La fiebre amarilla es una enfermedad vírica aguda, hemorrágica, transmitida por mosquitos infectados (no de persona a persona), especialmente los Aedes Aegypti. Los síntomas son: fiebre, cefaleas, ictericia (color amarillo de la piel y mucosas), dolores musculares, náuseas, vómitos y cansancio. Puede ser grave y provocar la muerte. Al no contar con un tratamiento es importante prevenirla a través de la vacuna como así también por medio de la aplicación de repelentes; el uso de ropa de mangas largas y de colores claros.

La vacuna es elaborada con virus atenuados y proporciona protección al cabo de 10 días de su aplicación.

Además, luego del viaje se recomienda consultar rápidamente al médico ante la aparición de síntomas como fiebre, escalofríos, dolor de cabeza, dolor muscular, náuseas o vómitos.

Quiénes sí, quiénes no


El Ministerio de Salud de la Nación recomienda que se apliquen la vacuna contra la fiebre amarilla quienes viajen a los estados brasileños de Río de Janeiro, San Pablo, Espíritu Santo y Bahía y no tengan contraindicaciones.

Hasta ahora no es necesaria la vacunación para aquellos que viajen tanto por tierra o por vía aérea a destinos situados en la costa de los estados de Paraná, Santa Catarina y Rio Grande do Sul y permanezcan menos de 72 horas en una zona de riesgo como escala de viaje.

Por ende, al momento, no tienen que vacunarse las personas que vayan a destinos tradicionales como Florianópolis, Bombinhas, Camboriú y todos los balnearios del sur y a los estados del nordeste como Natal, Recife, Fortaleza y Pipa, ya que no tienen circulación del virus de fiebre amarilla.

Cabe destacar que en Brasil no se requiere la vacuna de la fiebre amarilla para el ingreso. Esto quiere decir que no se exige certificado de la misma.

Además, la vacuna está contraindicada para los menores de seis meses; los mayores de 60 años; las embarazadas; las mujeres que están en período de lactancia entre el nacimiento y los 8 meses inclusive; las personas con antecedentes de alergia a cualquiera de los componentes de la vacuna como huevo, proteínas de pollo o gelatina; quienes tengan alteraciones del sistema inmune, incluyendo la infección por el virus de inmunodeficiencia humana (VIH); las personas con enfermedad del timo, miastenia gravis, síndrome de Digeorge, tumores malignos, trasplantes de órganos y patologías que requieran tratamientos con inmunosupresores y/o inmunomoduladores.

Control de los mosquitos


El riesgo de transmisión de la fiebre amarilla en zonas urbanas puede reducirse eliminando los posibles lugares de cría de mosquitos y aplicando larvicidas a los contenedores de agua y a otros lugares donde haya aguas estancadas. La fumigación de insecticidas para matar los mosquitos adultos durante las epidemias urbanas puede contribuir a reducir el número de mosquitos y, por consiguiente, las potenciales fuentes de transmisión de la fiebre amarilla.

Las campañas de control de los mosquitos han tenido éxito para eliminar Aedis aegypti, el vector de la fiebre amarilla urbana, en la mayor parte de América Central y Sudamérica. Sin embargo, el mosquito ha vuelto a colonizar zonas urbanas de la región, con la consiguiente reaparición del riesgo de fiebre amarilla urbana. Los programas de control de los mosquitos salvajes en las zonas boscosas no son prácticos para prevenir la trasmisión selvática de la enfermedad.

El alerta de 2017


En la Argentina no hay circulación del virus de fiebre amarilla y –según el ministerio de Salud- el país cuenta con dosis disponibles para las personas que viajen a los lugares donde se requiere. La vacuna se aplica una sola vez en la vida y se sugiere una consulta previa al médico.

En el mes de septiembre de 2017, la Organización Mundial de la Salud (OMS) emitió una alerta respecto a esta patología. Esto tiene que ver con la transmisión en animales, teniendo en cuenta que se estaban observando epizootias (enfermedad contagiosa que ataca a un número elevado e inusual de animales al mismo tiempo y lugar y se propaga con rapidez), en monos especialmente sensibles a la enfermedad, sobre todo en San Pablo, Brasil.

En Entre Ríos, según las estadísticas, desde noviembre de 2017 a la fecha, se han distribuido 4.610 dosis en los vacunatorios de la provincia, y se han aplicado 4.500.

Para dudas o consultas sobre fiebre amarilla, se puede consultar a la línea 0800-222-1002 o comunicarse con la Dirección de Epidemiología de la provincia: 0343-4209652 / 4840521.

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