Atención

Esta imágen puede herir
su sensibilidad

Ver foto

Compartir imagen

Agrandar imagen
"La razón más importante de la renuncia es mi estado anímico, por cómo influye en mi familia y mi trabajo docente, que son cosas que demandan mucho y exigen estar en buenas condiciones. Estaba viendo que pertenecer al Concejo Deliberante me costó mucho el año pasado, sobre todo el último tramo", da a conocer para El Entre Ríos.

Respecto a su experiencia en el recinto, "fue toda una etapa de aprendizaje y sé que mi rendimiento no fue el óptimo, aunque pensé que lo podía mejorar con un poco más de experiencia, pero las cosas se dieron así porque consideraba que no lo iba a poder sostener en el tiempo. Siempre se puede hacer más y, si me hubiera sentido conforme, seguiría. Personalmente creo que se deben hacer los balances por cantidad de concreciones y no tanto por número de proyectos, porque siento que sí logré varias cosas que nadie sabe".

En lo personal, evalúa que "la política hoy no me hace feliz y no tengo más ambiciones de seguir participando, porque veo cómo se manejan las cosas. Tengo todas las posibilidades de hacer lo mismo que estaba haciendo pero ad honorem, porque el intendente tiene una gran disposición cuando uno le lleva una inquietud o un problema de alguien para resolver". La convivencia con el vecinalismo el año pasado, una vez apartado del bloque. "Se equivocaron poniendo la mirada sobre mí, demostrando que no era yo el problema en cuestión, sino la falta de interpretación de por qué me fui del partido. Ellos hicieron hasta lo imposible con golpes muy bajos hacia mi familia y mi persona, que prefiero olvidar cosas así de gente que se maneja de esa manera, con falta de madurez y conocimientos", cuenta para El Entre Ríos.

Según César Chamillard, "como docente (profesor de educación física) entiendo mucho sobre la diversidad de lo que piensa cada persona, pero yo no fui comprendido en la Unión Vecinal y entiendo los reclamos que tienen que les devuelva su banca. Del partido también me alejé el año pasado por la carencia de sumar y la imposibilidad de tener un equipo confiable y razonable para ser gobierno, que es una falencia que no se supo o no se pudo lograr cambiar en cuatro años, porque con la manera de manejarse de algunas personas es muy difícil hacer una autocrítica".

Haciendo una evaluación del actual gobierno local, sostiene que "tiene dos grandes virtudes: el escuchar y la honradez del intendente. Valoro las gestiones que viene haciendo y su disposición para resolver los problemas. Sí se le pide más dinámica de trabajo, pero tampoco debe ser fácil entrar a una municipalidad después que un grupo político haya estado tantos años y el personal se haya acostumbrado a trabajar de una manera".
Fuente: El Entre Ríos (edición impresa)

Enviá tu comentario