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Un reporte del Banco Mundial lanza una cifra escalofriante: 100 millones de personas habrán caído en la pobreza extrema en 2020 producto del impacto de la pandemia de coronavirus en el mundo. La cifra se suma a los millones de pobres que ya tenía el planeta antes del impacto generado por la enfermedad, el aislamiento y las restricciones a la economía impuestas por los gobiernos.
Una proyección alarmante
En septiembre de este año, las previsiones del Banco Mundial anticipaban que las personas en situación de pobreza extrema podían alcanzar entre 71?millones y 100?millones, sólo contabilizando el impacto de Covid-19 en este año 2020.

Sin embargo, la misma entidad se vio obligada a revisar sus proyecciones ante la segunda ola de contagios y la extensión de la pandemia que aún está lejos de terminarse. Y las nuevas estimaciones muestran un panorama aún más desolador: “Ahora prevemos que es probable que la pandemia empuje a entre 88?millones y 115?millones de personas a la pobreza extrema en 2020”, se informa en el reporte oficial del Banco Mundial al que accedió El Entre Ríos. Las cifras surgen de nuevos datos que el organismo internacional ha incorporado a través de PovcalNet (i), una herramienta en línea del Banco Mundial para calcular la pobreza en el mundo.
Retroceder varios casilleros
Esta cifra de más de 100 millones de nuevos pobres se suma a los más de 680 millones de personas que vivían en la pobreza extrema según la última medición de 2017 que para ese entonces representaba el 9.2% de la población mundial.

Cuando la pandemia termine, al menos 1 de cada 10 personas serán pobres en el mundo. Con este panorama, el Banco Mundial advierte que la lucha contra la pobreza y los avances que había mostrado el mundo retrocederá con esta situación. La previsión es que la pandemia ha afectado la situación social y económica de tal modo que generará “un retraso de unos tres años en la reducción de la pobreza”, se reporta desde el nuevo informe del organismo.

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Como evidencia esta imagen, la sostenida reducción de la pobreza que mostraba el mundo con la línea principal del gráfico en descenso desde 2015, se vio fuertemente alterada por el impacto del coronavirus. Esta infografía del Banco Mundial muestra el crecimiento de la pobreza en este año con una línea roja para el escenario más drástico y una línea azul para la proyección más alentadora. De este modo, el mundo retrocede varios casilleros en el combate a la pobreza.

El parámetro de medición que sigue el Banco Mundial es la línea de pobreza internacional que fija como límite un ingreso diario de USD 1,90 (un dólar con noventa centavos). Es decir, unos 57 dólares de ingresos al mes. Si lo traducimos al valor del dólar “solidario” de $137, representa unos $7800 de ingresos mensuales. Quienes están por debajo de ese ingreso, forman parte de los casi 800 millones de personas que viven en la pobreza extrema en el mundo atravesado por la pandemia.
El caso de Argentina
Con este panorama desolador a nivel mundial, las estimaciones del Banco Mundial vaticinan una caída de la economía del orden del 5% para este año en el escenario más alentador y del 8% en el escenario más drástico. Las cifras de la Argentina muestran un agravamiento de las situaciones de pobreza que van en línea con la debacle mundial. En nuestro país, la pobreza alcanzó un pico de 47,5% para el segundo trimestre de 2020 y ya afecta a más de 18,5 millones de argentinos.

Desde entonces, los indicadores de la macroeconomía muestran una lenta recuperación de los niveles de actividad (salvo algunos sectores específicos como la construcción) y la actividad en las localidades del interior no logra alcanzar los niveles de 2019. En Concepción del Uruguay, por ejemplo, el reporte que elabora la Dirección de Producción evidencia que para septiembre de este año la actividad comercial tuvo una caída del 2% en relación a 2019, a pesar que el año anterior había sido un muy mal año para las ventas minoristas. A esto se suma la destrucción de empleo informal que aún no logra restablecerse, por lo que el panorama parece advertir un lento y largo proceso de reactivación de la economía.

No quedan dudas que el impacto del coronavirus es enorme. Y así como se producen cambios en la vida social que nos obligan a reconfigurar nuestros lazos comunitarios, el mundo demanda nuevas recetas para afrontar el agravamiento de las condiciones de vida de millones de habitantes que están aún peor de lo que estaban.
Fuente: Banco Mundial

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