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El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) acaba de publicar un Informe muy completo que muestra de forma comparada las diferentes acciones que están tomando los países para salir de la cuarentena.

Además de aspectos estrictamente sanitarios, las recomendaciones dan cuenta de las acciones a considerar en materia de transporte público, medidas económicas, incentivos estatales y las características de la “nueva normalidad” que van adoptando las ciudades. Aquí repasamos algunos aspectos destacados que deben servir a Intendentes y funcionarios para diseñar las políticas públicas en este contexto de transición.

El documento del BID explica que “el objetivo del documento consiste en guiar a los tomadores de decisiones, en América Latina y el Caribe, en la difícil tarea de determinar cuándo y cómo liberar las restricciones y reanudar las actividades socioeconómicas”. Un documento que debieran leer todos los funcionarios de nuestras ciudades entrerrianas.
El sacudón a la economía
El BID reconoce que “hay mucha heterogeneidad en cuanto a los plazos y a la naturaleza” de las medidas de confinamiento. Algunos países, como México, Jamaica, Uruguay y Belice, no introdujeron medidas obligatorias, sino sólo recomendaciones de cumplimiento voluntario. Otros países, como Chile, República Dominicana, Brasil y Guatemala, han decidido realizar aislamientos localizados o ceder a las autoridades locales —ya sean municipales o estatales— las decisiones sobre el confinamiento. Hay indicios de que las medidas de confinamiento han tenido un impacto positivo en la reducción de la incidencia de los casos registrados de COVID -19 y en la mortalidad.

Pero a su vez, el efecto de estas medidas sobre las economías del mundo ya se sienten de manera intensa. En Estados Unidos, más de 30 millones de personas han perdido su empleo en apenas seis semanas. El Fondo Monetario Internacional (FMI) advierte que la caída de la economía a nivel global será del orden de -3% en 2020, con un promedio de -5% para el conjunto de América Latina y el Caribe. El BID a su vez estima una pérdida de hasta 17 millones de empleos formales en la región.
Frente a estos pronósticos, a medida que el número de muertes por COVID -19 empieza a disminuir, gana relevancia en todo el mundo la pregunta de cuándo y cómo relajar las medidas de confinamiento y aislamiento.
La decisión de los Intendentes
Mientras vemos al Intendente de Crespo habilitando reuniones sociales de hasta 15 personas, Concepción del Uruguay incrementó el cierre de caminos vecinales y reforzó los controles en los accesos.

Sin duda que la salida del confinamiento por el coronavirus será la decisión política más trascendente que deben tomar los Gobiernos y por eso hay que mirar al mundo para tomar sus aprendizajes.

Hong Kong, Taiwán, Singapur y Corea del Sur fueron capaces de mantener el número de casos bajo control sin imponer medidas de confinamiento obligatorio y sin cerrar los negocios o las escuelas. Lo lograron a partir del uso de una estrategia masiva de testeo a todas las personas sintomáticas y a todos sus contactos. El aislamiento de esas personas fue una de las claves. La segunda oleada de contagios que ahora afrontan algunos de los países asiáticos responde esencialmente al regreso de trabajadores migrantes, quienes generalmente viven con un alto grado de hacinamiento. Algo parecido a lo que estamos viendo en barrios populares de la Argentina. Los controles estrictos a los que viajan ha sido una respuesta común que está mostrando algún grado de efectividad.
El retorno a las escuelas
Tras el reciente anuncio de Jujuy proponiendo el regreso a clases en las próximas semanas, el mundo muestra situaciones dispares. En algunos casos, se da preferencia a los estudiantes de primaria y de secundaria a punto de graduarse (Alemania); en otros, se da preferencia a niños de jardines de infantes y de Primaria (Dinamarca). Este regreso a las aulas va acompañado de uso de barbijos y medidas de distanciamiento social.
La vuelta a clases debe considerar:

- Aspectos sanitarios tales como “Asegurar una infraestructura educativa adecuada, con limpieza y desinfección profunda, la disponibilidad de baños e implementando espacios para el lavado de manos en la entrada de las escuelas.
- Establecer nuevos protocolos de higiene y seguridad. Se deberá redefinir el modo de funcionamiento con nuevos índices de cantidad de estudiantes por aula, regulaciones para el uso de áreas comunes, y la definición de los protocolos de limpieza y distanciamiento social.
- El transporte escolar es un tema clave, así como las medidas preventivas que garanticen su utilización para minimizar riesgos.
- Monitorear la salud del personal y de los estudiantes.

China, por ejemplo, abrió algunos centros de educación con esquemas progresivos de incorporación de estudiantes (Patranobis, 2020). Dinamarca y Noruega planean reabrirlos progresivamente para estudiantes de primero a quinto grado. Alemania reduce las medidas de distanciamiento social y va hacia la reapertura de centros educativos, comenzando por los alumnos mayores o aquellos que deben rendir exámenes. España decidió concluir el ciclo escolar y reabrir los centros en septiembre. Uruguay abrió progresivamente las escuelas rurales.
Fronteras internas
Muchas propuestas incorporan medidas de flexibilización o liberación del aislamiento en ciertas áreas del país donde no existen casos reportados de contagio o donde la tasa de contagio muestra una tendencia decreciente. Ello implica llegar a acuerdos internos con múltiples actores sobre la movilidad de las personas. Este enfoque geográfico sugiere que quienes residen en las localidades y zonas declaradas “libres” de COVID -19 podrían movilizarse sin restricciones, pero requiere limitar de una manera muy estricta el ingreso y la salida de personas de estas áreas. En la práctica se crean fronteras internas dentro de los países, algo que ya ocurre con Jujuy y en línea con lo que podría disponerse en Entre Ríos. La clave de estas medidas es la capacidad de control de esas “fronteras” y los embates legales por la restricción de derechos constitucionales.
Qué actividades económicas reactivar
En esa misma línea se avanza en el regreso a los lugares de trabajo. Algunas propuestas sugieren el uso de turnos alternativos de trabajo. Esto significa permitir el regreso al trabajo otorgando días y horarios para hacerlo. A pesar de lo atractivo de esta idea, existen muchas limitaciones prácticas, ya que implica no solo el establecimiento y cumplimiento estricto de turnos en cada lugar de trabajo, sino también la conformación de alguna entidad coordinadora para evitar que múltiples empresas y sectores utilicen franjas horarias similares y se generen aglomeraciones en espacios públicos.

El BiD advierte que “Muchas de las decisiones de reapertura no se han basado en criterios necesariamente objetivos. Al contrario, en muchas ocasiones, estas responden al grado de influencia de los gremios empresariales y sindicales y también a preferencias culturales y sociales no escritas”. En Concepción, por ejemplo, funcionan las peluquerías y centros de estética, pero no pueden abrir los gimnasios.

El mundo muestra experiencias interesantes con modelos de flexibilidad regulatoria —que pueden adoptar los Intendentes— para facilitar la reactivación de las empresas, lo que incluye el “silencio administrativo positivo” con fiscalización posterior y la reducción de requisitos para las licencias, permisos y autorizaciones.
Un Comité de reapertura
Por eso el Reporte del Banco Interamericano de Desarrollo señala la necesidad de avanzar en “la definición de los criterios para la apertura de zonas y de actividades, y de estrategias de comunicación que involucren a la comunidad… con la participación de los ciudadanos y del sector privado”. Esta nueva estructura de gobernanza para definir la salida del confinamiento se repite en la mayoría de los países: una estructura central que fija las pautas generales y una estructura satelital, en la que se organizan equipos sectoriales y multisectoriales compuestos por autoridades y por expertos de los sectores cuyas actividades son las que deben volver a activarse: trabajo, producción, educación, entre otros. Por el momento, las ciudades entrerrianas no cuentan con este tipo de mecanismos de toma de decisiones. Todo está centralizado en los intendentes y la pauta sanitaria que brindan los COES (Comité de Emergencia de Salud). La reactivación de organismos mixtos integrados por el sector público, el sector privado y las organizaciones y universidades puede ser un buen resorte para diseñar las formas de salida progresiva.
La clave será montar sistemas de información que les permitan a los Gobiernos y las comunidades aprender lo más rápido posible, no solo de lo que se hace en diferentes partes del país, sino también de otros países de la región y del mundo, y asegurar que estos aprendizajes se incorporen rápidamente a los procesos de decisión sobre políticas públicas respecto de qué partes de la economía abrir, cuándo abrirlas y con qué protocolos.

Link a la página: https://publications.iadb.org/publications/spanish/document/Del-confinamiento-a-la-reapertura-Consideraciones-estrategicas-para-el-reinicio-de-las-actividades-en-America-Latina-y-el-Caribe-en-el-marco-de-la-COVID-19.pdf
Fuente: El Entre Ríos

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