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Toledo notificó en la Justicia que ahora reside en Lucas González, una ciudad ubicada a 27 kilómetros de Nogoyá. Está con las monjas Terciarias Misioneras Franciscanas, que dirigen el Colegio Castro Barros.

La religiosa, que durante más de dos décadas dirigió el monasterio de las carmelitas descalzas de Nogoyá, quedó involucrada en una seria denuncias que hicieron en los Tribunales dos exreligiosas del convento, en la que la acusan de torturas, privación de la libertad y un ejercicio déspota de la autoridad.

La investigación judicial, a cargo del fiscal Federico Uriburu, se desató luego de que la revista "Análisis" publicara el jueves 25 de agosto las primeras declaraciones de las ex carmelitas. Una de ellas fue auxiliada por los sacerdotes Jorge Bonin y Gernónimo Zaragoza, de la Basílica Nuestra Señora del Carmen, cuando escapó del convento, el lunes 28 de marzo.

El traslado de la religiosa Toledo sobrevino luego de la decisión adoptada el 15 de septiembre por el juez de Garantías de Nogoyá, Gustavo Acosta, que impuso a la carmelita la obligación de buscar otro lugar adonde residir para no influir en el resto de las monjas que deben testimoniar en la causa abierta en los Tribunales.

Seguirá dirigiendo en otro lugar


La medida no implicó quitarle la jerarquía que tiene en el monasterio –eso lo puede hacer solamente la curia– aunque sí supuso alejarla del convento nogoyaense para así evitar la influencia sobre las otras religiosas. Al tomar esa medida el juez atendió un pedido formulado por el fiscal Uriburu. La determinación judicial fue comunicada oficialmente al arzobispo de Paraná, Juan Alberto Puiggari, y a la Nunciatura en Argentina.

La medida que se aplicó con la priora del convento carmelita se asemeja a las medidas de exclusión que se adoptan en los casos de violencia familiar: se excluye al violento del hogar familiar. La priora ya fue imputada por el delito de privación de la libertad en perjuicio de las excarmelitas que intentaron salir de la congregación, y no lograron hacerlo ante la negativa de Toledo.

Pero la decisión judicial de obligar a la monja a retirarse del convento fue reprochada por los abogados defensores de Toledo, Miguel Cullen y Guillermo Vartorelli, que ya apelaron la decisión del juez Acosta.

El asunto, ahora, será resuelto en otra jurisdicción. El recurso llegó al Tribunal de Juicios y Apelaciones de Gualeguaychú, que deberá resolver el entredicho.

Mientras, en otro fuero se tramita otro aspecto de la causa.

El fiscal federal de Victoria, Carlos García Escalada, emitió un dictamen contrario a la petición de los abogados Miguel Cullen y Guillermo Vartorelli, defensores de la monja carmelita Luisa Toledo, que habían peticionado que la causa del convento de Nogoyá salga de la órbita provincial y recale en la Justicia Federal.

El juez federal de Paraná Leandro Ríos corrió vista del planteo al fiscal federal de Victoria, con jurisdicción sobre Nogoyá, que ayer emitió un dictamen en el que señaló que "de acuerdo a lo aportado por la solicitante, por el momento no hay razones para que intervenga la Justicia Federal".

El dictamen del fiscal no es vinculante, y el juez Ríos podría apartarse de esa línea argumental.

En la discusión, el fiscal Federico Uriburu, de la Unidad Fiscal de Nogoyá, sostiene la defensa del fuero provincial para investigar los hechos ocurridos en el convento carmelita de esa ciudad.
Fuente: Entre Ríos Ahora

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