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En la edición pasada de esta misma columna, hicimos referencia a lo que denominábamos “cuestiones viales”. Nos ha sorprendido gratamente la reacción que esta nota provocó, a juzgar por la cantidad de mensajes recibidos por diversos medios. La conclusión a la que arribamos es que se trata no ya solo de un problema de lo que hemos dado en llamar “nuestra comarca”, sino que se hace presente en toda la provincia y que en realidad traspasa sus fronteras. Algo que lleva a pensar inclusive hasta en la conveniencia de que si en lugar de seguir haciendo rutas para que “se rompan” enseguida, no habría que empezar por el mantenimiento -y aún la reconstrucción- de las existentes, como en esa oportunidad lo dejamos insinuado. Es que entre las cartas de lectores de los diarios capitalinos no son inusuales aquéllas que dan cuenta de las quejas respecto al pésimo estado “de la ruta del verano”, como los porteños llaman a “la 2” que los lleva y los trae de Mar del Plata, justo -y esto es una digresión- en momentos en que se está avanzando en una reparación integral de las vías del ferrocarril que une a ambas ciudades, y cuyos durmientes de cemento, que reemplazaron a los durmientes de quebracho primitivos durante la anterior administración, los que se resquebrajaron en su mayoría por estar mal hechos, se están terminando de cambiar. También aquí se da el caso con la Autovía Artigas, cuyo estado actual lleva a que un senador provincial por el Departamento Federación proponga que se suspenda el cobro de peaje a los vehículos que por ella circulan, hasta tanto no se la ponga en condiciones (de paso, ¿no sería bueno que en todas las estaciones de peaje se instalen balanzas, en las que se hagan inspecciones sorpresa del peso a los camiones, de la misma manera como el control vehicular que lleva a cabo la Gendarmería Nacional de los vehículos?). Y en este ir y venir desordenado en el que se ha convertido la presente columna, nos hacemos un lugar para pedir a todos los legisladores de todos los niveles, comenzando por los ediles y terminando por los nacionales, que presten una atención especial a la existencia de este tipo de cuestiones, de manera que no tengan que escucharse los reclamos de los usuarios de esas obras. Dado lo cual, también la ocasión no está para ser desperdiciada, extendemos nuestros viejos reclamos en relación a las tareas de mantenimiento -¿o habría que llamarlas de reconstrucción?- de toda la ruta provincial 26 en el Departamento Colón, y no solo del tramo complemente destruido, para cuya reconstrucción esperamos que alguna vez se llame a nueva licitación, para reconstruirlo. Es que el sector que une Colón con San José -el que exhibe una circulación equivalente a la de una avenida urbana- está mostrando alarmantes muestras de deterioro. Asimismo, al momento de ser incorporada esta nota a la presente edición, se ha conocido que el diputado nacional Marcelo Monfort se encuentra elaborando una presentación judicial, con el objetivo que se investigue el estado de la ruta provincial 23 en el tramo que conecta las localidades de Villa Elisa y Jubileo, pasando por La Clarita y Arroyo Barú, y si ha habido una mala ejecución de la obra o una disminución en los materiales que debían utilizarse en la misma.
Fuente: El Entre Ríos (edición impresa)

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