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Al ocuparnos recientemente en forma editorial acerca del programa de “emergencia solidaria” lanzado por el gobierno provincial, hicimos referencia al hecho -palabras más, palabras menos- que el mismo no era sino algo, destinado a ir en socorro de la Caja de Jubilaciones de la provincia. La que, como es sabido, padece una situación financiera de suma gravedad, con un déficit en aumento, el cual se ha transformado en una carga imposible de sobrellevar para las finanzas públicas provinciales.

Inclusive, consideramos que cabe suponer que, de haber sido abordada esa iniciativa partiendo de ese enfoque y no englobándola bajo la designación de “emergencia financiera solidaria”, se hubiera evitado toda la chácara y confrontaciones que siguieron a ese anuncio, ya que las cosas así planteadas, hubieran hecho aparecer a esos intercambios verbales y escritos como privados de sentido.

A su vez, se debe tener en cuenta, tal como se precisa en el proyecto, que la Caja incluye entre sus beneficiarios no solo a quienes han estado ocupados por el gobierno provincial en distintos poderes y en diversos cargos, como asimismo el de organismos descentralizados o autárquicos, sino también “a los funcionarios y empleados de municipalidades que no mantuvieron su independencia funcional en la materia”, o en caso de haberla perdido, la hubieran recuperado después.

Quiere ello decir que existe en la actualidad personal municipal aportante o jubilado dentro del ámbito de la Caja provincial, mientras que otro se encuentra dentro del de la Caja municipal respectiva. A la vez, entre estas últimas se encuentran las que en su momento no fueron absorbidas o rescatadas por la Caja provincial y por ende desaparecieron, y otras a las que se las vio -luego de su inicial liquidación- “resucitar” de una manera tanto pasmosamente ingeniosa como irregular, cual es el caso de la de la Municipalidad de Colón, para mencionar un solo ejemplo.

Circunstancia de la que entonces, hace de esto décadas atrás, tuvimos la ocasión de ocuparnos, y que consideramos innecesario volver, al menos en esta oportunidad. De allí que estimamos de interés de los vecinos de todos los municipios de la provincia, cuyas respectivas municipalidades cuenten con cajas de jubilaciones dotadas de autarquía, que todas ellas den a conocer su situación financiera actual y sus proyecciones hacia el futuro.

Un reclamo que tiene un fundamento muy simple y claro, cual es que, de encontrarse alguna de ellas en estado deficitario, o de acuerdo a las proyecciones pueda llegar a estarlo en el futuro, resulta de indudable interés para el vecindario del municipio en el que se dé esa situación, conocerlo, porque de ser así, serán esos vecinos los que terminarán pagando los platos rotos.
Fuente: El Entre Ríos

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