Desde la organización agradecieron especialmente a la Prefectura Naval Argentina por la predisposición y la colaboración brindada, a la gente del Parador Panza Verde y a todos los que de forma anónima colaboraron para que esta jornada sea posible.
Por último, destacaron a todas esas personas que voluntariamente se sumaron, se pusieron los guantes, se aguantaron el calor y los mosquitos para “dedicar unas horas de su tiempo a tratar de hacer un mundo un poco mejor y más sano para todos, y en cierta manera retribuir a la naturaleza por todo lo que nos brinda y hacer un llamado de atención hacia aquellos que no la valoran”.