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Llegamos a la zapatería. Ya sentados dejamos caer nuestros zapatos, mientras en vano queremos ocultar el agujero de una media. Solícito, el vendedor se acerca, haciendo malabarismos con varias cajas. Se agacha, casi con actitud de un súbdito, y va mostrando los diferentes modelos: zapatos tan nuevos y brillantes. ¡Cuán tristes y algo lastimosos, lucen a su lado, los viejos! Tampoco con el pantalón hay armonía. He aquí que lo que va a ser mío, de alguna manera me frustra y me avergüenza un poco.

Pienso que esto le ha ocurrido a muchos. Le pasó a Denis Diderot (1713-1784), famoso creador de la Enciclopedia Francesa. Ahora les cuento.

En algún día de 1760, Diderot, entonces un filósofo célebre, que también era bastante pobre, compró una bata roja y en cierto modo lujosa. A poco, comprendió que había cometido un desliz, que se había equivocado. La bata era para uso íntimo; para abrigarse junto a la chimenea o cubrirse cuando iba al retrete, o también mientras escribía durante tantas y tantas horas, y se manchaba con tinta, y quizás con tabaco. Miles de artículos surgieron de su pluma para la perseguida Enciclopedia, y las muchas cartas, tan hermosas, a su amante Sofía Volland, que serían recogidas en cuatro tomos. Vestido con la nueva bata roja, miró alrededor, y la muy modesta austeridad que lo rodeaba, le hizo sentirse mal, equivocado. Y volvió a vestirse con la vieja bata. "Estaba todo en discordia”, se decía. "El efecto conjunto se perdió. Ya no hay unidad ni belleza. Ahora todo es discordia".

Los años fueron haciendo su trabajo, y el ambiente fue modificándose lentamente, hasta que la bata roja, tal vez sin lucir tan flamante, tuvo allí cabida.

Creo que a muchos nos ocurrió. El sofá que lucía tan lindo en la mueblería no lo es tanto cuando lo llevamos a casa, y ya comprado no nos queda otra cosa que ir modificando lo que se puede a su alrededor para que “no choque".

En 1988, un antropólogo, Grant Mc Grath, tomó esa vieja historia y acuñó el término "efecto Diderot". Para este sabio, y entre sabios andamos, esa historia tan doméstica, encerraba una verdad. Y si antes se compraban bienes aislados, o únicos; ahora la adquisición suele ser de conjuntos. Y ejemplificaba que cuando compramos un Apple, solemos seguir con la compra de la misma marca, siguiendo una escalada que algunos no titubearon en llamar cruel, y que no se sabe cómo y cuándo terminará.

Fue en 1769 cuando Diderot escribió “El arrepentimiento de deshacerme de una bata vieja”. Es que él se había convertido "de dueño absoluto de la bata vieja, en el esclavo de la nueva”. Y añoró la antigua independencia.

¿Y si le preguntáramos al filósofo, qué pasa si en vez de un bata, lo que adquirimos es una nueva idea, quizá no roja pero sí brillante? Seguramente su novedad contrastará con las viejas ideas y creencias, que lucharán para no ser del todo sometidas y abandonadas, e incluso sufrirán algún cambio aparente que las acerque a las nuevas. Éstas rompen con las costumbres y la tradición. Desentonan, y cuántos intereses tiemblan.

Denis Diderot fue probablemente el mayor intelecto dentro de los varios genios que formaron parte del movimiento llamado de la Ilustración, en la Francia de Luis XV. En pugna por sus ideas con la Iglesia y la Corona, “los filósofos" gestaron una verdadera revolución intelectual, que se extendió a los países vecinos y a América. También se los premió con cárcel y exilio. La obra máxima de Diderot fue la "Enciclopedia o diccionario razonado de ciencias, artes y oficios”, que abarcaba todo el conocimiento de la época y cuya ideología era laicista, materialista, programática y burguesa, que en forma un tanto revolucionaria englobó la agricultura, industrias y artesanías. Fomentó el espíritu crítico, y una larga lista de escritores de Francia colaboraron en ella. Su escritura y publicación abarcó el período 1745-1772. Estaba formada por 17 volúmenes de texto (con 7181 artículos) y 11 de ilustraciones. Diderot, además de dirigirla, escribió buena parte del contenido o corrigió los de otros.

La palabra enciclopedia deriva del griego y puede traducirse como "círculo del saber".

Dentro de la enorme maraña de causas que nos trajeron a estas tierras, es probable que la enciclopedia no haya jugado un rol menor, y quién sabe si con el olvido de su inspiración, no comenzó nuestra decadencia.

Esa enorme colección de volúmenes: grandes, pesados, con cantos dorados, que ocupaban toda una pared, están ahora obsoletos. Wikipedia (wiki del hawaiano: rápido-pedia: conocimiento), los ha reemplazado y es gratuita. Una la puede consultar con algún chiche electrónico que cabe en un bolsillo.
Fuente: El Entre Ríos (edición impresa)

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