Atención

Esta imágen puede herir
su sensibilidad

Ver foto

Compartir imagen

Agrandar imagen
Resulta una verdadera paradoja que tengamos muchas veces que enterarnos de temas a los que deberíamos atender con cuidadoso detenimiento por medio de fuentes extranjeras. Nos referimos claro está al argentino común, porque cuando se trata de los involucrados en un determinado tema las cosas resultan diferentes, sin dejar de señalar que en esa información que nos viene de afuera, quedan al descubierto falencias de las que los involucrados en ellas son, al menos en parte, responsables.

Así en un reciente “papel” puede leerse que “aunque no muchos argentinos lo saben, la tierra del dulce de leche podría considerarse también la de la miel. Las más de 81.000 toneladas que exportó el país sudamericano en 2016 lo ubican, en las estadísticas más recientes de la ONU, como el segundo proveedor mundial por detrás de China. Es una cosecha más que se industrializa fuera del país. El consumo nacional es apenas el 5% de la producción y la gran mayoría de los apicultores —de forma independiente o a través de cooperativas— vende la miel a un puñado de exportadores que la comercializa, sobre todo, en Estados Unidos, Alemania y Japón”.

De cualquier manera, se señala como grave falla en la forma que comercializamos el producto en el exterior el hecho que lo hagamos (dicho en forma grosera) “a granel”, es decir que se la exporta de una manera en que todas sus variedades, inclusive de calidades distintas, acaban mezcladas en los tambores, sin distinción de origen geográfico o botánico.

Se indica, como una queja, que el principal mercado para la miel es el chino, donde se incrementa su volumen, mediante la incorporación de otro producto barato a base de azúcar de caña o de maíz. La estrategia, que según el mismo informe lleva una década, cambió las perspectivas del negocio...

Sin embargo se señala que “los precios asiáticos son una gran preocupación para los que han logrado diferenciar su producto y vender con mayor valor agregado. En Argentina lo saben y el ejemplo al que todos recurren es Nueva Zelanda: su industria comprobó científicamente las propiedades curativas de la miel de manuka (Leptospermum scoparium), una variedad autóctona, y la convirtió en el producto más codiciado del mercado. Con un 12% del volumen que exporta Argentina, sus ventas superan en valor a las del país sudamericano. En 2016 exportó a un precio promedio de 21.400 dólares la tonelada, más de 10 veces que el promedio argentino.”

De esa manera viene a hacerse presente una situación que aparece como una constante en muchos rubros de nuestra exportaciones, donde se lo hace con la materia prima casi en bruto, cuando no totalmente en esa forma, sin incorporarle más valor que el que se agregue al de aquéllas.

Enviá tu comentario