El hecho que desencadenó todo fue el robo de una bicicleta. El dueño del rodado llegó hasta la casa de la familia, intuyendo que ellos se la habían robado, y con el objeto de recuperarla. Si bien logró hacerse del vehículo, otro grupo de vecinos del lugar, también molestos por lo sucedido, comenzaron a increpar a los integrantes de la vivienda, echándolos del lugar. Luego, prendieron fuego la casa.
"Están en boca de todos los vecinos. Hay una serie de denuncias y se tomaron medidas en su momento" explicó Jorge Pérez, jefe de la Comisaría 15° de la capital. El funcionario agregó: "La gente se sentía cansada de esta familia y tomó represalias".
El comisario admitió además que la familia expulsada ya fue echada de otros barrios de Paraná, entre ellos la Villa 351, por hechos similares.