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Fernández, el inventor de aquella comparación
Fernández, el inventor de aquella comparación
Fernández, el inventor de aquella comparación
Sobre el miserable accionar de manipular los índices de pobreza, entre otros

La mentira nunca dura para siempre. Finalmente la Comisión Económica para América Latina y el Caribe, dependencia de la ONU? más conocida como CEPAL, reconoció que las estadísticas oficiales de Argentina que aquel organismo utilizara entre 2007 y 2015 para armar sus índices de pobreza no eran ciertas. En un informe de reciente edición, CEPAL admitió que durante un periodo determinado se subestimaron inocentemente los números de pobreza e indigencia, esto como cortesía de las estadísticas oficiales entregadas en ese entonces por el gobierno argentino.

Difícil de olvidar, Guillermo Moreno, a cargo de la Secretaría de Comercio durante la administración Kirchner, fue quien se encargó? durante su gestión de supervisar y maquillar cuanto hiciera falta índice varios -elaborados todos por el INDEC-, incluyendo inflación, empleo y pobreza. Como ejemplo, vale recordar que CEPAL tomó en 2014 como buenas las cifras de 1,3% para la indigencia y de 2,3% para la pobreza. Ahora, con su nueva ¨metodología¨, esas cifras fueron revisadas al alza, 3,3% para la indigencia pero 24,9% para la pobreza. Tamaño aumento aunque sea ya cosa del pasado, y ni siquiera uno tan reciente.

Vale la pena recordar también que para esa misma época, a fines del 2014, Cristina Kirchner recibió un premio de la FAO, también dependiente de Naciones Unidas, por ¨combatir el hambre¨. En el día de la premiación, Cristina Kirchner dijo que los pobres en Argentina en aquel entonces? no alcanzaban el 5%. Por aquellos días, el entonces Ministro de Cristina, el recordado Aníbal Fernández, se ocupó de resaltar y sin ponerse colorado que en Argentina había menos pobres que en Alemania. Todo como parte de un mismo relato.

"En 2014 Cristina Kirchner recibió un premio por combatir la pobreza y dijo que en Argentina esta era inferior al 5%"

Hoy, el velo de la mentira va terminando de caer, sino lo ha hecho del todo ya. Y aunque una buena parte de los argentinos descreyera entonces de esas estadísticas, alcanzaba con vivir el día a día por aquí para darse cuenta, todavía parece había algunos -incluida instituciones serias como las nombradas- que no terminaban de aceptar que el gobierno anterior dominaba el arte del humo y los espejos, sintiéndose extremadamente cómodo conviviendo con omisiones y falsedades.

Quien miente descaradamente así, a cara desembozada, por las razones que sean, no tiene derecho a gobernarnos. Un abuso institucional de esa magnitud, que lamentablemente se repitió en muchísimos otros frentes, invalida como opción electoral presente y futura a quienes hayan tenido alguna responsabilidad en el manejo de los asuntos públicos de entonces.

"Por un tiempo, incluso hasta ciertos reputados organismos internacionales estuvieron dispuestos a creerle al anterior gobierno, pero nada es para siempre"

Con esa? premisa, resulta cuando menos llamativo, aunque en este país a muchas de las cosas que le suceden les cae de maravillas ese adjetivo calificativo, que quienes propiciaron maniobras tan burdas y tan propias de aquel que se siente totalmente impune, puedan tener aspiraciones serias de volver a conducir los destinos de la república.

Lo único que explica tal vez tamaña posibilidad? es la inoperancia y la excesiva inocencia mostrada por el actual gobierno, el que desde el primer día, y a sabiendas de la falsedad respecto la gran bonanza recibida, igual insistió en hablar de pobreza cero como gran objetivo. Lo que nos deja a todos hoy en un lugar no del todo cómodo, obligados a elegir entre dos, el uno bien mentiroso y ladino, el otro más creíble y transparente, pero ambos igualmente inoperantes. Difícil poder esperar algo muy bueno entonces, pero como en cualquier arranque de año, lo mejor es ir por el camino del optimismo y la esperanza. Ojalá nos sorprendan.
Fuente: El Entre Ríos Edición Impresa

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