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Este jueves, en la sala de audiencias del Tribunal Oral Federal (TOF) de Paraná volvieron a declarar las dos enfermeras que registraron el ingreso al Instituto Privado de Pediatría (IPP) de los mellizos de Raquel Negro y Tulio Valenzuela en marzo de 1978 volvieron a declarar. Stella Maris Cuatrín y Marta Ofelia Gómez fueron convocadas a comparecer nuevamente ante el tribunal unipersonal de Roberto López Arango luego de que el perito gendarme Ricardo Herrera determinara que ellas habían anotado los ingresos de los mellizos Valenzuela.

Cuatrín anotó el ingreso de Sabrina como “Soledad López” el 4 de marzo y Gómez registró el ingreso del bebé varón como “NN López” el 10 de marzo. Como ambas testigos habían omitido haber realizado esas anotaciones, fueron convocadas a dar explicaciones sobre el resultado pericial.
Nueva causa por falso testimonio
A pedido del fiscal José Candioti, se tomó declaración testimonial a Gómez en primer lugar. La mujer no solo no había dicho nada respecto al registro del bebé varón en el libro, sino que en su primera declaración había asegurado que ella no trabajó durante el año 78 en el IPP.

Cuando se le informó a Gómez sobre el resultado de la pericia, la ex enfermera comenzó a ponerse incómoda. Pero ratificó lo expresado con anterioridad: “Yo no trabajé durante el año 78 en el IPP; trabajé desde que comenzó el área de neonatología hasta diciembre del 77”.

Al respecto, Candioti la interrogó haciéndole saber que en el expediente constan recibos de sueldo que indican que ella cobró salarios hasta septiembre del 78. Sin embargo, y a pesar de la contundencia de la prueba, Gómez insistió hasta el final que no trabajó durante el 78. “Los recibos de sueldo no condicen con lo que yo trabajé, están mal”, aseguró.

Se le exhibió el libro de producción para que constate si la letra de los registros coincide con la suya: “Alguna letra puede ser parecida, por ejemplo la g; pero esa no es mi letra”, dubitó.

Aseguró que fue reemplazada por Cuatrín a principios del 78 y que ella había trabajado “unos meses” en el IPP. Aquí aparecieron más dudas sobre su testimonio. La ex enfermera aseguró que trabajó desde que comenzó la neonatología en el IPP y que eso fue en “marzo o abril” del 77 y que sus labores se extendieron hasta diciembre del mismo año. Sin embargo, según consta en el expediente, el área de neonatología del IPP tuvo su primer paciente en octubre del 77.

Tampoco quedó claro cuánto tiempo trabajó en el IPP. En su primera declaración aseguró que había trabajado un año. En esta oportunidad, manifestó que se había expresado mal y que solo trabajó “unos meses”. Fue allí cuando López Arango la interrogó: “¿Cómo puede ser que usted haya trabajado en marzo o abril en un área que no existió hasta octubre?”. Gómez no logró responder con contundencia todas las dudas que generó su relato.

“No puedo hacerme cargo de un tiempo que no trabajé, me va a dar un ataque de presión acá porque esta situación no la entiendo”, aseguró Gómez. El juez le respondió: “Nosotros tampoco entendemos esta situación”.

Todas estas inconsistencias provocaron que, antes de finalizar la audiencia, el abogado querellante Marcelo Boeykens solicite que se abra una investigación para determinar el presunto falso testimonio de Gómez. Este pedido fue acompañado por la fiscalía y tendrá curso en una nueva causa.
La segunda declaración
Posteriormente, en segundo lugar, tuvo lugar la declaración testimonial de la segunda enfermera, Stella Maris Cuatrín. Su relato también generó algunas dudas que no condicen con la pericia de Gendarmería Nacional.

En la observación del libro de producción del IPP, Cuatrín manifestó: “Esa no es mi letra, se lo puedo asegurar”. Esta contradicción entre una prueba objetiva como la pericia de Herrera y un testimonio subjetivo como el relato de Cuatrín deberá ser resuelta a la hora de la evaluación final por el juez López Arango.

La primera contradicción con su relato anterior apareció cuando aseguró que “empecé a trabajar en enero del 78. Yo trabajé con Gómez en el hospital, pero nunca en el IPP. Ella había dejado porque estaba cansada y ahí me preguntaron si yo quería ir a trabajar”. Previamente, Cuatrín había asegurado que Gómez estaba embarazada y por eso dejaba de trabajar en el IPP, pero ante la consulta del fiscal, asumió que se equivocó y que en realidad “estaba cansada y no embarazada”.

Entonces, otro de los abogados querellantes, Santiago Bereciartua, interrogó a Cuatrín sobre la posibilidad de que ella haya aportado datos a otras personas, en el ámbito extra judicial, que no haya mencionado en sus relatos ante el juez López Arango. Ante esa pregunta, Cuatrín negó haber dicho fuera del ámbito judicial algo que no haya dicho ante el magistrado.

En ese momento, la querella solicitó que no se libere a Cuatrín y que se realice un breve cuarto intermedio para solicitar otras medidas. Esto fue concedido por López Arango y las partes se retiraron a deliberar, mientras Cuatrín esperaba en la antesala del TOF.

Lo que había omitido la ex enfermera es que hace aproximadamente un mes se reunió con Sabrina Gullino y que allí había aportado datos que nunca mencionó ante la Justicia. Fue por esto que la querella solicitó un careo entre Cuatrín y Gullino para que los dichos de Cuatrín en privado queden registrados en la investigación judicial.

El juez solicitó que, en primer término, sea convocada nuevamente Cuatrín en soledad y se le pregunte de manera precisa sobre ese encuentro. La ex enfermera ingresó nuevamente a la audiencia y allí se le consultó de manera específica si se había reunido con Gullino y si en ese encuentro había comentado algo que no haya mencionado ante la Justicia. Como Cuatrín reconoció la reunión pero no que haya aportado datos, López Arango dio lugar al careo.
Córdoba, una posible pista
Gullino y Cuatrín se sentaron cara a cara y comenzaron a hablar sobre la reunión que mantuvieron en la casa de la ex enfermera. En ese intercambio se fueron confirmando datos que pueden llegar a ser relevantes, no sólo en la causa penal contra los médicos, sino que también en la búsqueda del mellizo varón de Gullino.

“Vos me dijiste que te acordabas bien de ese ‘NN López’ porque vos no podías quedar embarazada y te daba pena esa situación. Que nos agarrabas, nos ponías el camisolín, que cuidaste y agarraste al bebito”, le dijo Sabrina a Cuatrín, quien confirmó dicha situación.

La ex enfermera también ratificó lo dicho por Sabrina en relación a los médicos: “Vos me dijiste que los médicos nos revisaban, nos alzaban, nos tocaban”, dijo Gullino y Cuatrín aseguró: “Es verdad”. Esto motivó que se interroge a Cuatrín sobre los médicos y la ex enfermera aseguró que los pediatras que revisaron a los bebés eran Torrealday, Rossi y Schroeder.

Pero lo que habilita la esperanza de poder avanzar en determinar el paradero del mellizo varón fue algo que Cuatrín le dijo a Gullino en ese encuentro privado: “A vos te llevaron a Rosario y a tu hermanito puede ser que lo hayan llevado a Córdoba”. Cuatrín confirmó que había dicho eso y después de varias preguntas y repreguntas explicó que eso surgió a raíz de que los Torrealday “tenían una propiedad en un barrio con chalet de Córdoba”.

Ahí Gullino le recordó que Cuatrín había expresado la posibilidad de que su hermano esté bien y que sea profesional en la actualidad. Al ser ratificado, esto provocó una serie de interrogantes que respondió de esta manera: “Un día salíamos del Hospital San Roque con la doctora Amelia Niveyro y como ella sabía que yo tenía que declarar en esta causa, me preguntó ‘¿por qué buscan a ese bebé si podía ser que ese chico ya estaba bien y que ahora podía ser profesional?’”.

Cuando se le consultó porque Niveyro tenía interés en averiguar sobre la causa, Cuatrín aseguró que la doctora tenía algún vínculo con Vainstub. Incluso, aseguró que cuando se refirió a la posibilidad de que el mellizo varón sea un profesional, podía tratarse de un médico de profesión.

Pero no todo termina aquí. Cuando la Justicia volvió a convocar a Cuatrín para declarar, la ex enfermera se molestó con la situación –por problemas personales– y le preguntó a la agente judicial que la notificó de la situación: “¿Por qué no le preguntan a Imelda Princic, Norma Lasbías y Miriam Guillen que saben más de lo que dijeron? Son las que pueden saber la verdad porque estaban más tiempo”, aseguró.
Tres cuestiones que pueden dilatar las audiencias
“Han surgido al menos tres cuestiones que pueden dilatar las audiencias programadas, que tienen que ver con los dichos de Cuatrín que señaló que Guillén, Niveyro y Princic pueden aportar a la causa”, señaló Marcelo Boeykens.

Niveyro será convocada para el próximo lunes para que explique su pregunta a Cuatrín y esa referencia a lo que expresó sobre la eventual situación actual del mellizo varón. Lo mismo ocurrirá con Norma Lasbías, quien ya declaró en la causa pero será convocada nuevamente para la semana próxima.

En cuanto a Guillén y Princic, ambas han declarado en la causa en la etapa de instrucción pero, hasta el momento, se había dado introducción por lectura en la instancia oral por dificultades para comparecer. Guillén vive en la ciudad de Arequipa, Perú y se trabajará para contactarla telefónicamente y ver cómo se puede concretar su declaración. En cuanto a Princic, vive en Córdoba y había esgrimido problemas de salud para comparecer. Lo que se buscará es la forma que Princic pueda declarar, sea por videoconferencia o haciéndose presente si se resolvió su estado de salud.

En principio se esperan novedades para que el próximo lunes se pueda generar la prueba de los testimonios de Princic y Niveyro, mientras se cree que la situación de Guillén puede demorarse un poco más debido a los trámites diplomáticos necesarios para garantizar su declaración.
Fuente: Análisis Digital

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