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Pues la atmósfera que nos cobija, ni cielo ni azul, sabemos que está enferma. Ella es un enorme invernadero, pero el hombre lo ha dañado y ahora es mucho más invernadero que antes. No absorbe, rechaza el calor y aumenta así la temperatura en la superficie de la tierra. Aquí la causa de huracanes, sequías, inundaciones desmedidas. Hechos ya conocidos. Pero el proceso se está acelerando y el planeta tiene fiebre. En la Antártida el deshielo de las capas se triplicó desde el 2007. Si ello llegara a ser total, la altura del mar crecería 60 metros. Una tragedia en las costas y en los ríos taponados.

Gran parte de ello, sino todo, lo ha producido la acumulación de gases por el uso de elementos fósiles como combustibles: carbón, petróleo, maderas. Además, las tierras deforestadas producen una gran cantidad de dióxido de carbono (CO2), el villano de esta historia. Hay que disminuir drásticamente su producción y encontrar nuevos modos de desecho. Vale la pena recalcar que el CO2 en esencial para la vida, pero mucho daña.

Cada año los organismos que utilizan la fotosíntesis (plantas y todo lo verde en general) fijan como materia orgánica 100.000 toneladas de carbono. De los gases que se emiten hoy y son recogidos en la atmósfera solo el 50% tardará 30 años en desaparecer, 30% demorará varios siglos y 20% millones de años. Hay grandes cantidades de CO2 que son absorbidos por los océanos y todos los seres vivos.

Y, ¿cuál sería la buena noticia en todo esto? Están avanzando nuevas técnicas para "chupar" el CO2 directamente del aire. La llaman "tecnología de emisiones negativas". Se concentra el CO2 y con el uso de filtros y sales se puede almacenarlo como gas concentrado que puede ser distribuido por cañería a invernaderos, cultivos de algas, síntesis de combustibles con menor proporción de carbono y (¡¡!!) ayudar a extraer más petróleo de pozos no productivos, o inyectarlo directamente en el subsuelo.

En Canadá funciona una planta de extracción con un costo de 200 dólares la tonelada de CO2 concentrado. En 2011 el costo era de 600 dólares/tonelada. Suiza produce 900 para sus invernaderos e Islandia 50 que entierra en formaciones de basalto.

¿Cuánto contribuirá esto a mejorar la situación? Difícil saberlo. Pero se calcula que para 2020 la generación de electricidad mediada por el carbono crecerá el doble de lo que puedan suministrarle otras energías renovables (eólica, hidráulica, solar, etcétera). China sorprende ahora con toda una carretera de paneles solares que, colocados como baldosas o adoquines, son la misma carretera. Sobre ellos corren los autos y generará electricidad a ciudades a lo largo de la ruta. ¡Cosa de mandinga parece!

El villano de esta historia, el CO2, fue descubierto en el siglo XVl por Jan Baptist von Helmont, flamenco, alquimista, ocultista, médico y viendo los frutos, científico. El experimento que lo llevó al descubrimiento fue sencillo e ingenioso: quemó un trozo de carbón en un recipiente totalmente cerrado, la masa de la ceniza que resultó era una cantidad inferior a la del carbón original. Interpretó entonces que parte del carbón había sido transformado en una substancia invisible que llamó "gas" o "Spiritus sylvestre". Los antiguos tenían un don para los bellos nombres.
Fuente: El Entre Ríos (edición impresa)

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