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Resulta innecesaria la afirmación que las lluvias persistentes e intensas como las que nos ha regalado la naturaleza en esta época vuelven harto peligrosa la circulación de vehículos, ya que la cantidad de accidentes de tránsito de los que informamos vienen por sus consecuencias a confirmarlo, si ello fuera necesario. Aunque no se debe explicar el número de accidentes por el agua caída o su intensidad, en cuanto en todos ellos juega una parte importante, aunque de medida variable, la ausencia de una verdadera educación vial para los conductores, a lo que en muchos casos se suma el estado más o menos defectuoso de tramos de las rutas o de todas ellas. En su totalidad.

Un problema que se vuelve más grave, aunque por lo general no se traduce en accidentes, ya que la posibilidad de transitar se vuelve casi imposible en el caso de los denominados “caminos de la producción”, o sea los caminos rurales utilizados para que circulen no solo los pobladores del campo, sino para que accedan los insumos y salga la producción.

Lo mismo sucede en el caso de muchas ciudades, como es el caso de Colón, aunque para decir verdad en estos casos la lluvia no hace otra cosa que tornar más grave un problema permanente. De allí que es de esperar que la proximidad de las elecciones de junio no solo actúe como motivación para hacer lo que corresponde, en el caso de las ciudades, como es el de Colón, sino para que además el gobierno provincial lo haga de la misma manera dentro de su ámbito de acción. Es que tenemos presente, no solo imprecisos anuncios que nunca se cumplieron, de que iba a darse una suerte de “tercerización” de las tareas viales en la ciudad, con el envío de una especie de “misión vial” por parte de la provincia que dejaría, según se daba a entender, nuestras calles “puestas a nuevo”, para que después de ello la municipalidad asumiera -asumiera y no reasumiera- la función de su cuidado.

De allí en más, todavía nada se sabe de cuándo se iniciará la importantísima obra de pavimentación de Avenida Quirós, a cuya realización se comprometió el gobernador (y que esperemos que enlace con el tramo ya pavimentado de la costanera, si se tiene en cuenta la forma que se ha actuado en otras localidades de la provincia). Además, una pregunta que ya nadie se hace -quizás porque existe un evidente cansancio de tanto anunciar y el aparente nada empezar- es cuándo comenzarán los trabajos de reconstrucción de la ruta provincial 26 en el tramo prácticamente intransitable de su acceso norte. A lo que se debería agregar una obra similar en el tramo Colón-San José, ya que precisamente para los que transitan por el mismo, las últimas lluvias dejaron en evidencia, por los deterioros que presenta la calzada, que está pronta a correr la misma suerte del tramo antes indicado.

Todo esto con dos agregados que nos atrevemos a sugerir. El primero de ellos que la reconstrucción de este último tramo transponga el arroyo Artalaz y prosiga a todo lo largo de la Avenida Presidente Perón hasta Plaza Washington. La segunda, la posibilidad de dar una solución al problema estético que significan los socavones dejados por la explotación, en su tiempo, de canteras a ambos lados de un pequeño sector de ella que permitiría a su vez contar con el canto rodado del resto del yacimiento no explotado, precisamente porque la construcción de la ruta fue previa a su explotación. A la vez, para no dejar a San José por no ser ello justo fuera de este reclamo, sería muy positivo que el gobierno provincial dentro de ese proyecto de reconstrucción ampliado se ocupara de la remodelación de las calles Mitre y Cettour de esa ciudad, en el tramo en que ambas se superponen con las rutas aludidas.
Fuente: El Entre Ríos (edición impresa)

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