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Es el peor momento de la pandemia. Así lo calificó el presidente Alberto Fernández antes de anunciar una estricta cuarentena para los últimos días de mayo. Y la afirmación vale tanto para el sistema sanitario como para la economía. Sin embargo, la situación del sector privado contrasta con los privilegios de la política donde los aumentos de sueldo, las ventajas en el acceso a las vacunas y la presión fiscal sobre las empresas siguen como si nada hubiera pasado.
Bronca cuando ríen satisfechos
La distancia entre la política y los ciudadanos se ha ensanchado enormemente desde el inicio de la pandemia. Las vacunas VIP, los sueldos abultados, las “preocupaciones” por crear nuevos cargos políticos y la falta de vacunas han conformado un combo que aumenta la presión social y el descrédito de la política. Cada vez más son los comerciantes y ciudadanos de a pie que entonan las estrofas de “La marcha de la bronca” que parece sintetizar este momento.

Bronca cuando ríen satisfechos
al haber comprado sus derechos
Bronca cuando a plena luz del día
sacan a pasear su hipocresía
Un gesto para descomprimir
Un sector de la política, en especial en el ala opositora, parece haber reparado en que ya no queda margen para seguir haciéndose los distraídos. Esta semana, varias iniciativas en Entre Ríos han confluido para proponer, por primera vez en el año, resignar una parte de los sueldos de la política para contribuir a la delicada situación.

Un grupo de legisladores de Juntos por el Cambio propuso esta semana impulsar un proyecto que reduce el 20% de los sueldos de funcionarios políticos municipales y provinciales. La iniciativa propone una rebaja por 6 meses, para que el esfuerzo no sea sólo del sector privado. De la mano de esta medida, la propuesta encabezada por los diputados Esteban Vitor y Eduardo Solari (JxC) también dispone la exención del pago de impuestos provinciales y municipales, para tratar de aliviar la carga de deudas que arrastran empresarios y comerciantes.
Un fondo productivo
En esa misma línea, esta semana también se conoció el anuncio de los concejales de Paraná del bloque “Políticas para la República”. Los ediles de la capital entrerriana habían propuesto ya en 2020 una reducción del 25% de los sueldos de la política. A pesar de la falta de acompañamiento que tuvo la medida, los legisladores de Paraná hicieron el aporte propuesto a un fondo especial que administra una Fundación creada por la misma fuerza política para impulsar proyectos productivos en Entre Ríos. “En primer lugar pensamos lanzar una iniciativa de créditos a proyectos productivos privados, similares a los programas semilla, para impulsar a los sectores que generan desarrollo”, anunciaron desde Políticas para la República. De este modo, los “ajustes” de la política van a permitir financiar iniciativas destinadas a impulsar la actividad productiva y asistir a los actores del sector privado que generan empleo en la provincia. Los concejales Emiliano Murador y Anabel Beccaria también adelantaron que acompañarán el proyecto que propone el Bloque de Juntos por el Cambio para implementar una reducción del 20% de los sueldos de la política.

Mientras tanto, en Concepción del Uruguay avanzan iniciativas similares. El Intendente Martín Oliva es de los pocos gobernantes del oficialismo (Frente de Todos) que impulsa acciones de asistencia directa al comercio local. En el año 2020 dispuso $2 millones en créditos a Tasa Cero y para este año promete duplicar el fondo para asistir al comercio local. A su vez, los concejales de Juntos por el Cambio trabajan en una ambiciosa norma para implementar una moratoria municipal que exima del pago de multas e intereses a los alicaídos comercios locales.
¿Algo va a cambiar?
Este parece ser el interrogante final. Si con estos gestos y estas acciones, algo va a cambiar realmente en la política. Si se van a revisar las jubilaciones de privilegio de la política, si se va a adecuar la exagerada escala salarial de los funcionarios a la realidad de los sectores trabajadores, si la agenda política tomará nota de las necesidades de la gente. O si, por el contrario, se trata de pequeños maquillajes para que nada cambie.
Fuente: El Entre Ríos

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