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No sólo el miedo a Cristina explica la caída del mercado, sino que el propio Gobierno ha perdido credibilidad

Es difícil establecer con precisión qué motivó el sacudón que sufrieron los mercados financieros argentinos esta semana. Apenas queda claro que, en esta ocasión, el factor externo nada tuvo que ver: ni las bolsas globales, ni las monedas de países emergentes, ni las tasas de interés internacionales tuvieron un desempeño que pudiera contagiar a los activos argentinos.

Las causas son de origen local, y entre ellas sobresalen dos: los anuncios heterodoxos del miércoles pasado y una encuesta de Isonomía en la cual Cristina Fernández asomaba como clara ganadora en un ballotage. Es difícil discernir cuánto malhumor causó cada una de estas novedades.

Lo concreto es que el pánico vendedor arrancó el jueves pasado, feriado en los mercados locales pero no en las plazas del exterior en las que se operan los activos argentinos. No hubo piedad para con Argentina: en una semana, el peso perdió 6% contra el dólar, las acciones cayeron 9% y el riesgo-país trepó más de 1,5 puntos porcentuales.

Argentina asoma al abismo, tituló el diario español El País un artículo de su edición del jueves; casi en consonancia, el prestigioso Financial Times había titulado un día antes que Argentina is on the brink (algo así como que Argentina está al borde).

Por cierto, el temor a que Argentina este por dar un paso al vacío transpira en los precios de sus activos financieros

Por cierto, el temor a que Argentina esté por dar un paso al vacío transpira en los precios de sus activos financieros. Los bonos soberanos del país fueron vapuleados. El Bonar 2020, el primer bono que vence una vez acabado el programa con el FMI, rinde 17%; los bonos más largos, entre 10 y 11%. Pero el precio del Bonar 20 es 90 centavos por dólar de valor nominal, en tanto que el precio de casi todos los bonos que vencen a partir de 2023 está alrededor de 70 centavos.

Esta conjugación entre una curva de rendimientos invertida (los bonos cortos rinden más que los largos) y precios similares para todos los bonos es una señal inconfundible de que el mercado teme una reestructuración de la deuda. El riesgo de sufrir una quita hace que para los operadores el precio del bono sea más relevante que su rendimiento.

¿Está Argentina realmente al borde del default? Lo que respira el mercado financiero no se condice con lo que muestra la macroeconomía, hoy mucho más sólida que un año atrás, con grandes correcciones fiscales y en las cuentas externas, un tipo de cambio competitivo, precios relativos casi corregidos por completo y menos deuda en el mercado financiero, pues fue reemplazada por deuda con el FMI, que no tiene precio de mercado ni está sujeta a corridas como las de esta semana. No son estas mejoras, sino el esfuerzo ingrato que las provocaron, lo que se refleja en la encuesta de Isonomía.

El propio gobierno presenta la elección como Nosotros o el Caos. Pero esta estrategia política subestima sus efectos financieros colaterales: el temor a Cristina supone mayor dolarización y miedo al default, demorando la reactivación, la baja de la inflación y afectando la popularidad de Macri, lo que a la vez retroalimenta los temores al Caos y el reinicio de las corridas.

Para el mercado, a la par del temor a Cristina, también parece haberse devaluado el escenario Macri

Es cierto, como dice Macri, que la caída del mercado y esa sensación que se disemina respecto de que estamos al borde del abismo ocurren por temor a Cristina. Pero no sólo por eso. Los políticos rara vez descubren en sí mismos las culpas que ven en los demás.

Indudablemente, el temor a Cristina juega un papel esencial, pero también es cierto que en la caída cuentan otros factores, entre los cuales no puede soslayarse una evaluación de los resultados obtenidos al cabo de tres años y medio de gestión de Macri. Desde el 10 de diciembre de 2015, el índice EMBI de bonos en dólares argentinos subió apenas 2%. Las acciones perdieron contra la inflación y cayeron más de 40% en dólares. Y el peso perdió 70% de su valor contra el dólar. Muchos precios incorporan el peor escenario: una victoria de Cristina y políticas radicales de su gobierno.

Con valuaciones menores a las que había durante el gobierno de Cristina, no está claro que, aunque hubiera certeza de una victoria de Macri, el mercado recuperaría la euforia. Probablemente recortaría las pérdidas pero, ¿cuánto subiría? Es desde el mercado desde donde más se difundió esta semana la necesidad de un plan V, de Vidal. Porque para el mercado, a la par del temor a Cristina, también parece haberse devaluado el escenario Macri.
Fuente: El Entre Ríos Edición Impresa

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