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Neuquén tiene Vaca Muerta. ¿Y Entre Ríos?
Neuquén tiene Vaca Muerta. ¿Y Entre Ríos?
Neuquén tiene Vaca Muerta. ¿Y Entre Ríos?
Tener un plan. Criticado, casi siempre con razón, por no tener un claro plan económico al cual ceñirse y mostrar predictibilidad, el gobierno nacional si parece tener un plan estratégico para el sector energético, en particular para esa gran reserva de gas y petróleo que es Vaca Muerta, una de las mayores del mundo. En este caso, la administración central se encuentra bien acompañada por el gobierno de Neuquén, donde se ubica el yacimiento, el que se ha mostrado por demás cooperativo e interesado en allanar el camino en el plano local a todos los que se han decidido invertir allí.

Si las estimaciones terminaran siendo ciertas, y hoy parecen ir por buen camino, en solo cinco años la producción de Vaca Muerta le permitirá a Argentina exportar energía por unos 15 mil millones de dólares, incluso superando al campo como principal generador de divisas. Eso allanaría también la vuelta al superávit comercial con una producción diaria -según estima el gobierno- de mas del doble de la actual, esto es 1 millón de barriles de petróleo y unos 260 millones de metros cúbicos. Solo la mitad se exportaría, mientras la otra se destinaria al mercado local con el consecuente impacto positivo sobre los precios de ambas materias primas.

De acuerdo al gobierno nacional, cabe aclarar que los analistas coinciden en que este plan es alcanzable pero que requiere de una buena implementación para que los objetivos de producción y tiempos mencionados sean cumplibles, Vaca Muerta - a unos 100km de Neuquén capital- debería generar 500 mil puestos de trabajo, de manera directa e indirecta. El gobierno parece haber hecho del plan energético una de sus prioridades, lo que se ve reflejado en las inversiones que recibe el sector aun en momentos tan complicados como los que estamos viviendo. Se estima que la inversiones en energía en este 2018 deberían alcanzar los casi 14 mil millones de dólares, de los cuales unos 10 mil tienen que ver con aumentar la producción de gas y petróleo.

Para que el proyecto Vaca Muerta sea exitoso es clave entonces que el flujo de inversiones siga, que se lo pueda dotar de la infraestructura necesaria, y que se dé una gestión comercial de calidad tanto dentro como fuera de Argentina. También es importante el acompañamiento de la provincia de Neuquén, la que ha sido parte central en los acuerdos de productividad alcanzados con los sindicatos petroleros de la provincia, asegurándose también que la conflictividad se reduzca a un mínimo y en claro contraste con lo que sucede en el mismo sector en la vecina provincia de Chubut.

Lamentablemente nosotros no tenemos nuestro Vaca Muerta, pero nuestro gobierno provincial bien podría delinear un plan estratégico a 5 o 10 años con la idea de que Entre Ríos pueda explotar de la manera más eficiente sus ventajas comparativas. Está claro que nuestra fortaleza se manifiesta fundamentalmente en los sectores agropecuarios y agroindustrial y también que somos competitivos en el sector turismo. No está tan claro que el gobierno de Bordet entienda del todo esta cuestión, en particular cuando se trata de los dos primeros y considerando el desaliento de productores e industriales ante -por ejemplo- la avalancha de impuestos y los inentendibles dobles juegos en cuestiones ambientales.

Entre Ríos pudo haber hecho de las industrias de alto valor agregado como la tecnología y la informática -que necesitan de una población formada y preparada con los más altos estándares-, la clave de un hipotético plan maestro. Si ese sueño existió hoy debería ser poco más que un recuerdo, considerando que la provincia no para de retroceder en los rankings nacionales de educación. Hoy sabemos sobre todo que no somos y muy poco realmente sobre lo que podemos ser. Mientras tanto, deberíamos dedicarnos con esfuerzo e inteligencia a lo que mejor sabemos hacer, campo, turismo, y muy poco más, mientras estudiamos y analizamos cual es la demanda laboral que podremos producir para que se encuentre con una oferta que hoy aparece pobremente preparada para los grandes desafíos.
Fuente: El Entre Ríos Edición Impresa

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