Atención

Esta imágen puede herir
su sensibilidad

Ver foto

Compartir imagen

Agrandar imagen
La semana política estuvo sellada por una foto elocuente. Una mesa en la que fueron capaces de sentarse los gobiernos nacionales y provinciales, que aún de distinto signo comparten intereses comunes desde la expectativa política, pero a su vez y primordialmente, desde la necesidad de solucionar los problemas urgentes sin dilapidar el capital político indispensable para seguir en carrera y más aún en vísperas de un calendario electoral.

La foto, que es el puntapié de los acuerdos que se alcanzarán luego, fue una bisagra no sólo de la relación que traban desde hace tiempo estas gestiones sino también del modo en que se construye la conversación política.

La pelota ahora estará en la cancha del Congreso. En el acuerdo, hay algunos lineamientos pre establecidos que pueden gustar o no a la oposición y al propio gobierno de la Nación, que ha admitido lo antipático e inconveniente de algunas de las medidas. Sin embargo, la cocción del asunto pasará por las Cámaras donde el oficialismo no tiene mayoría, lo que hace más intensa la negociación.

Entre Ríos no escapa a esa fórmula de expectativa. Es decir, las experiencias previas han demostrado las severas dificultades que ha tenido el gobierno de Gustavo Bordet para alinear sus votos en el Congreso. Tanto en Diputados como en el Senado, la suma fue compleja y esta vez el kirchnerismo residual ya adelantó que no será diferente a la hora del Presupuesto.

Lo inverosímil de la posición es que los diputados nacionales del justicialismo, de extracción kirchnerista, es que no refrenden con su voto lo que respaldó el gobernador, que al margen de no estar en la foto, se hizo presente a través de su ministro de Economía, en la elaboración de los acuerdos.

En la provincia la cosa no es diferente. Este martes la Cámara de Diputados dio media sanción a un proyecto de ley que modifica el destino de endeudamiento. La tensión se escurrió entre las bancas y finalmente se palpó en los discursos que revivieron hasta el propio Montiel, pero que olvidaron, selectivamente, los yerros de otras gestiones que no fueron pocos.

El radicalismo escuchó los reproches hacia el ex gobernador que pasó a la historia corta por los federales, quizás porque el peronismo urribarrista fue rápido que los propios radicales para apropiarse del resto de lo que hizo el viejo radical: UADER, SIDECREER y gasoducto.

En el medio de los soliloquios, aturdió el ex gobernador y actual presidente de la Cámara con una explicación pública en la que se despegó de cualquier endeudamiento de la provincia durante su gestión después de que Bordet hablara sobre la economía provincial y el acuerdo con Nación. “Redujimos drásticamente la deuda en los ocho años de nuestro gobierno”, dijo el ahora diputado Urribarri que afirmó al darse por aludido que su sucesor “ha aumentado al 62% de los ingresos presupuestarios”

La cuestión más interesante, además de los dichos de Urribarri que autodefine como exitoso su paso por la gestión, de la que ya tres funcionarios fueron condenados por la Justicia por casos de corrupción y otras tantas causas enfrenta el mismo ex gobernador, es cómo se da la línea de sucesión de hechos y de poder.

Pendiente el desafuero de Urribarri, que está aún en comisión, la dispersión de los votos de su propia bancada le resta poder para negociar una salida airosa y justo cuando aparecen temas en los que ese manejo se torna indispensable , pero lo que cuenta de fondo es dónde van a estar esos votos a la hora de levantar o no la mano por el desafuero, que es uno de los grandes temas pendientes de la Legislatura y es en ese nudo gordiano donde reside la preocupación porque si, lo que resta no suma, claro está que será peleada la votación que permita a la Justicia avanzar con la investigación que está hoy en suspenso.

En síntesis, la foto de Nación y los gobernadores se logró. Resta saber ahora cómo se traslada al Congreso, y cómo funcionará la dialéctica de las internas en ese recinto y en el caso particular de Entre Ríos que en casi un mes presenta su propio proyecto de Presupuesto, pero que tiene en agenda una reforma corta e historias de internas demasiado largas.
Fuente: El Entre Ríos

Enviá tu comentario