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No está de más volver sobre la biografía del prócer, repitiendo detalles de una nota periodística que recientemente publicamos, en la cual en forma minuciosa nos ocupamos de la vida y obra de este francés de origen, y argentino de adopción.

Tampoco de los estrechos lazos que lo vincularon con Concepción del Uruguay, donde fue un vecino interesado por las cosas del común y verdadero faro cultural. Sí nos importa señalar que fue el administrador de la Colonia San José en su etapa fundacional, elegido por Urquiza y que en el caso de Colón, fue el primer presidente municipal de esa ciudad; y que, aún desde mucho antes intervino en ese ámbito como miembro de su Comisión de Fomento de Colón-, Función, la de Intendente,para la que fuera elegido en forma unánime, y que le sirvió para demostrar la prudencia , la eficacia y el respeto con los que gestionó - en el caso de tocarle hacerlo- las cosas del común.

Es por ello que no ha dejado de extrañarnos la información de la que nos hemos hecho eco en estas mismas páginas, de una reunión entre el presidente municipal de Concepción del Uruguay, Martín Oliva, viajó con los responsables del área de Comunicación Ciudadana y Protocolo, para participar de una jornada de trabajo en el Museo Regional de San José, donde fue recibido por el intendente de esa localidad, Gustavo Bastián y funcionarios de gabinete. Y en la ocasión de la firma de un convenio de colaboración entre ambas municipalidades, el cual entre otros objetivos señala el inicio de un trabajo conjunto, de cara a los 120 años de la muerte de Peyret que se cumplirán el próximo año.

Al inicio aludimos a su condición de “generador de polémicas”, algo que era consecuencia de su personalidad combativa e impregnada de ideas férreas. De lo que es un claro ejemplo el hecho de su emigración a América del Sur, luego de las revueltas parisinas de 1848. A lo que cabría agregar su anticlericalismo propio de un masón, en medio de una comunidad como eran las de San José y Colón, donde la mayoría de la población daba muestras de un acendrado y ferviente catolicismo.

De allí es que también al inicio, se añadiera esa calidad de de generador potencial “de conflictos” en los tiempos actuales. Es que indudablemente la exclusión del Presidente Municipal de Colo, a estar a la información indicada, de los preparativos de un homenaje a Peyret, atendiendo al hecho que Peyret forma una parte importantísima de la historia de Colón, y la vecindad que tiene con San José y Concepción del Uruguay resulta inexplicable. Máxime cuando la Municipalidad sanjosesina integra la liga de municipios “de las tierras de los palmares” junto a Colón, -y que Colón y San José están a punto de convertirse en una única área urbana”.

A lo que se agrega la circunstancia que tanto el Intendente de San José como el de Concepción de Uruguay, dan cuenta de una encomiable muestra de amplitud de espíritu, al promover en homenaje a una personalidad, que consideramos sin temor a equivocarnos, se encuentran en lo que respecta a su ideario, en las antípodas de las aquellas enraizadas en Peyret, si se atiende –y ello con el respeto debido- a su filiación política partidaria. En tanto, aunque ello signifique apartarnos de nuestro tema central, consideramos que es propicia la oportunidad para destacar el hecho que Peyret no fue sino otra cosa que un “valioso inmigrante”, al que nuestra sociedad “incluyó” en su seno, aun en el caso que se hicieran presentes importantes disensos con muchos de los integrantes de la dirigencia, ya que los inmigrantes que llegaban -salvo contadas excepciones- significaban un aporte enriquecedor para nuestra sociedad.

De allí que el homenaje a Peyret, es una manera de hacerlo en relación a todos los inmigrantes. Y se transforma en momentos en que nuestro país se está dando ominosas pruebas de la “emigración, sobre todo de los compatriotas jóvenes más capaces y emprendedores”, en un recordatorio de las señales positivas que significa una “inversión de esa circulación”, de manera que por sus características remozadas, la nuestra vuelva a ser una “tierra de promisión”.

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