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Programa de radio La ñata contra el vidrio
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Programa de radio La ñata contra el vidrio
No es novedad que los medios de comunicación atraviesan un momento duro en términos de sustentabilidad. El avance de los gigantes digitales y el desvío de fondos publicitarios a redes como Instagram, Facebook o Google han complicado los ingresos del principal canal de recursos de la industria de Medios. Las respuestas que se ensayan, con modelos de membresía y suscripciones, amenazan con configurar un escenario de exclusión para grandes sectores de la población que no puedan pagar para acceder a las noticias.
Nuevas líneas de acción
El último reporte del Digital News Report que elabora cada año el Instituto Reuters muestra nuevas líneas de acción por parte de los medios en su intento por reemplazar los alicaídos ingresos publicitarios. En ese plan de acción, ocho de cada diez editores adelantaron que buscarán avanzar este año con estrategias de suscripciones o de membresías.

Esto implica asumir un cambio interno importante para muchos medios que hasta ahora habían descuidado la relación con sus audiencias. El modelo de membresías o suscripciones requiere de un seguimiento exhaustivo del interés de los usuarios de noticias y acciones de fidelización que, hasta no hace mucho tiempo, no figuraban en el radar de los medios de comunicación.
Pagar para leer
Este camino que confirma el estudio “Periodismo, Medios, Tendencias Tecnológicas y Predicciones del 2022” del Instituto Reuters abre, a su vez, cambios importantes en el modelo de producción y distribución de noticias. Este insumo tan importante para la consolidación de sociedades democráticas y abiertas arrastra una práctica iniciada ya en 1810 cuando reclamaban acceso a información al grito de “El Pueblo quiere saber”.

Este modelo de noticias “gratuitas” o a un bajo costo como los periódicos populares sirvió para atravesar todo el siglo XIX y el siglo XX. Sin embargo, la transformación digital, la publicidad programática, el impacto de los algoritmos y los nuevos actores en el mercado publicitario parecen poner fin a esta forma de acceder a las noticias.

El nuevo modelo que crece en todo el mundo pone barreras arancelarias para acceder a las noticias, columnas de expertos, análisis de profesionales e investigaciones que paulatinamente van quedando lejos del alcance del común de los ciudadanos que no pueden pagar para leer.
¿Limitar o perecer?
Los referentes mediáticos de 52 países del mundo incluyen estas mismas tendencias para los medios de Latinoamérica. El reporte relevó también la opinión de editores de Argentina, Colombia, México, Ecuador y Brasil, que buscan seguir esta misma línea en su intento por salvaguardar la economía y sustentabilidad de los medios.

Se trata de un formato que ya está vigente en muchas redacciones de Argentina. con mecanismos diversos que incluyen un límite de notas que pueden leerse sin pagar; o contenido exclusivo al que no tienen acceso los que no están suscriptos; o versiones más rígidas donde no se puede leer la nota completa si no está registrado como usuario del medio.

En cualquier caso, lo que está en discusión es el modelo de ciudadano que emergerá como resultado de esta práctica cuando, en breve, no haya más opción que pagar para acceder a las noticias. Por ahora, esta perspectiva no tiene mucho espacio en la industria de los medios que parece estar convencida que es un mal menor limitar el acceso a la información que desaparecer en el intento de sostener el modelo de gratuidad que ha regido hasta hace poco.
La ñata contra el vidrio
El debate no es menor. Y es probable que se esté a las puertas de un esquema con sectores de altos ingresos que no tendrán problemas en acceder a información de calidad y, del otro lado, una gran masa de gente que se entera de los enredos amorosos de la TV y las generalidades de los informativos televisivos, cada vez más repletos de gatitos y bebés haciendo hazañas para entretener. Ya hay un 47% de consultados en el estudio del Instituto Reuters que se muestra preocupado entendiendo que los modelos de membresías puedan impulsar un periodismo que “atienda en exceso a las audiencias más ricas y educadas y deje atrás al resto de los ciudadanos”.

Parece momento de revisar si, como efecto no deseado, el costo a pagar por fortalecer este modelo de miembros con acceso y público que mira con “la ñata contra el vidrio” derive en sociedades más elitistas.

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