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Este miércoles la Cámara de Diputados de la Nación aprobó la nueva Ley de Trasplante de Órganos, Tejidos y Células, impulsada por los padres de Justina, la niña que murió esperando un corazón. Desde el Cucaier prefirieron ser cautos hasta que se reglamente la normativa.

La Cámara de Diputados de la Nación aprobó el proyecto de la nueva Ley de Trasplante de Órganos, Tejidos y Células, conocida como Ley Justina, por la niña de tan solo 12 años que padecía una cardiopatía transgénica y estuvo internada más de tres meses en la Fundación Favaloro a la espera de un trasplante de corazón, hasta que el 22 de noviembre de 2017 murió.

El objetivo de la norma aprobada es lograr incrementar el número de donantes y de trasplantes de órganos, para finalmente poder empezar a reducir la lista de espera, hoy compuesta por 10.734 personas que llevan días, meses o años esperando que aparezca el donante indicado para ellos.

Tras la aprobación de la nueva ley, Mariana Ramírez, del Centro Único Coordinador de Ablación e Implantes de Entre Ríos (Cucaier), manifestó: “A nosotros siempre nos parece bueno que el tema de la donación esté en agenda, que la gente hable, comente. Lo importante es generar educación para que las personas puedan tomar una decisión, y esto es a algo que nos invita la ley”.

Sin embargo, aclaró que “ya había una ley, aprobada hace más de diez años, la Ley del Donante Presunto –impulsada por el exministro de Salud, Ginés González García–, que viene funcionado muy bien y que se ha adaptado al servicio de salud, a nuestra cultura”, expresó Ramírez.
Modificación a la anterior Ley
En 2015 lo que se hizo fue reformar la Ley 24193 de Ablación e Implante de Órganos, introduciendo la figura de la “autorización tácita”, más conocida como “donante presunto” que establece que todas las persona mayor de 18 años donarán sus órganos salvo que haya dejado constancia expresa de su oposición.

Si bien la nueva “Ley Justina” muestra coincidencias con la norma vigente, desde el Cucaier esperan que “sea superadora” y que “venga a complementar la ley que nosotros ya tenemos”. Aunque “habrá que esperar la reglamentación, porque hace falta presupuesto, por eso decimos que todavía tenemos un largo camino por recorrer”.

Entre otros puntos, la nueva norma crea el Servicio de Procuración en los hospitales públicos y privados, que deberán contar con servicios destinados a la donación de órganos y tejidos, que permitan garantizar la correcta detección, evaluación y tratamiento del donante.

Este servicio deberá contar al menos con un profesional que deberá detectar potenciales donantes, proveer a las familias la información completa y precisa sobre la donación de órganos, garantizar el desarrollo del proceso de donación y generar acciones de difusión y capacitación dentro de la institución. También se establece un régimen de capacitación permanente para el recurso humano afectado al proceso de donación y trasplante.

Todos estos servicios implica el aumento de las partidas presupuestarias actuales, lo que genera cierta “cautela” por parte de la referente del Cucaier. “Se necesita un fuerte presupuesto y un fuerte trabajo igual que el tema de la capacitación. No sólo en la capacitación del servicio de salud sino también la capacitación en la sociedad, ya que hay un punto que habla de esto en los medios”, indicó.

“Nosotros desde la provincia seguiremos trabajando con la familia donante, nunca hay que pasarla por alto. Más allá de ayudar a estas 11 mil personas que hoy esperan un trasplante, se debe apoyar a la familia donante. Si bien el duelo se debe transitar y si bien la muerte es irreversible, la familia debe saber que ese dolor puede servir de algo más. En eso seguiremos trabajando como hasta ahora”, aseguró Ramírez.
Fuente: El Día de Gualeguaychú

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