-NODIO ha generado diversas repercusiones que hoy tienen a la Defensoría del Público en el centro del debate, ¿Cómo se viven estas horas en el organismo?
Pascual Calicchio:- Nuestro objetivo es hacer conocer la Defensoría del Público y con esta situación lo hemos logrado. Pero no es la forma que nos hubiese gustado. Muchas cosas de las que se dijeron parten de no habernos preguntado ni de haber leído, parten más de prejuicios y de ideas preconcebidas que de datos de la realidad.
-¿Cuál ha sido el objetivo con el que se creó este organismo y como prevén que funcione?
En primer lugar es importante aclarar que no es un nuevo organismo. Cuando hablamos de organismo se piensa en cargos, crear estructuras, de recursos financieros, etc. Esto es una línea de trabajo de la Defensoría del Público: hay líneas de trabajo dedicadas a Infancia, Género, Libertades, Migrantes, una serie de líneas de trabajo que se vienen desarrollando. Con las charlas que venimos organizando, nos dimos cuenta que hay un alto nivel de violencia simbólica. Por ejemplo, en el primer conversatorio que hicimos de Violencia de mujeres en la Política vimos que esa violencia simbólica prohibía la participación democrática y hacía que muchas mujeres se inhibieran de opinar en las redes, de querer participar. Hay un nivel de agresión que hace que las personas en vez de participar más, se retraigan.
Y en esa línea de trabajo la idea (de NODIO) es ver cómo funcionan esas campañas, acciones que están para instalar noticias falsas y dirigidas a agredir a alguien en particular y a partir de eso realizar un informe que sirva de insumo para la prensa, academias, investigadores, etc. Esa es la tarea de NODIO. Estos informes lo realizan los que están en el área de investigación y son públicos.
-Si bien se reunieron con FOPEA, la entidad rechaza la creación del observatorio...
-No vi el comunicado de Fopea. En el panel de apertura había varios sectores de la academia, políticos, estaba la oposición. Muchos interpretaron que ese era el Consejo Asesor de NODIO y que eran personas que estaban trabajando dentro de este proyecto, pero a esas personas las invitamos por su trabajo, por sus investigaciones, pero las opiniones eran personales y supongo que a partir de eso es el comunicado.
-¿Qué injerencia tiene el organismo en la tarea de los medios? ¿Cómo se procede cuando la Defensoría del Público detecta un caso de violencia simbólica?
-Hay dos ramas, dos direcciones: una que se llama Protección de derechos, que es la que recibe las inquietudes o denuncias que puedan surgir, como decis cuando hay un contenido perjudicial, o problemas con la conectividad, etc. el público puede ingresar a la web y hacer un reclamo. Para esos casos, hay un equipo de abogados que va a hacer el análisis si es pertinente o no y en algunos casos los deriva a ENACOM, que es el organismo que puede aplicar sanciones.
Y la otra área es la que se encarga de lo que es la capacitación que trabaja con escuelas, organizaciones sociales, periodistas. Lo que hacemos es capacitar en determinados temas, buenas prácticas y hacer investigaciones, que son insumos que pueden utilizarse para diseñar políticas, trabajos, etc. Todo esto es público y está en la página web oficial.
-¿La Defensoría del Público está habilitada para aplicar sanciones?
-No, en nuestro caso hay acciones que pueden derivar en una intervención para tratar de reparar algún daño: esto puede ser una mediación, derecho a réplica, o acciones de tipo educativo. Hay ocasiones en que los periodistas cometen algún error porque no saben cómo expresarse o porque nadie les explicó cómo tratar determinado tema. En esos casos lo que se hace es hacer una capacitación, una charla, o distintas formas en las que se trata de dialogar.
En estos casos nos encontramos con periodistas y empresas que son proclives al diálogo para reparar los errores y otras que no hay forma que se pueda discutir nada.
-En estas horas ustedes aclaran que con NODIO “no buscan llevar adelante ni el control, ni la supervisión de la tarea de la prensa”, ¿creen que están pagando el precio de las tensiones del kirchnerismo con algunos sectores de la prensa?
-Tiene que ver con una actitud de la oposición, que a dos días de la marcha encontró un motivo para decir “quieren censurarnos, reprimirnos, perseguirnos” sin tener elementos para decir eso. No se relaciona con lo que dijimos ni propusimos, no hay ninguna posibilidad. Hoy la libertad de expresión está más vigente que nunca. Es cierto que hay discusiones políticas, hay opiniones, hay formas de entender determinados procesos políticos con visiones diferentes.
Frente a este nivel de agresión que vimos estos últimos días, lo que puede llegar a pensarse es que entonces es mejor que no digamos nada sobre las noticias falsas, no digamos nada con lo que está pasando con la violencia simbólica, porque si decimos algo vamos a sufrir agresiones o nos van a culpar de cosas. Esto no debería suceder, una cosa son los debates políticos y otra cosa es ver la realidad.
-¿Qué pasa cuando un referente como Dady Brieva lanza esta expresión de “agarrar un camión y jugar al bowling con los manifestantes”; como interviene la Defensoría del Público?
-Daby Brieva no es un referente, es un comunicador. En estos casos, cualquiera puede hacer un reclamo o una denuncia y los abogados lo van a analizar. Se hace un análisis semiótico y por otro lado se analiza si hay una violación a alguna ley. Nosotros no analizamos casos individuales. No tomamos medidas. En todo caso podemos iniciar un análisis de que paso con eso y que consecuencias puede traer, hacer un informe y presentarlo.
-Independientemente de NODIO, la Defensoría debería intervenir en cuestiones de este tipo, capacitando a Dady por ejemplo, ¿no?
-Sí, sería una posibilidad.
