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Alejo Maxit
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Así, con esta aseveración, que yo vuelvo pregunta, comienza el reportaje que le hace La Nación a nuestro gobernador Gustavo Bordet este domingo 24 de marzo. Una definición que esconde más que nada una estrategia de opiniones parciales y medias verdades, con el objetivo, tal vez, de dejar contentos a todos los entrerrianos. Sepa el gobernador, el equilibrio es la virtud de los tibios.

Por Alejo Maxit (*)

En el reportaje Bordet trata de despegarse de Urribarri, minimizando el hecho de que Urribarri es parte principal de la coalición peronista que arropa al gobernador. Bordet es Urribarri. Bordet fue ungido como su delfín por parte del ex gobernador y por ende ha sido y todavía hoy es la continuación natural de un proceso plagado de hechos de corrupción y debilidad institucional que ya lleva muchos años. Demasiados.

Bordet habla de una provincia con sus cuentas en orden, hoy eso es cierto, pero decide que todos los méritos son suyos. Olvida que los pilares de ese saneamiento no son obra suya sino resultado del accionar del Gobierno Nacional al que él ahora elige denostar. Si las cuentas cierran son por que los ingresos aumentaron, aumento de la coparticipación más la cobertura que recibió de parte de Nación una caja previsional quebrada, y también porque logró refinanciar y extender los vencimientos de la deuda de la provincia con la emisión de bonos. Emisión por otra parte que fue posible gracias a que el gobierno le allanó el camino para que Entre Ríos, a pesar del desastroso estado de sus finanzas -gracias Urribarri otra vez más-, pudiera acceder a los mercados internacionales.

El gobernador habla también de un ambicioso plan de obras públicas, de la habilitación de tres puertos y de un plan de control sociosanitario de la población. Otra vez medias verdades ya que deja flotando en el aire la idea de que su administración no es una continuación de la anterior. La habilitación de los puertos es resultado de la colaboración con Nación y si él se ocupó de habilitarlos ahora, ¿qué sucedió entonces durante el kirchnerismo?, ¿por qué este tema no se había abordado antes? En definitiva, lo único que cambió fue la administración nacional, la provincial sigue siendo la misma.

Respecto de los planes para la salud, cualquiera que visite un hospital de la provincia puede percibir de manera inmediata que la salud está en crisis. Nada ha cambiado desde Urribarri a este tramo, el que Bordet pretende extender por otro periodo más.

Bordet habla también de "gobierno nacional sin rumbo" y de "ir a un modelo de producción y trabajo". Como ha sucedido antes con sus antecesores y también con buena parte de la dirigencia peronista, otra vez se vuelve a tirar livianamente sobre la mesa una definición vacía de contenido, declamación pura. ¿Cuál es el modelo de producción y trabajo que Bordet propone? Son solo palabras, casi un slogan. Además, cuando se le plantea la posibilidad de un default manifiesta su preocupación con el 2020. Considero genuina esa preocupación, pero lo que Bordet no dice, aunque posiblemente lo sepa, es que esa es una posibilidad cierta si el peronismo que él representa y que se manifiesta en dos caras, la de Cristina y la de los demás, termina imponiéndose en las próximas elecciones. La inestabilidad financiera de estos días tiene sus raíces en el miedo que muchos de los actores económicos sienten ante una posible vuelta de Cristina Kirchner. Bordet podrá preferir a Lavagna pero su candidata será Cristina si ella es la elegida de sus compañeros peronistas.

En definitiva, si Bordet pretende gobernar Entre Ríos por otros cuatro años debería dejar de lado este discurso oscilante y oportunista y explicitar sin tapujos qué es lo que verdaderamente ha hecho y que es lo que piensa hacer. Los votantes entrerrianos tenemos derecho a saber por qué Urribarri, quien gestionó el gobierno más corrupto de la historia de Entre Ríos, sigue siendo un convidado principal de su mesa. Porque aquel dicho de que el que calla otorga sigue más vigente que nunca. Al mismo tiempo, como entrerriano que quiere a su provincia tanto como el gobernador, porque doy fe de que ese sentimiento está y es fuerte, le pido que deje de lado ambigüedades y tibiezas y se preste a discutir con quienes nos aprestamos a dirimir con él la próxima elección provincial un verdadero plan estratégico de desarrollo del que la provincia hoy carece. Otros cuatro años con esa ausencia serían demasiados. La provincia, con Gustavo Bordet o con Atilio Benedetti, necesita un cambio.

(*) Secretario General de ANSES
Fuente: El Entre Ríos

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