En noviembre de 2019 comenzaron los devastadores incendios de Australia, donde no solo murieron 50 personas y alrededor de 3.000 millones de animales murieron o quedaron desplazados, sino que además se sumió a la isla en una gran nube de humo, que llegó incluso a Sídney, ciudad icónica del país que nunca vio algo semejante.
Otro protagonista fue nuestro país, donde en Córdoba también se vieron arder las sierras y se visibilizaron las imágenes desesperadas por intentar de apagarlos. “El déficit de lluvias y la falta de humedad en el suelo favorecen la aparición de incendios. En esta imagen se ve un claro incremento en la cantidad de focos de calor (acumulados mensuales) entre enero y agosto 2020″, explicaron desde el Servicio Meteorológico Nacional. En esta región existe una combinación de consecuencias climáticas e intencionalidad que todavía no está clara, pero se observa el empeoramiento de las primeras.
A su vez, las islas del Paraná fueron otro protagonista de los incendios este año ya que las condiciones para que haya incendio son ideales “precipitaciones muy escasas a lo largo del año, humedad muy baja, el río Paraná en una bajante histórica desde hace meses”, según publico el diario El Litoral.
“Esta podría ser la mayor pérdida de vidas y propiedades por causa del fuego en nuestra historia”, dijo la gobernadora de Oregón, Kate Brown, quien teme que haya muchos muertos en su Estado (los incendios ya han generado 3 muertos y han arrasado con 1.000 casas).
En esa línea, California también bate los récords históricos de hectáreas quemadas, superando el millón de hectáreas (cifra que es 20 veces más grande que la del año pasado). Es importante tener en cuenta que al ser frecuentes en esta parte de USA los incendios, las localidades están preparadas con gran equipamiento para combatirlos. De hecho, 2019 fue un año en el que lograron manejarlos con alguna suerte de éxito. No obstante, el 2020 los volvió a superar y hoy el color naranja tiñe los cielos de San Francisco. El gobernador de esta región, Gavin Newsom, manifestó su radical postura respecto de la situación: “No tengo ninguna paciencia para los negacionistas del cambio climático”.
Todos tenemos un rol que podemos asumir para hacer algo por el bienestar del planeta y evitar que cada vez más escalen las consecuencias del cambio climático. Son muchas las formas de contribuir que van desde hacer un uso consciente de los recursos naturales como el agua, separar la basura cuando la tiramos, no arrojar aceite en la pileta de la cocina y usar la menor cantidad de plástico posible.
