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Una definición de aborto

Aunque se puede afirmar que nadie ignora lo que es el aborto, no está demás profundizar acerca de su significado. Comenzando por indicar que la palabra latina de la que deriva, indica que es lo contrario a nacer.

Por Rocinante

Es por eso que también se precisa que el aborto es la interrupción del desarrollo del feto durante el embarazo, cuando éste todavía no haya llegado a las veinte semanas (es por eso que también se dice que una vez pasado ese tiempo, la terminación del embarazo antes del parto se denomina parto pretérmino) con las implicancias que ello tiene.

Para repetirlo en forma más sencilla, el aborto implica interrumpir el embarazo, impidiendo que el feto se desarrolle y nazca un niño.
El congelamiento de embriones o su crio-preservación
Un tópico íntimamente vinculado al tema es, como se verá claramente al final de esta nota, el vinculado con el congelamiento de embriones humanos.

Según los que saben, y por lo que he leído, esa práctica está íntimamente vinculada a la mecánica de la fecundación artificial. Es así como se explica que en los ciclos de fecundación in vitro, a veces es necesario congelar embriones supernumerarios de una pareja, que se guardan para futuros intentos. A la vez que se destaca que los criterios que deben cumplir los embriones para ser congelados son muy exigentes ya que los procesos de congelación y descongelación pueden ser agresivos para los mismos.

Como una manera de dar tranquilidad desde la perspectiva científica a quienes tienen que recurrir a ellos en razón de procurar un embarazo, se señala que el proceso de crio-conservación no modifica ni altera la calidad de los embriones así preservados.

Se agrega que la técnica de vitrificación ha aumentado exponencialmente el número de embriones viables con respecto a los transferidos “en fresco”, ya que esta técnica de congelación es muy poco agresiva para los embriones (comparada con las técnicas antiguas de congelación lenta), lo que permite tener tasas de supervivencia y embarazo muy altas.

También se añade, para tranquilizar a los padres de esos embriones criopreservados, que a ellos se los contactará cada 2 años para confirmar si desean seguir conservándolos para realizar un nuevo intento de embarazo. Es que como se explica, ellos pertenecen (no se si pertenecer es la palabra correcta, ya que se están aquí en presencia de una voluntad procreativa en suspenso) a los padres y la misión de la clínica es asegurar su custodia.

Se señala también que se pueden congelar embriones en la mayoría de los ciclos hechos en fresco. Se aclara que se dejan los embriones sobrantes en medio de cultivo para controlar su evolución y los biólogos determinar si pueden ser congelados o no.

También que en cada caso no se los congela a todos ellos. Forma de proceder que se explica indicando que “si congeláramos todos los embriones sobrantes, las tasas de cancelación de una transferencia posterior tras la descongelación serían muy altas, por lo tanto no podemos congelar todos los embriones que quedan en laboratorio tras la transferencia en fresco”. A pesar de estos requisitos, hay un porcentaje de anulación de criotransferencia después de la descongelación y periodo de readaptación en medio de cultivo de alrededor del 8%.
Un poco de historia acerca de la crioconservación
Al respecto cabe decir que la crioconservación ha entrado en la praxis de la fecundación artificial a partir de 1983, cuando A. Trounson y L. Mohr hicieran saber del primer embarazo obtenido con un embrión previamente congelado. Allí se procedió a la suspensión del desarrollo embrionario mediante el enfriamiento total en nitrógeno líquido. Las temperaturas son muy bajas, del orden de los -196 grados, llevando así al embrión vivo a una casi total inmovilidad biológica.

Las fases del procedimiento son 1) Exposición preliminar al crioprotector, a los fines de reducir los daños de cristalización de las células. 2) Reducción progresiva de la temperatura hasta los – 196°. 3) Almacenamiento de los embriones recientemente congelados. 4) Descongelamiento de los mismos. 5) Diluir y lavar el crioprotector a los fines de restituir las microcondiciones fisiológicas adecuadas y permitir así el desarrollo del embrión.
El límite temporal de preservación de los embriones humanos congelados
Según he podido establecer, existe un consenso entre quienes la practican que el límite para realizar Técnicas de Reproducción Asistida es hasta los 50 años. Aunque según se ha indicado más arriba existe una consulta cada dos años a los padres del embrión congelado.

De allí las creciente cantidad de embriones humanos congelados, que al estarlo permanecen en una suerte de limbo, se incrementa a diario. Así corresponde advertir que según los datos de un informe sobre el tema, en España hay más de 70.000 embriones congelados. Que en Francia y Alemania, al 2002, había unos 100.000 y en EE UU. aproximadamente unos 400.000. En la Ciudad de Buenos Aires, según un censo realizado entre las principales clínicas de fertilización asistida, se calcula que existen más de 12.000 embriones congelados.

Aunque lo más grave es que según el mismo informe en el año 1998 se destruyeron en Inglaterra más de 5000 embriones congelados (¡¡!!)
La existencia en la actualidad en nuestro país de la legalización de un tipo de aborto solapado
Una primera razón de su existencia se da en los casos en que se apela a la técnica de la reducción embrionaria.

A ese respecto se comienza por explicar que las técnicas usadas en la procreación artificial, sobre todo la transferencia de varios embriones al seno materno, han dado lugar a un aumento significativo del porcentaje de embarazos múltiples. Por tanto, se ha deslizado la idea de proceder a la así llamada reducción embrional. La misma consiste en una intervención cuyo fin es reducir el número de embriones o fetos presentes en el seno materno mediante su directa supresión. La decisión de suprimir seres humanos, cuyo interés de verlos en vida antes era un sentimiento y un deseo fuerte, representa una paradoja y comporta con alguna frecuencia sufrimientos y sentimientos de culpa, que pueden durar incluso años.

Desde todo punto de vista la reducción embrional es un aborto intencional selectivo.

Se trata, de hecho, de una eliminación deliberada y directa de uno o más seres humanos inocentes en la fase inicial de su existencia.

Pero la destrucción (un eufemismo con el que se pretende disfrazar lo que es realmente, un homicidio) tiene también las mismas características de aborto intencional selectivo que acaban de señalarse. Dado lo cual la inexistencia de normas legales que impidan ambas prácticas, nos están diciendo de la presencia de una suerte de zona gris, (cabría aquí hablar de zona liberada) donde el aborto no es punible, ya que hace presente en todos los casos que se impide el desarrollo del niño por nacer.

Aunque, y con ello concluyo, no sé si es mejor a peor –aunque sea igualmente horrenda- la suerte corrida por aquellos embriones que sin ser destruidos, quedan por un tiempo que, aunque no lo sea se parece a la eternidad, abandonados. Se trata de aquellos que quedan en un virtual estado de congelamiento perpetuo pues las clínicas donde están depositados no se atreven a hacer nada con ellos en caso de que el individuo o pareja para los cuales fueron creados, los padres o los "dueños", como también se los denomina, regresen (¿regresen?) a reclamarlos. Otro “cabo suelto” a tener en cuenta a la hora de las conclusiones. . .
Fuente: El Entre Ríos (Edición Impresa)

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