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Seguramente nunca pensó Silvio Gallay que iba a ser noticia. Y seguramente estaba contento de no llegar a serlo. Porque, supongo, que decía que lo mejor es no serlo. Ni mala, ni tampoco buena. Ya que en los dos casos el volverse uno noticia, se vuelve malquerido, en un caso por el vacío que le hacen y en el otro por la malévola envidia que la bondad suele despertar.

Incluso, así pensaría cuando llegó a ser elegido como concejal en Pronunciamiento, localidad entrerriana del Departamento Uruguay. Hasta que, sin darse cuenta del todo, se le ocurrió presentar un proyecto de ordenanza. Que resultó aprobado por unanimidad. Una extraña rareza de por sí en estos tiempos de desunanimidades unánimes. Que nos hace estar a todos contra todos. Y nos lleva a oponernos desde el vamos, antes aún de que el otro haya siquiera empezado a hilvanar su propuesta.

Viene al caso decir que lo que encendió la mecha del cohete al que se subió sin trepidar Silvio, fue ver que el intendente de Pronunciamiento nombrara tres hijos suyos y un yerno en la municipalidad. No sé si hubiera ocurrido nada si lo hubiera hecho solo con el yerno. Porque todo el mundo comprende como tiran las hijas. Pero que además se le ocurriera conchabar tres hijos varones, le pareció a Gallay demasiado. Aunque no sé lo que pensará mi tío, que se fue el domingo y no le he vuelto a ver.

No lo pensó dos veces. Y pum… “no es posible que Sandoval no tenga mejor idea que convertir a la comuna en una empresa familiar”, parece que casi gritó de enojado que estaba. Una pequeña aclaración. Gallay es un tranqui y Sandoval es el intendente, que por lo visto se creía el dueño del pueblo. Y enojo aparte, sentó a su mujer frente a la computadora y le empezó a dictar.

“Hay que acabar con los curros y los currientos, y terminar con eso de que no solo el intendente sino cualquier funcionario o concejal acomode a sus parientes”, agregó.

Sin advertirlo, Silvio Gallay había impulsado una ordenanza que en el Libro de Modelos, útil para ponerse a escribirlas, aparece bajo el tipo: “Nombre (localidad); Libre de … (indicar la clase de prohibición). Fundamento: … (escribir cualquier cosa que se le ocurra). ¡Con la única diferencia que en su caso, por una vez siquiera lo que se decidía era sensato y estaba dentro de las facultades del Concejo el disponerlo! Cosa extraña hubo unanimidad en hacer lo que se debía.

De cualquier manera me hago una pregunta doble: ¿al final Silvio Gallay se saldrá con la suya? De ser así, ¿quiere eso decir que se puede acabar con esos curros?
Fuente: El Entre Ríos (edición impresa)

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