- Empezando con la parte medio llena de la botella, en sus algo más de 20 hectáreas se concentran cuatro logros de indiscutida valía: un Centro de Educación Física a punto de cumplir 40 años, una pista de atletismo sintética, una cancha de hockey de alto rendimiento y el nuevo edificio del Instituto Superior de Enseñanza de las Especialidades Físicas.
- Esa es la cara visible de la luna. La cara oculta exhibe otras facetas, difíciles de contar y de explicar. ¿Alguien conoce un lugar donde haya un gimnasio sin terminar y bajo investigación por presuntas irregularidades, y, un poco más allá, otras dos obras inconclusas: la climatización de una pileta que muchas veces se imaginó pero nunca se concretó y un estadio único de fútbol que arrancó allá por el año 1995, derivó en una causa judicial y que casi 25 años después intentan finalizar de una vez por todas. A la vista de semejante panorama, un referente del deporte se preguntó si acaso "el Poli se ha vuelto un museo de obras sin concluir o un monumento a la desidia del poder político". Obvio, es la mirada centrada sólo en la botella medio vacía.
- Pero no menos extraño que lo anterior es el galimatías legal que atrapa como una telaraña al Polideportivo, que trasunta una disimulada lucha por la ocupación del territorio y se materializa en una sucesión de decretos provinciales que se contradicen unos a otros, consecuencia de lo cual una institución educativa vive siempre sumida en la incertidumbre, sin certezas respecto de su lugar en el mundo.
- Sea lo que sea que pase en el Polideportivo, lo cierto y concreto es que el equipo periodístico de El Entre Ríos soportó un extraño interrogatorio en el portal de ingreso, que incluyó preguntas sobre los motivos de su presencia en el lugar, formulado por un agente de la Guardia Urbana Municipal, supuestamente apostado allí para evitar destrozos y no para llevar adelante una tarea de "inteligencia" al servicio vaya a saberse de quién. En ningún otro sitio de la ciudad, ni siquiera en algo tan custodiado como la Jefatura de Policía de Concordia, la labor periodística de este medio soportó un examen semejante.
La obra del Gimnasio, inconclusa y atrapada por la vegetación
El Entre Ríos quiso saber por qué el gimnasio licitado en 2011 a nombre del CEF (Centro de Educación Física 4 General San Martín) y con finalización de obra prevista para 2014, está hoy a medio hacer, con la vegetación invadiendo sus estructuras y sus ventanas arrancadas, todos síntomas visibles de un abandono que suma 5 años.El primero en ser consultado fue el profesor Alberto Pisacco, Director del CEF. Tenía cierta lógica que los directivos de la institución destinataria del edificio supieran por qué no ha sido terminada cuando ya han pasado 5 años desde el momento en que debió inaugurarse. Pero la lógica se rompió. Ni Pisacco ni el resto del personal saben nada al respecto. Ni siquiera han podido acceder al expediente de la obra. Apenas si saben que la empresa constructora fue una de las más poderosas de Entre Ríos en tiempos de la gobernación de Urribarri: Szczech & Szczech S.A..
La siguiente consulta fue a la Dirección Provincial de Arquitectura. De manera informal respondieron con gran entusiasmo acerca del futuro, contaron que luego de un arduo trabajo de rediseño se le dio forma a un nuevo proyecto para concluir el gimnasio, dotándolo de las condiciones necesarias para que se disputen allí partidos profesionales, tanto de básquet como de volley y handball. Pero la euforia desapareció al intentar explicar por qué no se lo terminó en 2014 como lo exigía el contrato. Dieron a entender que tal vez hubo desfasajes entre los costos proyectados y los reales, propios de períodos inflacionarios, aunque enseguida y como al pasar precisaron que hay un "sumario" iniciado a quien fuera inspector de la obra, para determinar si lo certificado con su firma se corresponde o no con lo realmente construido.
Dos auditorías, "desprolijidades", "incongruencias" y "actuaciones administrativas" a un inspector
El itinerario en búsqueda de información fidedigna que aporte real transparencia al asunto nos llevó al Ministro de Planeamiento, Infraestructura y Servicios Públicos, el concordiense Luis Benedetto. A través de WhatsApp, su responsable de prensa nos adelantó: "Le estaré pasando información al respecto, dado que tras algunos controles (internos como externos) de la obra se detectaron problemas en el proceso y se realizaron actuaciones administrativas".
a) "Desprolijidades" e "incongruencias". Al asumir la "gestión Bordet", se hizo un relevamiento de obras, y, en el caso del gimnasio concordiense "se encontraron desprolijidades y situaciones incongruentes".
b) Dos auditorías. Para esclarecer lo sucedido, se encargaron sendas auditorías a CAFESG y a la Universidad Tecnológica Nacional.
c) "Actuaciones administrativas" a Ricardo Truffa. En función de lo que surgió de las auditorías, se iniciaron "actuaciones administrativas" al inspector de la obra, Ricardo Truffa.
d) Pase a Fiscalía de Estado. El caso fue derivado a la Fiscalía de Estado, que conduce el Dr. Julio Rodríguez Signes, a fin de evaluar aspectos jurídicos y eventuales responsabilidades de la empresa constructora Szczech & Szczech.
e) La terminación de la obra debe esperar. Antes de avanzar en un nuevo llamado a licitación para culminar la obra, será necesario que concluyan las acciones iniciadas ante Fiscalía de Estado, explicaron desde el Ministerio de Planificación.
f) No sabe, no responde. No fue posible que desde el ministerio brindaran alguna precisión respecto del dinero abonado a Szczech & Szczech por el gimnasio inconcluso.
Los datos surgidos del Ministerio de Benedetto suscitan nuevos y más profundos interrogantes, que es de desear sean prontamente revelados, haciendo honor a la transparencia que se pregona: ¿Qué encontraron esas auditorías? ¿En qué etapa se encuentra el "sumario" a Truffa? ¿A qué conclusiones legales ha arribado la Fiscalía de Estado?
Lo cierto es que esta investigación que lleva ya más de tres años sin haber arribado a conclusiones definitivas tal vez explique por qué no se cumplieron los sucesivos anuncios del gobernador prometiendo la reanudación de la obra. La primera vez que lo anunció fue en Julio de 2016, en una visita al Centro de Convenciones. La segunda fue en Abril de 2018, cuando reiteró el "compromiso de terminar las obras del gimnasio que estaba construyendo y quedó paralizado. Desde la provincia se está licitando la última etapa para terminar el gran complejo polideportivo", dijo.
La auditoría del Tribunal de Cuentas por "cartelización"
Como si algo faltara, la obra del Gimnasio no sólo está bajo la lupa de la Fiscalía de Estado. También le prestó atención el Tribunal de Cuentas de Entre Ríos. ¿Por qué?El organismo detectó que las únicas dos empresas oferentes en la licitación del año 2011, Ernesto Ricardo Hormus SA y Szczech y Szczech SA, al mismo tiempo que "simularon competir" por levantar el gimnasio, estaban asociadas para la construcción de otra de mayor porte.
Al Tribunal de Cuentas le llamó la atención que estas firmas, en conjunto con Caballi S A, armaron una UTE a la par que fueron por separado a otras licitaciones, como es el caso de la convocada para construir el gimnasio del Polideportivo. En otras palabras, se habría configurado una concreta "cartelización".
La guerra de los decretos y los comodatos
Con independencia de esta trama compleja y confusa referida a la obra del Gimnasio, en el Polideportivo pasan otras cosas.Es frecuente en la historia de las instituciones educativas provinciales que transcurran sus primeros años sin casa propia, funcionando en lugares prestados o alquilados, hasta que, finalmente, logran contar con su espacio propio.
Lo increíble es que pueda ocurrir a la inversa. Es decir, que una institución como el Centro de Educación Física, a la cual por decreto le fuera destinado un espacio, de golpe se entere a través de los medios que el gobierno provincial le traspasó a otros su predio. Suena irracional. Sin embargo, ocurrió... Y no una vez sino dos.
El Decreto 4219 está fechado el 6 de Octubre de 2011 y firmado por el gobernador de entonces, Sergio Daniel Urribarri, y su ministro de planeamiento, Guillermo Federik. Sus artículos no dejan margen para dudas: afecta tres manzanas del Polideportivo de Concordia, propiedad de la provincia, a favor del Consejo General de Educación, "con destino al funcionamiento del Centro de Educación Física N° 4 General San Martín", dice textualmente.
Para este centro, que había nacido en el año 1980 y que durante años soportó los tironeos entre Nación, Provincia y Municipio por quedarse con su espacio físico, este decreto se volvió un hito fundamental. ¡Por fin estaba claro su lugar en el mundo! En aquel momento, ni se imaginaban que el mismo gobernador, pocos años después, sin previo aviso, otorgaría las mismas tierras a una ONG.
En efecto, otro decreto, el 973, fechado el 23 de Abril de 2014, dispuso que todo el espacio del Polideportivo fuera entregado en comodato a una flamante organización no gubernamental, denominada Corporación para el Desarrollo Deportivo del NEA "José Gervasio Artigas". Para el CEF, la novedad implicó un baldazo de agua helada. A ello se agregó, con fecha 11 de noviembre de 2014, un convenio por el cual la municipalidad le pasaría dinero todos los meses a la Corporación para que los aplicara al manejo del predio.
En síntesis, en los papeles hay un decreto que asigna tres manzanas del Polideportivo al CEF y otro que 3 años después entrega todo en comodato a una asociación privada, financiada por el Municipio.
Hay un refrán que dice "muchas manos en un plato hacen mucho garabato". Tal vez eso explica que semejante entrevero diera origen a no pocos cortocircuitos por la ocupación de los espacios, entre municipalidad, ONG e instituciones educativas provinciales.
Dos equipos de hockey, uno de un club y otro del CEF, lo sufrieron en carne propia aquel día de 2016 en que estaban ocupando por mitades la cancha del polideportivo y, sin mediar aviso, irrumpió el Secretario de Deportes de la Municipalidad y les ordenó retirarse de inmediato para que pudiera usar la superficie la primera de fútbol de Tigre, que hacía pretemporada en Concordia. El enojo y la impotencia tras aquel episodio duraron varios días.
No hay dos sin tres: ¿El municipio terminará el gimnasio?
Luego de observar que los carteles que aludían a la Corporación para el Desarrollo Deportivo del NEA han sido quitados de los ingresos al Polideportivo, El Entre Ríos se puso en contacto con su presidente, Javier Benítez, un destacado deportista concordiense. "Está todo mutando. No se sabe muy bien cómo va a ser todo" atinó a explicar, confesando desconocer qué sucederá de ahora en más con su ONG y con el Poli, luego de que el actual gobernador, Gustavo Bordet, hiciera un anuncio que cambia otra vez las reglas de juego.En efecto, a mitad de febrero de este año, Bordet recibió al intendente Enrique Cresto en Paraná y anunció que el Polideportivo pasa en comodato a la Municipalidad. Otra vez, desconcierto total. Las tres manzanas primero fueron asignadas al CEF, luego se la dieron a una asociación privada y ¿ahora se la dan a la comuna? ¿Dónde se ha visto una institución educativa provincial cuyo espacio pasa de mano en mano? ¿Y qué pasa con los decretos anteriores, el de 2011 en favor del CEF y el de 2014 que entregó todo en comodato a la Corporación NEA?
El Lic. Alfredo Mario Legarreta, actual director del ISEEF, próximo a jubilarse y -al parecer- futuro coordinador del Polideportivo en manos municipales, publicó una carta celebrando la nueva etapa.
Según Legarreta, en el comodato modelo 2019 "la provincia otorga al municipio de Concordia varias porciones de terrenos -no precisa cuáles- que se encuentran en el predio del Polideportivo de Concordia, con la finalidad de tener una administración responsable y comprometida a través del municipio, además de poder sostener y ampliar el volumen de obras que viene teniendo el crecimiento del polideportivo en la última década".
En esa misiva, Legarreta sorprende todavía más al decir que "la municipalidad de Concordia, a través de su intendente Enrique Cresto, podrá terminar con aquellas obras tan anheladas y muy cuestionadas porque aún no se finalizaron (Estadio de fútbol y Gimnasio Techado)".
¿La obra del gimnasio, que es provincial y destinada al Centro de Educación Física, que debió terminarse en 2014, sometida a auditorías por presuntas irregularidades aún sin aclarar, será concluida por el municipio? ¿Por qué no lo hace la provincia, previo esclarecer las causas del incumplimiento del contrato de obra con Szczech & Szczech y deslindar claramente responsabilidades?
De Tiscornia hasta el presente, nada nuevo bajo el sol
La historia de las hectáreas del Polideportivo de Concordia seguramente requiera un libro para ser contada al detalle. "Hubo tal vez una bodega, con subsuelo y caballeriza", dicen quienes vieron planos de algunas de las casonas antiguas del lugar.Lo que es absolutamente cierto es que las tierras pertenecieron a Nación y allí funcionó el INTA. Luego fueron traspasadas a la Provincia. En algún pasaje de su ajetreado peregrinar, el Polideportivo llegó a albergar también a la Escuela Agrotécnica.
Cuentan algunos memoriosos que, en tiempos de la dictadura militar, el entonces intendente de facto, el Coronel Rafael Tiscornia, decidió avanzar en la construcción de la pileta, la pista de atletismo y las canchas de volley, a pesar de que el predio aún pertenecía a Nación. "Después que ya estemos adentro, que nos saquen" habría dicho el militar, tal vez sin llegar a avizorar que estaba inaugurando una interminable puja, que todo parece indicar que aún no ha concluido.
Deseos
Bienvenida la prometida conclusión de todas las obras pendientes, que harán del Polideportivo de Concordia una verdadera potencia en el litoral, en especial si ello significa que más chicos, jóvenes y adultos de la región puedan allí crecer como personas de bien a través de la práctica de los deportes.Pero que sea con transparencia, ¡por favor!, que se investigue a fondo lo sucedido con la obra del gimnasio inconcluso, que ninguna institución se entere por los diarios de que su lugar va de mano en mano rebotando como una pelota, y que ningún medio periodístico soporte inesperados interrogatorios de una Guardia Urbana, como si intentar informar fuera delito.
