Atención

Esta imágen puede herir
su sensibilidad

Ver foto

Compartir imagen

Agrandar imagen
La verdad es que siendo como soy en tantas aspectos meritorio, que hace que ante muy pocos me saque el sombrero, no me sucede así en lo que hace a la política. No porque me desinterese de eso que se describe como “su problemática”, sino por cuanto cuando más le presto atención, menos la entiendo.

Eso es lo que me pasa ahora, viendo a todos los que desearían y hacen todo lo posible para que Macri se vaya, sin dejarla en su lugar a Michetti (Dios nos libre, dicho sea de paso), sino que se vaya del todo y con todos sus Ceos. Es que viéndolos como se los ve, organizando paros y movilizaciones, tejiendo y destejiendo arreglos, desjuntándose y juntándose y volviéndose a desjuntar y a juntarse nuevamente, todo al mismo tiempo, mientras se lanzan y se bajan candidaturas como globos que se tiran hacia arriba y que los lleva y los trae el viento.

Porque si es cierto que existe un “club del helicóptero” -¿no será el mismo con el que Mauricio Macri pasó a buscar a Antonia por la escuela para ir con ella a comer un pedazo de pizza, como si buscara hacerse de una cita afectuosa para atesorar como un recuerdo, ante la posibilidad que ese helicóptero lo deje a él y no él al helicóptero?-. Y de existir el club del helicóptero, lo digo y lo repito, y si además con la campaña de desestabilización -la que, si bien recuerdo incluye el “Macri basura, vos sos la dictadura” y la estrategia del “cuando peor, mejor porque cuánto más pronto se hundan menos probable es que todos terminemos presos”-, ¿para qué perder el tiempo en hablar de candidaturas, como si fuera un fuego de artificio?¿ O es que hay lo que ahora se conoce como un “Plan A” y otro como “Plan B”, aunque se calla al momento de preguntarse en relación a cuál es el primero?

Pero, a decir verdad, y en mi más humilde parecer por ser nada ducho estas lides, eso de hablar de candidaturas y candidatos me parece está demás, ya que solo sirve para entretenerse y ayudar a pasar el tiempo. Es como con los programas en la tele, de esos que cada día muestran nuevos adulterios, y parejas que se arman y se desarman. Lo que entre paréntesis me lleva a pensar cómo serán las cosas cuando el “poliamor” se ponga a funcionar a pleno.

Por más que me atrevo a opinar que, como si eso fuera poco, no se toma con seriedad eso de los candidatos… No sé si porque los candidatos escasean o porque se excede a la hora de ser imaginativos.

Ya que de otra manera puede explicarse que se piense en llevarlo al Diego -o traerlo de Sinaloa- para que acompañe a CFK con candidato a vice en su fórmula, lo que con perdón de Diego y de Cristina, me parece un mal chiste. Por más que no se trata de otra cosa que imaginarlo a Tinelli acompañando a Massa. Ya que en este caso sería un consuelo para quien no pudo apropiarse de San Lorenzo, el club de sus amores, con todo el bien que le pudiera haber hecho. Aunque eso, pensándolo bien, no estaría tan mal, ¡porque así sería de verdad vernos bailando por un sueño!

En fin, la cosa es llegar a octubre, el del año que viene aclaro, no sea que crean que estoy lanzando mensajes tremebundos. A la vez que quienes dicen gobernarnos en lugar de entretenerse así, piensen en la mejor manera de ponerle el hombro al país, porque la miyiadura es grande y puede volverse -“vade retro Satanás- más grande todavía.
Fuente: El Entre Ríos (edición impresa)

Enviá tu comentario