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“Hola compañeros, amigos de la provincia y de todo el país, con enorme gusto les anuncio la próxima aparición de nuestro libro El Pueblo Manda, un relato de la voluntad que guió la transformación más grande la historia de Entre Ríos” publicó hace unos dos años en su sitio de facebook Sergio Urribarri, al anunciar la edición de esa obra suya –y no nuestra- que prologara el inefable Pacho O´Donnell. Y en el cual éste afirmaba que lo de Sergio Urribarri “no puede catalogarse como autobiografía sino que es una descarnada reflexión sobre la política y lo político en Argentina, contada en primera persona".

Mientras tanto, lo que por ahora queda claro, es que el que se propone mandarlo a juicio oral no es otro que el Ministerio Público, quien ha solicitado la unificación de tres causas, que se supone serán resueltas y en las que habría sentencia firme dictada por un único tribunal, al final de este año.
Las causas cuya acumulación se interesa, son una que investiga delitos en la instalación de un parador playero en Mar del Plata durante su frustrada campaña como precandidato presidencial; otra que lo hace en relación a las presuntas irregularidades en la contratación de la empresa “Nelly” durante la cumbre del Mercosur; y una última enderezada a establecer sus responsabilidades en una erogación millonaria de fondos públicos por el pago de una solicitada contra los “fondos buitre”, un caso que ha dejado secuelas y coletazos, como es una demanda por tres mil millones de dólares promovida contra YPF por un grupo de ese tipo (fondos buitres) consecuencia de su estatización.

De admitirse esa solicitud se asistiría a una mega causa, en la que el ex gobernador sería el principal acusado, aunque se encontraría en el banquillo junto a un numeroso grupo de ex funcionarios de su gestión. Se señala que respecto a ellos el Ministerio Público ha pedido condenas de prisión de hasta nueve años, y que la cuantía de los fondos públicos irregularmente aplicados treparía a un importe cuyo monto actual resulta difícil de precisar pero que originariamente ascendía a un total aproximado a los cincuenta millones de pesos. Como detalle anecdótico y que hasta aparece de humor negro, cabe indiciar que uno de los acusados es el titular de una empresa cuyo nombre de fantasía es “El juego en que andamos”…

Aunque lo que se espera de los magistrados a cargo de la causa, no es precisamente eso, sino una sentencia impecable en sus fundamentos, consecuencia de un análisis objetivo e imparcial de las cuestiones sometidas a su consideración, y con la que resulten garantizados tanto los derechos de los acusados, como también los de todos los entrerrianos.

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