El viernes, la búsqueda se vio interrumpida a primera hora de la mañana por la lluvia; de modo que este miércoles la empresa encargada de la tareas, Natalio Giménez, prevé concluir la pesquisa en un pozo de agua que se revisó entre lunes y jueves de la última semana, y de la que se extrajeron una serie de restos óseos que, el viernes, el forense Luis Moyano confirmó que pertenecen a animales.
Concluida la tarea en ese pozo de agua, la pesquisa se dirigirá hacia el lecho de un arroyo cercano, donde se cree que se realizaron excavaciones que después sirvieron de tumba para los integrantes de la familia Gill: Rubén "Mencho" Gill, en 2002 de 55 años; su esposa Margarita Norma Gallegos, de 26, y sus hijos María Ofelia de 12, Osvaldo José de 9, Sofía Margarita de 6 y Carlos Daniel de 2. Todos ellos fueron vistos por última vez en un velatorio en la ciudad de Viale el 13 de enero de 2002. Fue lo último que se supo de todos ellos.
El juez de Garantías de Nogoyá, Gustavo Acosta, asumió al frente de la causa en marzo de 2015, y desde entonces ha comenzado la tarea de búsqueda de datos y pistas junto a María Adelia Gallegos, mamá de Margarita Norma Gallegos. Así, pudieron llegar al contratista rural Armando Nanni, que en 2016, tras la muerte de Alfonso Francisco Goette, dueño de La Candelaria y empleador de los Gill, aportó un dato que reimpulsó el rastrillaje: dijo que días antes de que desapareciera la familia, vio a "Mencho" Gill hacer excavaciones en el campo, y señaló dos lugares, los mismos dos lugares que ahora se están inspeccionando.
"Pienso que el miércoles ya concluye la búsqueda en ese pozo, y vamos a comenzar con el lecho del arroyo, que es una franja de aproximadamente 20 metros, que está seco. Van a hacer pequeños pozos para sacar muestras, y donde haya algún indicio, se hará el pozo grande", detalló el juez Acosta.
"Ese es el lugar que Armando Nanni señaló por segunda vez que es donde vio a ´Mencho´Gill hacer las excavaciones antes de desaparecer", añadió.
