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- ¿Cómo que te comiste un gusano?

- Sí, te lo hacen frito, parecían papas fritas

Para el 2050 se estima que la demanda de alimentos crecerá en un 50%, mientras que el planeta dispone cada vez de menor capacidad para aumentar su oferta. ¿Cuál será el alimento del futuro? Uno que muchos no hubiesen pensado.

“Viscosos, pero sabrosos”, decía Simba en el Rey León a sus compinches Timón y Pumba al probar por primera vez un insecto. “Rico en proteínas” le aseguraban sus amigos. Lo que parecía de película y animales está empezando a ser la opción para alimentarnos en el futuro frente a la falta de alimentos para todos.

¿Se trata de algo nuevo? No, la entomofagia, que es la ingesta de insectos y arácnidos o artrópodos en general como alimento para los humanos y los animales, es un hábito alimenticio muy extendido en ciertas culturas desde los principios de la humanidad.

Volvemos a las raíces se podría decir ya que hoy esta práctica se está volviendo a difundir generando que la Unión Europea regule nuevos alimentos que incluyen a insectos como aptos para la alimentación humana.

Desde hormigas hasta escorpiones y gusanos de seda, la carta es muy variada. Algunos se sirven fritos, otros espolvoreados en platos principales, también escondidos en pan y batidos, y envasados en barritas de proteínas. Lo que es más, ya son parte del mundo digital y se pueden encargar online en la página de Entosense.

Ahora, si bien es cierto que nos pueden salvar en el futuro como lo reconoce Alan-Javier Hernández-Álvarez, investigador de ciencias de los alimentos y nutrición en la Universidad de Leeds, que analiza las actitudes hacia la entomofagia en la edición de julio de la revista Comprehensive Reviews in Food Science and Food Safety, también es verdad que el hombre primero tiene que superar el factor “asco” y los mismos productores ver en su producción un negocio. Si la demanda crece, también lo tendrá que hacer la oferta.

¿Es bueno alimentarse de insectos? Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) se ha comprobado científicamente que los insectos comestibles son una excelente fuente de proteínas, ácidos grasos poliinsaturados, minerales, vitaminas y fibra. Sin embargo, no se trata de cualquier insecto, ya que su valor nutricional varía mucho según la especie. Así lo informa la FAO, que advierte que se necesita mucha más investigación para comprender mejor qué insectos debemos comer y por qué.

No sólo serían una fuente de alimentos sino que además consumirlos es bueno para el medio ambiente. Para que podamos dimensionar el tema, los grillos necesitan seis veces menos alimento que el ganado para producir la misma cantidad de proteína, según afirma la FAO.

Y las larvas de escarabajo cultivadas, llamadas gusanos de la harina- los famosos gorgojos-, generan más proteínas comestibles por área de tierra que las granjas tradicionales para pollo, cerdo, carne de res o leche, según un estudio de 2012 en la revista PLOS ONE.

A su vez, de acuerdo a un informe de 2017 publicado en la revista Global Food Security, reemplazar la mitad de la carne del mundo con grillos y gorgojos reduciría las necesidades de tierras agrícolas en un tercio y reduciría "sustancialmente" las emisiones de gases de efecto invernadero.

¿Te vas animar a cambiar tu dieta? Bueno, aunque no lo creas, hay una cierta cantidad de alimentos que ya contienen insectos. Es decir, ya está en tu dieta sin saberlo. Capaz es más un tema de la idea que le tenemos que lo que realmente significaría en la práctica.

Además, pensá que durante años muchos nos resentimos a comer pescado crudo y hoy lo hacemos sin problema. Capaz es sólo cambiar nuestro chip cultural. Eso sí, será necesario una clara regulación sobre el tema y una dieta igualmente balanceada. No es que vayamos a comer solo insectos, pero sí los incorporaríamos a nuestra dieta. Si es bueno para nosotros, para el medio ambiente, y encima puede ser rico, no parecería sonar tan mal.
Fuente: El Entre Ríos Edición Impresa

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