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Fotos: Rubén Comán/El Entre Ríos.
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Rocío y Pilar son dos de las vecinas damnificadas por la filtración ocurrida en una de las piletas de oxidación del Barrio San Francisco. Pero el problema no comenzó hace una semana. Cansadas del daño que provoca en la salud de sus hijos las condiciones ambientales en las que viven, han decidido ya no callar, y exigir a los funcionarios de turno -del partido político que sea- la solución que merecen. “Vino una vecina a preguntarme si tenía alguna pérdida, nos fijamos y no había ninguna, porque no pasa ningún caño por ese lugar y además no parecía agua potable. Entonces mi marido se fijó en las piletas y dijo que el nivel estaba altísimo. En la orilla de la calle y en el borde de las casas había filtraciones. Vimos que uno de los caños que va para el arroyo estaba obstruido”, comentan a El Entre Ríos, sobre lo ocurrido una semana atrás.

“Llamamos a la municipalidad y nadie nos atendió, le mandamos un audio al intendente (Mariano) Rebord porque en época de elecciones nos dejó el número, nos respondió que había enviado gente pero no apareció nadie. Fuimos a decirle a (José Luis) Walser porque no sabíamos qué hacer; él, adelante nuestro, llamó a Mariano Rebord (hijo). A las 4.30 de la tarde vino una máquina y rompió el caño y comenzó a pasar agua de las piletas directamente al arroyo, sin filtro ni nada. Comenzó a bajar el nivel de la pileta, pero las filtraciones seguían”, agregan a continuación.

“El lunes abrieron para ver de dónde vinieron las filtraciones. Queríamos tomar muestras porque sabíamos que no era agua potable, así que no era un caño roto, pero mandaron a tapar todo. Al día siguiente vinieron a hacer un parche, pero sigue habiendo filtraciones”, dicen.

Las vecinas indican que en algunas casas hay solo humedad, pero otras, en sus patios tenían materia fecal.

“Les preguntamos por qué no habían venido a limpiar las piletas, dicen que sí, pero en un año vi una sola vez que vino la máquina, sacó mugre, la dejó toda la tarde y toda la noche al borde de la pileta y recién al día siguiente la vinieron a sacar. Les dijimos por qué no las mantenían y contestan que ellos iban a sacar las piletas de acá pero no los dejaron. Nosotros hacemos un mea culpa, porque hay vecinos que tiran basura, pero por qué no las mantienen”, cuestionan indignadas.

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Y a continuación, hablan de lo peor que tiene vivir en estas condiciones: los efectos negativos sobre la salud de los más vulnerables: “Hubo chicos que cayeron adentro de las piletas y se salvaron porque había gente que los vio; no hay ningún cerco que los proteja. Hay chicos con alergia, aunque no se acerquen a las piletas. Ya no podemos dejarlos jugar en ningún lado, porque está todo contaminado. Nos cansamos y nos autoconvocamos para lucharla. Mientras no las saquen, que las mantengan, al igual que el basural. Están poniendo basura al lado de las casas. Todos los días respiramos esto. En verano es horrible los mosquitos que hay de noche, de día las moscas y las cucarachas”.

Cansadas, Rocío y Pilar exigen una solución real y duradera: “Nos parece perfecto que hayan venido los de sanidad, pero no queremos que sea por esto y listo. Queremos que lo sigan haciendo y que estudien los casos de los chicos, porque hay un montón con alergias, problemas de corazón, migrañas, problemas respiratorios”.

Con contundencia, afirman: “Esto no es político, luchamos por nuestros hijos. Lo vamos a luchar hoy con Rebord y mañana con Walser, porque los chicos no votan, ellos necesitan vivir bien. De parte del intendente nos preguntaron si la marcha de esta noche (por el sábado) va a ser pacífica. No queremos hacer mugre ni lío, sino que la gente vea lo que estamos pasando, que se acerquen porque muchos no conocen. Tienen que saber que la basura que tiran cada vez que van al baño, viene a parar todo acá y en el medio vivimos nosotros con criaturas”.

“No pedimos que nos cambien de lugar, sino que nos saquen esto. Trajeron a la gente con promesas de que lo iban a sacar a los dos años, y era mentira”, concluyen.
Fuente: El Entre Ríos (edición impresa)

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