Atención

Esta imágen puede herir
su sensibilidad

Ver foto

Compartir imagen

Agrandar imagen
Son las puestas de manifiesto por el profesor y periodista Alberto Pierotti en diversas presentaciones efectuadas por ante el Concejo Deliberante de Colón, cuyos ejemplares nos ha hecho llegar.

Algunas de las cuales tienen como objetivo lo que él considera “la reparación de la verdad histórica”. Así cuando interesa se fije la fundación de la entonces villa, hoy ciudad de Colón, el día 9 de mayo de 1862, fecha de la sanción de la ley provincial de fundación de la ciudad, y no en la del 12 de abril del año siguiente, en la que se colocó la piedra fundamental del edificio proyectado como sede municipal.

Una cuestión histórica en la que la verdad, como tantas veces ha sucedido, entraría en contradicción con lo que ha quedado establecido por la tradición, que viene a tapar de esa manera a aquélla. Suponemos que lo que aquí se pretende es efectuar una suerte de “fe de erratas”, ya que resultaría un verdadero “sincericidio” a esta altura hacer otra cosa.

A ello agrega sugerencias que tienen que ver con dar realce al acontecimiento que significó la creación de Colón como departamento y la elevación a ciudad de su villa cabecera, algo que fue precisamente el caso de la nuestra.

Sigue a esto un reparo a que se dé el nombre del padre Lorenzo Cot a la proyectada “Distinción compromiso comunitario”, cosa que acotamos no es idea suya, sino de quienes parecieran considerar que no basta con la distinción de ciudadano ilustre ya existente, a otorgar por la municipalidad de la ciudad, por considerar que Cot, cuyo nombre se daría a la nueva distinción, más allá de la importancia del lugar que indiscutiblemente ocupó en la historia local, fue una figura polémica que habría provocado más disensos que consensos.

Es así como propone asignar ese nombre para la distinción a una figura pública que fue modelo a admirar y que calla mencionar por su nombre, por más que hace de él referencias indirectas a ella, cosa que sí hace en el caso de una propuesta alternativa en la que hace una referencia expresa al padre Narciso Goiburu al que denomina “cura social” , y también lo perfila “hombre que creó escuelas para la mujer, propició el deporte como es el caso del fútbol, y promovió la compresión a amigarse entre vecinos”. Algo que nos lleva, por nuestra parte, a que de concretarse esa idea de abundar en contar con diversos tipos de distinciones, no nos lleva a sugerir de concretarse el proyecto se lo mencione con el nombre de “Ciudad de Colón”, a los efectos de evitar innecesarias controversias de las que ya estamos cansados.

Por su parte, interesantes resultan otras propuestas de alcance más concreto. Por la primera de ellas, se trata de la recuperación del nombre Washington de los tiempos fundacionales para las cuatro manzanas que posee la plaza principal, que por otra parte es el nombre con el que habitualmente se la conoce. Asimismo, dar el nombre de Artigas a un parque de la biodiversidad, a ubicarse en el terreno municipal ceñido entre la ruta internacional 135 y el río Uruguay y el puente homónimo, el que fuera obtenido por ordenanza de permuta en el año 2013 y cuyo destino frustrado era el funcionamiento de la planta de tratamientos de efluentes y de la clasificación de los residuos sólidos de la ciudad. A ello se suma la recuperación de la denominación de América para la calle 12 de Abril, denominación que causa evidente disgusto a nuestro vecino inquieto. También la creación de un instituto de investigación, que lleve el nombre del doctor José Miguel Díaz Vélez, a instalarse en el edificio fundacional de 12 de Abril y Perón.

Sigue en la enumeración de sus inquietudes con el reclamo del efectivo cumplimiento de la donación de la familia Inkier, del terreno costero para que en su totalidad sea un paseo balneario bajo el nombre Santiago Inkier. También la concreción del paisaje protegido del Arroyo de la Leche, creado en el año 2014 y que parece estar, lo que ignoramos, si se encuentra en una dulce espera.

Concluye con una idea que nos parece feliz y es la denominación de nuevas calles con los nombres de hombres y mujeres que poblaron estas tierras desde el 1660 y la erección de urnas recordando a los guerreros y héroes de la independencia americana, nacidos y residentes en la zona en las postrimerías del gobierno colonial.

La pregunta final es si, en ejercicio de un aspecto abandonado la mayoría de las veces de la ciudadanía como la iniciativa popular, no sería bueno que nuestros vecinos y todos los habitantes de la comarca nos hicieran llegar inquietudes de todo tipo que tengan vinculadas con la vida en común, para los que ponemos a su disposición nuestro espacio “Tribuna abierta”.
Fuente: El Entre Ríos (edición impresa)

Enviá tu comentario