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Sucede que a un señor que se conoce y es Juan Manuel Illescas, se lo detectó -ya acreditado como periodista en la Casa Rosada- que tenía un pedido de captura nacional e internacional por "abigeato (hurto de ganado), incumplimiento de las normas de comercialización de ganado, incumplimiento de los deberes de funcionario público y falsedad ideológica de documentos públicos". ¡Grande Illescas! Personaje de “frondoso prontuario” como es periodísticamente correcto decir.

Pero la cuestión no pasa ni por el hecho que haya un prontuariado en los despachos oficiales, cosa que se ha visto una y mil veces suceder. También está demás la machacona pregunta de “por qué no lo habían investigado antes de acreditarlo”, porque hacer esta pregunta en nuestro caso es una reverenda estupidez. ¿Es que acaso no se sabe que entre nosotros “truchos y truchadas” brotan por todas partes, y hasta nos hemos desayunado que hasta hay médicos “truchos de toda truchedad”? Que son los que no saben ni para trabajar como enfermeros, sin despreciar a los enfermeros que casi siempre son una barbaridad.

Lo que en realidad me molestó, de entrada nomás, es que se hiciera tanto barullo porque Illescas estuviera acreditado como periodista de una FM de Maciá. ¡Como si ser de Maciá, el poblado más importante del Departamento Tala y centro apícola en el que se consigue la mejor de la mieles que es la que elaboran las abejas de las flores de las chircas, impidiera tener una radio y acreditar un periodista en la Rosada!

Pero en realidad, me siento maltratado por el hecho de que los diarios, las radios y la televisión porteña parecen más interesados en pegar la palabra “entrerriano” al mencionar a Illescas, como si fuera lo más importante en la historia de ese señor y hasta su lugar de nacimiento la explicación de sus tropelías. El “entrerriano” Illecas, por aquí. El “entrerriano” Illescas por allá (¡!). No he visto nada igual en el caso, para dar un solo ejemplo, de mencionar los “bonaerenses” a quienes salen día a día a robar por las calles de sus ciudades…

Para mí se trata de otra conspiración más… En la que no puedo dejar de pensar. Sabiendo lo buenos que somos. Que vayamos donde sea dejamos a la gente chocha de la vida. Para mí es porque nos tienen envidia. Por el hecho que Sergio sea el único y nuestro.
Fuente: El Entre Ríos (edición impresa)

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