otra vez, que la nuestra sigue siendo la más relegada de las provincias de la Región Centro, tal vez la más próspera del país. Mal que nos pese a los entrerrianos, Entre Ríos ya no es lo que era antes y la pregunta que deberíamos hacernos es si tiene alguna chance de volver a ser. Y seguramente casi todos, o acaso todos, tengamos la misma respuesta en mente. ¿O no?
Fuente: El Entre Ríos Edición Impresa

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