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Un equipo de investigadores argentinos realizó un estudio con adultos mayores de Argentina para conocer el modo en que interactúan con los mensajes falsos o engañosos que circulan por WhatsApp. Los resultados son muy alentadores, ya que muestra que una porción importante de usuarios ha desarrollado sus propios métodos y estrategias para tratar de corroborar la veracidad de la información antes de compartirla con sus contactos. La indagación es parte de las acciones de Proyecto Desconfío, una iniciativa que combina la investigación académica y la labor periodística enfocada en el tema de la desinformación. Cuenta con financiamiento de la Embajada de EEUU en el marco de su programa Tech4Truth y cuenta con el apoyo de ADEPA.

Por Adrián Pino y Soledad Arréguez (**)
La actitud de desconfiar
Los resultados surgen de un estudio cualitativo en el que se entrevistaron a más de 40 personas mayores de 60 años que utilizan WhatsApp en Argentina. Allí, el equipo de Proyecto Desconfío liderado por Adrián Pino y Soledad Arreguez, junto al asesoramiento de Eugenia Mitchelstein, del Centro de Medios y Sociedad (MESO Argentina), detectaron cuáles son los métodos y estrategias que implementan los usuarios para mantenerse alerta ante las campañas de desinformación que circulan por el sistema de mensajería más popular del mundo.

Los hallazgos preliminares permiten identificar tres tipos de actitudes frente a la desinformación que se recibe por WhatsApp. En la mayoría de los casos, los usuarios manifiestan implementar alguna acción frente a un contenido que consideran “sospechoso” o poco confiable. Los métodos van desde “preguntarle a alguien de la familia” sobre el tema; buscar más información en los buscadores de internet; o contrastar la información con medios de comunicación o líderes de opinión (generalmente periodistas) para saber si se trata de un hecho real o una “fake news”. De este modo, el estudio permite identificar que los adultos mayores parecen ser conscientes del riesgo que contienen los mensajes masivos y los contenidos que circulan en grupos de WhatsApp.
Tres posturas frente a la desinformación
En esta investigación también se identificaron tres actitudes bien marcadas respecto a las habilidades para enfrentar la desinformación. Según los resultados preliminares, hay un grupo de usuarios que se autopercibe incapaz de distinguir la veracidad o no de un contenido. Y si bien puede parecer una mala noticia, esta conciencia sobre sus limitaciones abre un espacio para la capacitación y el entrenamiento de algunas habilidades básicas que podrían impactar positivamente en la interacción de estos usuarios con los mensajes de WhatsApp y las campañas de desinformación.

Otra actitud entre los usuarios está dada por aquellos que sospechan de ciertas piezas que circulan por WhatsApp, pero aún así no logran saber cómo proceder para verificarlo. Se trata de un perfil de usuario más activo, que recurre a buscadores de internet y otros contactos en sus intentos por confirmar el contenido de un mensaje. En este grupo se detecta mucho entusiasmo y presenta una oportunidad para entrenarlos en el uso de herramientas digitales específicas y pequeños atajos que ayuden a verificar el contenido.

Por último, se identificó otro grupo de usuarios que dice tener cierto “instinto” para detectar la información engañosa, basados en su experiencia. En particular, en este segmento se ubican aquellos que desconfían de los medios de comunicación y atribuyen “ideologías” o “sesgos” a la labor periodística. Para estos usuarios, la información es “confiable” generalmente cuando coincide con su perspectiva previa, y es el caso que despierta más desafíos en la lucha contra la desinformación ya que requiere de desarticular creencias previas. El tema merece un seguimiento especial desde las neurociencias y es motivo de diversos test que sistemáticamente encuentran en las creencias previas una barrera para distinguir una noticia real de un contenido engañoso o falso.
Se esperan más conclusiones
Este avance presenta resultados preliminares de una investigación que se inició en mayo de 2020 y culminará a comienzos de 2021. La investigación dirigida por Adrián Pino y Soledad Arreguez promete más resultados que ayuden a identificar cómo interactúan los adultos mayores de Argentina con WhatsApp y entender de forma más precisa qué herramientas y habilidades pueden resultar útiles para reforzar sus acciones contra la desinformación. La indagación es parte de las acciones de Proyecto Desconfío, una iniciativa que combina la investigación académica y la labor periodística enfocada exclusivamente en el tema de la desinformación. Cuenta con financiamiento de la Embajada de EEUU en el marco de su programa Tech4Truth y cuenta con el apoyo de ADEPA.

** Los autores son investigadores de la Universidad de Concepción del Uruguay y la Universidad de Lomas de Zamora y coordinan el Proyecto Desconfío en Argentina.
Sobre la investigación
Los resultados que se exponen en esta nota son hallazgos preliminares de una investigación cualitativa con más de 40 usuarios de noticias de más de 60 años de edad de Argentina que usan WhatsApp. El relevamiento contó con la participación de 15 estudiantes de diferentes universidades de Argentina. Se realizaron entrevistas en profundidad grabadas en audio o video, con una duración promedio de 45 minutos cada una. Se realizaron de forma online durante los meses de junio a septiembre de 2020. Pueden verse más detalles del proyecto en este enlace: Desconfío-WhatsApp.
Fuente: El Entre Ríos

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